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Anales de Cataluña. Tomo primero. Capítulo 1. De la fundación, nombre, división, y límites de Cataluña, y de la división de España, y Francia.

Tomo primero de los Anales de Cataluña.

Libro 1.

Contiene su población, división, breve descripción de sus montes, ríos, fuentes, baños, minas, y otras maravillas, con la relación de invenciones de imágenes de N. Señora, de los cuerpos santos extranjeros, que la favorecen, y de los conventos cuyas fundaciones se ignoran.

Capítulo 1.

De la fundación, nombre, división, y límites de Cataluña, y de la división de España, y Francia.

Cataluña en el principio fue criada como todo el universo, y nombrada como las demás Provincias, con el nombre común de la Tierra, pero buena; produciendo árboles, y flores obedeció al precepto de Dios, el cual habiendo ya criado el azul viril tachonado de luces, y dividido el cristalino elemento del dilatado penzil de la Tierra, fabricó otro Mundo pequeño en Adán, para que meditase las grandezas del Cielo, hecho en la Tierra para su población, y aumento con su amada consorte Eva, sacada de su lado en la costilla. Criados, y constituidos Emperadores de la Tierra, felices con la gracia, ricos con los dones naturales, y sobrenaturales, ciudadanos del terrestre paraíso, apenas le gozaron, cuando vanos, y rebeldes se atrevieron a su Señor, que les condenó a destierro, trabajos, sudores, dolores, y muerte; justo castigo de desconocidos, e ingratos.

Peregrinos en la Tierra, y desterrados del fértil Jardín; en Caín, y Abel (al cual mató Caín) Seth, y algunas hijas dilataron su prole con los casamientos; (1: Génesis, 1. & 2. Joseph de antig. lib. 1.) y de estos nacieron muchísimos, hasta que con el número creció la malicia: dilatose el deleite, alentose la ira, encendiose la envidia, y el contagio de soberbia sobre la malicia, obligando a la Divina Justicia justamente indignada a perder, y acabar el humano linaje por el Diluvio, pesándole de haberle formado. (2: Génesis, cap. 2, ad S. ) 

La misericordia infinita moderó la suma Justicia ofendida, eligiendo a Noé con sus hijos, y mujeres, con las especies de los terrestres, y volátiles brutos, y aves, para que renaciesen del Arca pasado el rigor del Diluvio, después de año entero de encierro, y 1656 de la creación del Mundo, para nuevamente poblar la Tierra. (3: Amnio lib. 4, y 14. Pined. Lib. 1, cap. 1. Viladam cap. 1. Génesis 7.)

Pereció el Mundo pecador, salvose la naturaleza en Noé santo; bajando del arca con su familia rindió en debidos obsequios, y sacrificios a Dios las gracias, formó después chozas, y cabañas para los suyos en un collado del Monte Caspio, donde sus hijos Sem, Cham, y Japhet, multiplicaron el humano linaje, y bajando al llano, dejada su primera población a la cual llamaron Sale Noha; excusáronse los demás de dejar la Montaña temerosos de otro Diluvio, a los cuales obligó Noé a seguir sus Padres, para que pudiesen dilatarse a poblar el Orbe; llegaron juntos al Campo Sennaar, a donde Nembrot nieto de Cham, altivo, e ignorante pensó escalar el Cielo con la torre de Babel, castigando Dios su vanidad altiva, con la diversidad de lenguas, no entendiéndose, ni entendiéndole; desprecio acomodado a su vanidad altiva, y propio de la soberbia. (4: Génesis, à cap. 7 ad 10.)

Dividida la frase, y modo de hablar en setenta y dos lenguas, siguieron el vínculo del lenguaje, (que es el más constante, y unido aprecio del amor) uniéronse porque se entendían, apartáronse de los que no entendían, y dividieron entre sí la redondez del Orbe: O bien eligiendo las Provincias, guiados del mayor de su Estirpe, o disponiéndolo Noé, y consignándoles las Provincias, que debían poblar, que es lo más cierto. Dividió pues Noé la Tierra en tres partes, Asia, África, y Europa, y amaestrados sus descendientes con las ciencias divinas, y humanas, les mandó partir a obedecer su decreto; concediendo a Sem el dilatado País de Asia, a Cham el caluroso de África, y a Japhet el fértil de Europa. 

(5: Cassan *Catglo. mundi. Icart ca. 1. Beroso lib. 1, cap. 5. S. Ant. Pag. 1. Turs. Epis. Hist. Lib. 1. cap. 3. Pined. Lib. 1. cap. 21.)     

Dividiose el Mundo por Noé en sus hijos año 101 después del Diluvio; vino a Europa Japhet, envió a poblar la Tierra, que hoy se llama Cataluña con lo demás de España a Tubal, año del Mundo 1788, del Diluvio 143 antes del Divino Nacimiento 2174, bien que otros llevan otra cuenta, (6: Joseph de antig. Lib. 1, cap. 2. Euseb. San Ger. Taraf. Cor. De Esp. fo. 1. Vilad. Carbonell, Cor. De Esp. ca. 1. Pujadas, Lib. 1. cap. 1. Pined. l. *19.)  

Estaba la tierra de España enriquecida de minas, ríos, y fuentes; matizada de hierbas, y flores; poblada de árboles, y frutos; pero despoblada de hombres, y ganados.

Vino Tubal quinto hijo de Japhet a Cataluña para poblarla, y así será importante saber, que cosa es Cataluña, que partida de tierra, y cuanto comprende en sus límites. Cataluña pues, es provincia de España la más vecina a Francia hacia el Norte, la tierra que ocupa esta provincia en sus límites, y a donde llega hacia la Francia, Aragón, y Valencia, ha sido muy controvertido por el poco cuidado de nuestros antiguos catalanes, que sólo supieron ocuparla, y exaltarla; pero no delinearla, y distinguirla, que dio motivo a varios disgustos.

Año 1242 le dio los límites, y distinguió a Cataluña de Francia, y Aragón, designando lo que era Cataluña, el Señor Rey Don Jayme I, diciendo que Cataluña se comprendía en los términos de Salsas, a Cinca, y de Cinca hasta Tortosa. Más cuidadosos los extranjeros explicaron con mayor claridad la Tierra que se comprendía en la Provincia de Cataluña, dándole los límites de Salsas al Valle de Andorra hasta Cinca, y de Cinca a Ebro, río abajo hasta volver a encontrar a Cinca, y siguiéndole hasta el Mar por la costa hasta llegar a Salsas. (7: Volum. 3. Const. Año 1585. tit. De Pau, y Treva. Miedes lib. 6. cap. 1. 2. 4. 6 y 17. Botero lib. 1. Pujadas, Lib. 1. cap. 8. Processo de las Cortes de 1534. Arch. De la Deputación.)   

Estos son los verdaderos términos de Cataluña, y toda la tierra, que se incluye en su circunferencia, es sin duda de Cataluña, y con estos términos se entenderá, y probará su (idemptidad) identidad; que es al Oriente el Mar Mediterráneo, y la Gallia Narbonense; al Poniente Aragón; a Medio Día Valencia, y el Mar; y al Norte Aragón, y Gascuña. (8: Cris. de Cat.. Pag. 1. § 3. Pujadas, Lib. 1, cap. 8. Botero (.) Miedes.)

Esta es la identidad, falta saber la circunferencia para entender cual es el último lugar de Cataluña en sus cuatro términos: la circunferencia es, tomando la linea de Salsas, que se encamina al Perellos, de este a Vingran, Taltaul, Astagel, Regla, Margevol, Arbusols, Musset, Coll de Jou, Puig Valedor, Font Rubios, Partès, Laveto Coronado; y de aquí por el Puerto del Platero sube al Puerto de Saversacorba, Martellat, Boet, nuestra Señora de Montgarra, San Lupo, Oñà, Hares de Sus, y baja por Bausen al Puerto de Piedras Blancas, que es la Valle de Aràn; de aquí se encamina a Benavarri, y a las Fuentes de Cinca; de estas corre siguiendo a Cinca hasta topar el río Ebro, y atravesándole, sube la linea hasta Berruso, y a la Puebla de Massalù (Pobla de Massaluca), hasta el río de Algàs (Algás, Algars), que es el que divide a Cataluña de Aragón al Poniente, y tomando esta linea se encamina hasta el Medio Día, subiendo por el río Algás a las Piñeres, Caseres, Arenes (Arnes o Arenys, Areñs de Lledó), y al Puerto de Betsaù (Beceite, Beseit), y de aquí atraviesa el río de la Cenia, dejando a mano derecha el Convento de Benifaçà, que ya es de Valencia, y este río Cenia, divide a Cataluña de Valencia al Mediodía, pasando a una villa de Cataluña llamada Cenia, que da nombre al río, que siguiendo su curso, pasa entre dos Ventas, una de Valencia, y otra de Cataluña, por donde atraviesa el Real Camino, dejadas las villas de Ulldecona, y el Cañar (Alcanar), que son de Cataluña a la mano izquierda, y acaba su curso en nuestro Mar Mediterráneo.

Continúa esta linea de Mediodía al Oriente desde la Cenia por la ribera, y costa del mar, hasta llegar a Leocata, y Salsas, comprendiendo todos los lugares, pueblos, ríos, y montes, que están en esta linea; y todo esto es Cataluña. (9: Pujadas, Cor. de Cat.. Lib. 1. cap. 8. Corbe. Cat. Ilust. Fol. 35 ad 37.)

Tiene Cataluña de latitud ochenta leguas, y de circunferencia en sus términos ciento y sesenta y ocho. (10: Tab. Geog. Cataluña in major Adla. Cris. de Cat.. Pag. 1. § 3.)

Comprendidos los límites de Cataluña importa la inteligencia de los nombres, que le dio la antigüedad para ser conocida. No tuvo en los primeros pobladores nombre particular Cataluña, porque unida con las otras provincias de España, tuvo después con el tiempo diferentes nombres por sus Reyes pobladores, como veremos. Por Tubal, que también fue Jobel, se llamó como las demás provincias de España, Tubalia, y Jobelia, y los pueblos Jobelos, y Tubales, y de Hibero Hiberia (Ibero, Iberia), de Hispalo Hispalia, de Hispan Hispania, por Espero Esperia, y por los celtas Cataluña sola, Céltica, y Setubalia.

(11: Vallseca; y Marquil. in usat. cum dominus. (Vivès) Vives, lib. 21, cap. 11. S. Gero. Sup. Ezeq. Plinio, Lib. 1, cap. 20. Justin. Lib. 44, cap. 1. Tarafa, fol. 3, 11, y 15. Pujadas, Cor. de Cat.. Lib. 1, c. 12 y 26.)   

Faltando los reyes en Abidis, último de los primeros, discordes los pueblos en elegir, divididos por el odio, y ambición, formaron provincias, y naciones por diferentes nombres conocidas. Cataluña en los referidos límites se dividió en doce repúblicas, o comarcas, como fueron Ceretanos, Ruysiliones (rosellones, del Rosellón), Indigetes, Betulones, Lacetanos, Sedetanos, Suesetanos, Cossetanos, Ilergetes, Acetanos, Ilercaones, y Ausetanos. (12: Plinio, Nat. hist. Lib. 3. cap. 3. Pined. Lib. 3. cap. 17. § 2. Pujadas, Cor. De Cat. Lib. 2, cap. 1.)      

A estos añadían algunos los Penos, que eran del Panadés, comprendidos en los Sedetanos, y Cossetanos; y los Phenicos, Portusios, y Bergusios, comprendidos en los Ilergetes; y los Castellaunos, que nombra Florián de Campo, eran los Lacetanos. (13: Beut. Lib. 1, c. 13 y 26. Garib. Lib. 6, cap. 3. Pujadas, lib. 2, cap. 1.)

En estos pueblos, y repúblicas se dividió Cataluña faltando sus reyes primeros, y así será bien entender dos límites, y tierras de estos pueblos, para comprender lo que se referirá de sus proezas. Los Ceretanos tuvieron los propios límites (que) tiene ahora Cerdaña. (14: Pujadas, Cor. Lib. 2. cap. 1) Ruysiliones ocupaba, Ruyssellon (Rosellón) por la costa, del Grao cabo de Cruces, y del mar al monte de Canigò. Indicetes, o Indigetes del cabo de Cruces hasta pasada Empurias. Betulones, y Lacetanos dominaban del río Llobregat hasta Blanes, encontrando con los Gerundenses. Sedetanos, y Suesetanos tuvieron su asiento de Llobregat al río Ebro.

Cossetanos extendían sus términos de la parte superior, o boca de Ebro hasta el río Llobregat a la parte de Monserrate. Acetanos, en los términos de los Ilergetes, y Cossetanos, tuvieron sus dominios. Los Ilergetes, del río Gállego entrando en Cataluña hasta el río Ebro, y por todo el río Segre, comprendiendo Urgel, Lérida (Ilerda, Ilergetes), y parte de Aragón, tenían su distrito. Ilercaones ocupaban de Tortosa a Burriana, y Castellón de la Plana; aunque Marcà (Pedro de Marca), lib. 2, fol. 126, dilató los términos hasta Villa Franca (Villafranca), que es Cartago vieja. Ausetanos partieron límites con los Cossetanos, y Indigetes desde Llobregat, tierra adentro hasta Vique. (15: Plinio, Nat. hist. Lib. 3. cap. 3. Pujadas, lib. 2, cap. 1.)

Parece verdadera esta división, no obstante el sentir de Marca, porque faltando el pastor dividiose el rebaño, y de una sola provincia se formó tanta multitud: vinieron después a España los Cartagineses, y luego los Romanos, y a nuevos señores, se siguieron nuevos nombres: dividiose España, por los romanos en Citerior, y Ulterior, quedando Cataluña con los pueblos nombrados con el nombre de España Citerior. (16: Med. pa. 1, cap. 1. Moral, des. De Esp. c. 2. Vaseò, lib. 1, cap. 9. Nebris in prologo. Cataluña España citerior. Cataluña España Tarraconense.)

Dilataron los romanos sus conquistas, y vencidos sus émulos, hechos ya Señores de España, la dividieron en Tarraconense, que fue la Citerior, y principal, cuya cabeza, y Metrópoli era Tarragona; en Bética, que fue la Andalucía; y Lusitania, que comprendía Portugal, y Extremadura, que antes eran Ulterior. (17: Icart, à cap. 11. Nebris, Prolog. Vaseò, lib. 1, cap. 8. Pujadas, lib. 2, ca. 26.)

Últimamente llegó Cataluña a coronarse con su glorioso nombre, alabado, engrandecido, ponderado, respetado, y temido de todas las naciones en Otger Catalòn (Catalon según Bofarull), y los que le siguieron: sin que las opiniones contrarias puedan prevalecer contra la verdad de las escrituras antiguas, y acreditados varones de todos los reinos, que la defienden contra corto número de opositores, y divididos, pues cada cual va por diferente camino. Y respondiendo a todos, digo que ni en el tiempo de los Alanos, y Godos, y otras naciones, ni por la victoria, que consiguieron los de esta provincia en Francia, quedando al lugar, nombre de Campo Catalán, (Chaalons en Francia) ni por otra ocasión antigua, permaneció tal nombre; y lo cierto es, que fue exhalación, que luego desapareció, quedando siempre Cataluña con el nombre general de España; pero desde que Otger Catalon vino a Cataluña hasta al presente tiempo, le ha durado su nombre; infiérese deberlo a la venida de Otger, y no a lances antecedentes, supuesto no le quedó tan glorioso timbre. (18: Inscrip. De San Miguel de Cuxa (Cuxà, Cuxá): año 785. Marquil, usat cum dominus nu. 3. Thomich (Tomich), cap. 15. Gerónimo Paulo, en el prin. Taraf, cap. Pelagi, Calça, lib. 1, cap. 1. Wolfango, lib. 10, año 787. Gerardus Mercat, pag. 188. Lucio Mar. Lib. 2. Valla de reb. Fer. Lib. 1. Beut. Lib. 2, cap. 12. Visian, hist. Valent. Fol. 15. Bledo, rest. De España, lib. 3, ca. 4. Escolano, hist. De Valen. Dec. 1, lib. 2, c. 17. Mart. Hist. De San Juan de la Peña, lib. 1, cap. 23, 26, 37. Carrillo, lib. 3, fol. 190. Borrello, cap. 46. Aug. Dial. 4. Bosch, tit. De honor de Cataluña, lib. 2, cap. 11.)        

Esta es Cataluña, esta es su gloria, este su nombre, y este su crédito: dividiose también en lo espiritual, como veremos, en la primitiva iglesia en diferentes obispados; en nuestro tiempo en un arzobispado, y ocho obispados; en lo temporal en condados, vizcondados, varvesorías, veguerías, y sotveguerías (subveguerías, occitano sotz, sot : catalán sota : sub), contenidos en once ciudades, y 2374 villas, y lugares grandes; añadiendo Carbonell Coronica de España, fol. 86, que en Cataluña hay treinta mil parroquias ; permita Dios se dilate, y aumente para más servirle. (19: Peñalosa, Excelen. De los Españoles, cap. 1.)

Asegurado, qué es Cataluña en sus límites, y nombre, importa la inteligencia de su división de Francia, y de cuál es el lugar, que divide a estas dos provincias, que tan varias ocasiones se ha controvertido, y aun casi decidido, más con arte, que razón, fundándolo en mapas, y autores (inverisimiles) inverosímiles. Hemos pues de asegurar, siguiendo el más antiguo, verdadero, y inteligente cosmógrafo Estrabón de Situ Orbis, lib. 4, que los límites de España, y Francia, se hallan en el lugar adonde están los trofeos de Pompeyo. Aclaman a Estrabón los franceses, y aseguran su crédito, e inteligencia, síguenle el obispo de Gerona, en su Paralipomenon, Francisco Compte, y otros insignes varones, que lo aseguran en la experiencia, no pudiéndose añadir al vigilante cuidado del P. Gaspar Roig. (20: Estrabón de Situ Orbis, lib. 4. Epis. Gerun. Paralipome. Hisp. Lib. 1, cap. De terrae Ruysilion. Compte, cap. 23 y 8. Pujadas lib. 3, cap. 67. Padre Roig, Resum. Hist. à fol. 135.)

Quedando averiguado, como es cierto, que la división de España, y Francia, es el lugar de los trofeos de Pompeyo; y que estos ciertamente se hallan en los Pirineos, como referiremos lib. 5, cap. 7, falta saber adonde hallaremos este lugar, y puesto; sienten Abraham Ortelio, y Gerónimo Paulo, que se hallaban estos trofeos en el promontorio de Cervaria, en una rama de la cordillera de las montañas de Albera; (21: Ortellio, Cos. Asperi glis. Pag. 1. Gerónimo Paulo, de montibus.) pero de su misma narrativa se infiere la equivocación, pues aseguran, que aún se hallan vestigios; pero ni indicios, ni cosa que lo parezca, se halla; como lo averiguó el Padre Roig, y lo asegura, como testigo del País, Bosch. (22: Bosch, tit. De honor. De Catal. Lib. 2, cap. 20, § 2.

La aguda torre del collado de la Massana, cerca del promontorio de Cervaria, que pretendieron Monsiur de Marca, y el obispo de Orange, aunque en otras cosas varios, y por orden de este, el abad Sala de San Cucufate, ser los trofeos, como también lo siente Balusio (Baluze, Baluzio), así se engañan en esto, como en querer sean la ciudad de Pamplona; porque estas opiniones van contra la verdad de la historia, y les falta la inteligencia de la romana; pues como refieren los antiguos, en Roma sintieron mal de esta vanidad de Pompeyo, y no lo fuera ni mal admitido obsequio, fabricar una ciudad para aumento, y gloria del Imperio, ni una Torre para atalaya, como lo acostumbraron romanos, y cartagineses, y de esta acción no debía formar quejas el Senado Romano. (23: Dion. Hist. Lib. 41. Pujadas, lib. 1, cap. 4, lib. 2, cap. 27. Padre Roig, Resum. Hist. Fol. 138.)

Las argollas de los puertos de Andorra, y Altavaca, que sienten otros ser los trofeos referidos, es cosa sin fundamento; porque de fijar estas argollas, no podían quejarse los romanos, ni eran tales demostraciones sobradas a las victorias de tal héroe, aunque colgase en ellas las Armas de los vencidos; ni el lugar es a propósito como lo enseña la experiencia, para juntarse allí el numeroso ejército de Pompeyo, a celebrar aquellas suntuosas fiestas, y sacrificios, que refieren las Historias.

Excluidas estas opiniones, falta averiguar el lugar cierto de los Trofeos, y es sin dificultad aquel ramo, o cordillera de los Pirineos, de la otra parte de Ruyssellon, que baja de Canigò, hasta la fuente de Salsas, y promontorio de Laucata. Véanse los autores citados, núm. 9, y este lugar concuerda con lo que siente Salucio, de los trofeos, que eran de piedra por la duración, y acuerdo de las proezas, y en este lugar fueron como mojones, y términos de estas provincias, dejándoles en el límite de la dominada, y al entrar a la que pretendían dominar, o castigar, como se infiere de la Epístola de San Gerónimo, a nuestro Santo Barcelonés Ripario.

En este lugar pues, como lo averiguaron Francisco Compte, y el P. Gaspar Roig, y podrán asegurarse los que pretendieren saber la verdad, se hallan cincuenta y dos montecillos artificiales, que aún se conoce haber sido las Peñas puestas con arte, unas sobre otras, y formado aquellos montes, o pirámides, y aunque el tiempo haya unido los peñascos, bien se distinguen los encajes, y divisiones de una a otra peña, aplicando trabajo. Dilátanse estos cincuenta y dos montes, desde la raíz de los Pirineos en la tierra de los Fonolledas, al pie de la montaña, que divide a los Corberans de los Fonolledas, y que empieza a bajar del collado de S. Luis (Luìs en el original), a la parte de Levante hasta el cabo de la Flandi, en el término de Caldes; son estos montes todos iguales, de forma piramidal, y propiamente pirámides para acuerdo, y verdaderamente trofeos; y mirándoles así por la linea, parecen de una majestad ostentosa, y muy venerable antigüedad. Este lugar es dilatadísimo, y capaz del ejército de Pompeyo, y de la ostentosa demostración de galas, y fiestas: de esta vanidad pudo ofenderse Roma, y disgustarse por la soberbia fábrica en que gastaron tiempo, y dineros, sin otro fruto, que pretender inmortalizar su gloria vana (vanagloria) el Gran Pompeyo, en daño de los progresos de la República, teniendo ocupado inútilmente su Campo, cuando la Francia se oponía a la República. Asegúrase ser estos montes los límites de España, y Francia por la distancia, refieren los citados autores, que hay desde Narbona hasta los límites de España, que son sesenta y tres millas, y estas hallarán justamente de este referido lugar a Narbona; de que se sigue claramente, que hallándose estos montes a la otra parte de Rosellón, y este dentro de la linea de estos montes, a la parte de España, lo es sin dificultad alguna, debiéndose tomar la división de España, y Francia, de estos montes.

Ni valen las cavilaciones, mapas, equivocados, y no entendidos privilegios, que refiere el arzobispo Marca, (de que le nota Balusio,) porque como tan entendido no ignoraba la causa porque en tiempo de los romanos algunas ocasiones, y en la libertad de esta Provincia de la tiranía de los Moros algún tiempo, fue comprendido Rosellón en el gobierno de la Septimania, o Narbonés Gallia; que fue porque acostumbraban los romanos dilatar el gobierno de los pretores romanos, que residían en aquellas Provincias, por la comodidad de la defensa, y administración de justicia; y en tiempo de los Moros, porque se libraron primero enteramente, que las que se hallaban de esta parte: libró al Rosellón Carlo Magno, y no fue sobrado encargarle al gobierno de la Francia, o de los cabos tenía en aquel distrito; pero esto no fue ni pudo ser quitar a Rosellón ni a Conflent, de España, porque se hallan siempre comprendidos en sus límites, y aunque España gobierne a Francia, y franceses a España, no dejará España de serlo, ni Francia será España.

Y para quitar toda duda véanse Estrabón, lib. 3, y los referidos, y hallarán patente, y clara la división de España, y Francia con señas palpables, y visibles, que la declaran con toda individualidad, y son según concuerdan todos: que los límites de España, y Francia son los Montes Pirineos, y que los de la parte de España son fértiles, fructíferos, y poblados de árboles, y los de la parte de Francia se hallan secos, áridos, y sin árboles, ni rastro de amenidad; adviértase la diferencia con la vista, y admiremos la suprema providencia de Dios, en dividir estas dos Naciones, manifestando quererlas apartadas, y distintas; supuesto les dio distinción tal, y como a muralla a los Pirineos, para que una no entrase dentro los límites de la otra: y con tal providencia dispuso esta separación, que formó una linea de división en la cordillera de los Pirineos, quedando sólo los Puertos, y desaguaderos para la comodidad; pero continuando la misma cordillera, y linea de los montes, de un puerto a otro.

No sólo manifestó Dios, la división de Francia, y España por los montes Pirineos, y diferentes calidades (cualidades) de los españoles, y franceses, sino también con otras particulares maravillas, especialmente de las aves llamadas francolines, que se crían, y cazan a la parte de España, y pasada la linea referida de división, no sólo no se hallan, pero si las quieren entrar, mueren, y por esto las llaman los franceses, los verdaderos españoles; y de un pez, que se cría en la laguna de Salsas, que es en la división de Francia, y España, de tal forma, que parte de ella es de España, y parte de Francia; y el tal pez, sólo se halla en la laguna de la parte de España, y jamás se ha hallado, ni pescado en la parte de Francia, al cual también llaman verdadero español; de que claramente se infiere el límite, y término de España referido, y el cuidado particular del Cielo en declararle. (24: Bosch, tit. De hono. De Cata. Lib. 1, cap. 29, § 2. Fr. (Grabiel) Gabriel August. Christ. De la verd. § 2.

A los autores, y opiniones, que quieren la división de España, en la Sierra que va del Templo de Venus, o Port Vendres a Colibre; y a los que sienten ser Colibre de la Gallia Narbonense, se satisface, con que se engañan en señalar Colibre, y en asegurar, que la postrera región de España, es de los Indigetes, o Empuritanos; pues de Ampurdán hasta Port Vendres, va otra región, y territorio, y esta debía ser la última, y no el Ampurdán. Satisfacen estas opiniones (aunque poco fundadas) Pujadas, y el P. Roig, allá se podrá ver, que para nosotros bastan las razones ponderadas, fundadas en la experiencia, con las cuales fácilmente quedarán destruidas las opiniones contrarias, asegurando, que el Templo de Venus, y Port Vendres no es todo uno, como fingen; porque el Templo de Venus, fue edificado en el promontorio de Laucata, o en el lugar de los Trofeos de Pompeyo, (25: Compte, d. Loco. P. Roig, Ref. Histo. Fol. 146.) y no en Port Vendres. Equivocados con el nombre los autores quieren la división de España, en el Templo de Venus, o Cervaria, como también se equivocan Mela, Claudio, y Ptholomeo (Ptolomeo, Tolomeo), a los cuales siguen Diago, Zurita, Nuñes, y Ortelio, refiriendo ser villa, o lugar, y la que hoy es Colibre; siendo constante ser un promontorio marítimo, y inhabitable; y no menos se engañan en la descripción de Cataluña, de Poniente a Levante, pues primero ponen a Barcelona, que al río Llobregat; con que no es maravilla hayan tomado equivocación en designar el Templo de Venus, y el promontorio de Cervaria.

Omito asegurar, que Conflent es del condado de Cerdaña, pues desde la primera antigüedad está unido a él: consta de los Testamentos de todos los condes de Cerdaña, que se hallan en el Real Archivo, y en ellos siempre se hallará, que disponían de Cerdaña, y Conflent: Ni hace al caso ser del obispado de Elna, porque tierras de Cataluña son de obispados de Francia, y tierras de Aragón, y Valencia de los de Cataluña, y es muy distinto el término espiritual, y su jurisdicción, de la temporal; menos quiero tratar de cuán sin pretexto se detiene la Francia parte de Cerdaña, pues jamás han puesto en duda los Antiguos, y modernos ser esta toda de España, ni han imaginado poderle quitar parte. (26: Estrabón lib. 3. Plinio, lib. 3, cap. 3. Conrado Erabacio, Veronense, y Trifernate.)

Debemos sólo inferir de lo referido, y asegurar para España al Rosellón, y que siguiendo los reales privilegios, decretos reales, y deliberaciones de Cortes, confirmados con solemnes juramentos desde el Señor Rey Don Jaime II hasta el Señor Rey D. Felipe II, no se ha podido separar el Rosellón del condado de Barcelona, ni de la Corona de Aragón, y no sólo el Rosellón, pero ni Mompeller, Barrades, y los estados del Llenguadoch, porque no pudo alienarlos el Rey Don Jaime de Mallorca en daño del fideicomiso, sin voluntad del Señor supremo, que es el Rey de Aragón; y Conde de Barcelona; demos fin al capítulo, que aunque importante, es dilatado.

Lingua Occitana. Catalaunensis : Chaalons, Châlons.

Anales de Cataluña, Narciso Feliu de la Peña y Farell, 1709 (Index)

(Nota del editor: Se corrige parcialmente la ortografía en castellano.) 

Imagen: Biblioteca de Catalunya. Llibres Pere Borrás: MCMXIX: D. Vi**

Biblioteca de Catalunya. Llibres Pere Borrás: MCMXIX

Anales de Cataluña y epílogo breve de los progresos, y famosos hechos de la nación Catalana, de sus Santos, Reliquias, Conventos, y singulares Grandezas; y de los más señalados, y Eminentes Varones, que en Santidad, Armas, y Letras han florecido desde la primera Población de España Año del Mundo 1788, antes del Nacimiento de Christo 2174. y del Diluvio 143. hasta el presente de 1709.


Divididos en tres tomos.

Tomo primero.

Contiene los sucesos desde la primera población de España, hasta el Año de 1163.

Su autor

Don Narciso Feliu de la Peña y Farell, cavallero del Orden de San-Tiago.


Conságrale a la majestad suprema de Christo crucificado.

Con dos copiosos índices.

El primero de los libros, y capítulos: y el segundo de todo lo particular, y notable por el orden Alfabético.

Con licencia de los superiores.

Barcelona: Por Joseph Llopis impresor, Año 1709.

A costa de Iván Pablo Martí, Juan Piferrer, Jayme Batlle, Joseph Llopis, y Jayme Surià. Libreros.

Véndense en sus Casas en la Librería, Plaças del Ángel, y San-Tiago, y Calle de la Paja.

A la majestad suprema de Christo crucificado.

Divino Criador, Redemptor y Clementissimo Señor.

Dedico a vuestra Deidad Suprema, lo que es tan vuestro, como los soberanos favores que aveis (habéis) liberal, y misericordioso concedido à esta Provincia, llamándola la primera de la Gentilidad à la noticia de vuestra soberana Doctrina, eligiendo à vuestro Santo Apóstol, y Maestro nuestro, San-Tiago, para plantar en ella el salutífero Árbol de nuestra Redempcion, (1: Lib. 6. cap. 4. deste primero Tomo.) para producir tan opimos (óptimos) frutos, y tan célebres, y valientes Campeones, como los que pelearon constantes en defensa de la Fè, alistados en vuestro invencible Exercito, por el Patrocinio de vuestra Santissima Madre, que también lo es nuestra, y particular Protectora; deviendo à su cariñoso afecto la Doctrina de nuestro Santo Apóstol, las glorias, y constancia de la Fè, y los que siguieron vuestra Cruz, y vitorias, cuyos progressos se refieren en este primer Tomo: No dudo que sus méritos obligaràn a vuestras divinas misericordias, á admitir por ellos, los frutos de mi corta capacidad. Supíicoos Soberano Señor, que atendiendo á los méritos de vuestros Escogidos sea servida vuestra Divina Clemencia, acceptar, corregir, y enmendar quanto humilde os consagra mi rendido, y reconocido obsequio. Ruégoos Eterno Señor, que todo lo contenido en esta Obra sea á mayor gloria vuestra, y ejemplo para el acierto de todos los vuestros, aunque ingratos hijos. Servíos Señor inmenso de enmendar nuestros defectos con vuestra gracia, y que logremos imitar las eminentes virtudes de los que fieles siguieron las glorias de vuestro soberano Patíbulo, y fructífero Madero. Defendednos Señor, asistidnos, y favorecednos para que sigamos vuestro camino, y consigamos eternamente gozar de vuestros divinos favores, y á mí en particular favorecedme Señor con vuestra gracia para el acierto en la relación, que emprendo.


Soberano Señor:

De V. D. M. indigno hijo.

Rendido à Vuestros Pies.

Don Narciso Feliu de la Peña y Farell.     

Al letor (lector.)

Es la historia, vida de la memoria, maestra de la vida, mensajera de la antigüedad, testimonio de los tiempos, luz de la verdad, (1: Cicero lib. 2. de orat.) norte del acierto, y guía para no tropezar: (2: Virg. Foelix quem faciunt aliena pericula cautum.) Da forma a la vida política, edifica la espiritual, ilustra la doctrina, adorna la elocuencia, asiste a la prudencia, y favorece a todas las ciencias: (3: David de lect. Hist. Riseb. In comen. Hist. Pezel. In orat. Vitemb. De fruc. Hist. Grin. De fructu leg. Hist.) 

A la teología en las historias del nuevo, y viejo Testamento: A la jurisprudencia en la relación de los Decretos de los Concilios, y Pontífices, y en las Sentencias, y Doctrinas de los Santos Padres, en las consultas, y opiniones de los jurisconsultos distinguiendo los tiempos, y en los Decretos, y Leyes de los Emperadores: A la Medicina en los sucesos de los tiempos, en la noticia de enfermedades, y en la inteligencia experimentada de las propriedades de Plantas, simples, y Minerales: A la Physica (física) con la relación de las propriedades de los Animales: A la Moral con los (exemplos) ejemplos de virtud, y contrarios: A la Rethorica (retórica) para dilatarla con ejemplos: A la Poesía para imitación: Y a la Gramática para exposición de Lugares, y Nombres. Ella es fomento, y favor de todas las disciplinas, por ella comprehende (comprende) el hombre lo pasado, atiende a lo presente, y se previene para lo venidero. (4: Polib. Lib. I. S. Greg. Nazianz. ad Nico.)

Quae sint, quae fuerint, quae mox ventura trahantur.

Cuidó el Espíritu Santo que no faltase memoria de las acciones del Testamento Viejo hasta el divino Nacimiento; y de la vida, y muerte de Jesús, con los hechos de los Santos Apóstoles, en los Libros del Testamento nuevo. Vigilante la Iglesia, para que no quedasen sepultadas en el olvido las victorias de los Santos Mártires, eligió Prothonotarios (protonotarios), y Coronistas (cronistas) que refiriesen, y diesen Fé de sus (triumphos) triunfos. (5: Euseb. Lib. 4. cap. 14. Platin. In vitas Pont. Baronio in Martir.)

Conservó Noé la memoria del Diluvio, y sucesos antecedentes en la Ara, o Piedra en la cual los esculpió al salir del Arca: sus descendientes los hijos de Set, en columnas de mármol, y ladrillo: (6: Beroso lib. I. cap. 4. Beut. Par. I. cap. 2. Josepho de Antiq. Lib. I cap. 4.)

Los Persas, Medos, Egypcios (egipcios), Caldeos, y Asirios, en la Hierva (hierba) Papirus (papiro), en pergaminos, y en tablas de hierro, y bronce: los griegos, romanos, cartagineses, y otros, solícitos cuidaron eternizar la memoria de los hechos de sus paisanos con piedras, mármoles, y bronces, en pirámides, y obeliscos, dejando la relación de los sucesos en general, y particular en sus Anales: (7: Ester. 6. Aulo Gelio noc. Atic. Lib. 3. Tulio 2. Ret. Tácito Anales.)

Y hasta los Alarabes (árabes, alarbes) (siendo nación tan bárbara) tuvieron en Razis, y Anafange, sus analistas; pero lo que en estas naciones fue vanidad culpable por el fin, en los católicos fue obligación debida para el acierto, y para no apartarse de la senda de la verdad, y para que con la noticia de las cosas pasadas queden prevenidos los hombres en las venideras; por esto nuestro Señor por San Juan cap. 5. dijo a los Judíos que mirasen las Escrituras.

El cuidado de todas las naciones más políticas de Europa, como españoles, italianos, alemanes, franceses, y otros, “però jamàs” escribir, contenta con las Escrituras, y Privilegios que conserva en sus Archivos, y en las aprobaciones de los Soberanos Oráculos de los Serenísimos Reyes, que en ellos se guardan para crédito de sus Vitorias, y Proezas, (que es cierto lo es) pero no para el Universal Teatro del Orbe.

Advirtiendo ocultas las noticias de tales testigos, y que las acciones de la Nación Catalana, sólo se hallaban como en bosquejo en sus fragmentos, y en los extranjeros, por falta de noticias, o por el afecto minoradas, disimuladas, o equivocadas; y habiendo leído a unos, y a otros, y advertido cuanto se minoraba, y menoscababa el crédito de la Nación, anhelaba mi afecto dar a la luz, lo que advertía como en sombra, aunque me detenía la gravedad del empeño; pero movido de un mal formado Librillo de un Canónigo de París que tiznaba el crédito de la Nación en uno de sus mayores hechos, y de mayor crédito que fue la gloriosa defensa de Barcelona en el asedio por los franceses año 1697, diciendo que a instancias de los paisanos entregaron la Plaça los Generales, (siendo tan evidentemente falso, pues delante de las más políticas, y belicosas Naciones del Orbe manifestaron su valor, y constancia, declarando no convenir en la entrega, ni haber llegado el tiempo de ejecutarla, como constará de la auténtica relación en el tomo tercero en el año 1697.) con el favor divino, me pareció preciso, y muy de mi obligación, no sólo dar escarmiento al mal ideado volumen, si también manifestar al universal Teatro del Orbe las noticias, y progresos gloriosos de la Nación Catalana desde la primera Población de la Provincia hasta el presente año 1709, para que se advierta, y mire como en espejo el atento, recto, valeroso, y constante obrar de la Nación, y se infiera que no ha admitido escoria, ni liga tan fino metal, y que jamás la ha podido admitir. (8: Victor. Lib. 38. var. lecti. Res gesta ideò literarum monumentis consecrantur, ut ab oblivionis injuria, & ab invidorum morsibus vindicentur.)

Es tan dilatado el asunto, y copioso lo que debo referir que pedía muchos, y dilatados volúmenes; pero por no molestar, y para no omitir la relación de los sucesos, he elegido el estilo lacónico, y formar un Resumen breve de los sucesos de mayor nota, eclesiásticos, y seculares, con la relación de los hechos, y vidas de los eminentes, e ilustres varones, que en santidad, armas, y letras, esmaltaron con su glorioso obrar el oro de esta provincia, y de las reliquias, e invenciones prodigiosas de las imágenes de nuestra Señora, dividiéndolo en tres Tomos, que es a lo que se ha podido reducir (no sé si con acierto.)

(9: Séneca Epist. 39. Comentarios quos desideras diligenter ornatos, & in angustum coactos componam, sed vide ne plus profectura sit oratio ordinaria, quam haec quae nunc vulgo breviarium dicitur, olim cum latinè loqueremur sumarium vocabantur. Orat. Dum brevis esse cupio obscurus fio.)

Consagrando el primero a Jesús Dios, y Señor nuestro Crucificado: El segundo al Rey nuestro Señor: Y el tercero al Principado de Cataluña, para cumplir con la obligación de Dios, Rey, y Patria, que à (ha) sido el fin de mis tareas.

Siendo Catalán, y natural de Barcelona parece debía escribir esta obra en el Catalán Idioma; pero para que se dilaten las noticias, y por los papeles, y libros que en la Centuria de 1600 se han escrito en Idioma Castellano, desdorando algunas acciones de Cataluña; debiendo manifestar su equivocación, no puedo escusar (excusar) la respuesta en la Lengua Castellana, para que igualmente se entienda el cargo, y la defensa, la equivocación, y la verdad; que para asegurarla en dicha Centuria, y en las antecedentes, me he valido de las Escrituras auténticas, Privilegios, Actos de Cortes, Relaciones de los Serenísimos Señores Reyes, y de los Dietarios, y Libros del Real Archivo de Barcelona, del de la misma Ciudad, del de la Deputación (Diputación), que es el del Principado, de Lerida (Lérida), de Tortosa, de Perpiñan (Perpiñán, Perpignan), y de las demás Ciudades, y Villas del Principado; no omitiendo registrar por mí, o por sujetos de todo crédito los referidos, como también los de las Iglesias, y Conventos, y en falta de esto apadrinan la verdad que refiero autores extranjeros, y faltando estos me asisten los Catalanes en las relaciones de su tiempo: (10: Beyerlinc. Teat. Vitae Humanae. Tu nihil magnum finis interire nil mori clarum patens reserva posteris nostris monumentae scaecli condita libris sola fucatis variare dictis, paginas nescis sed aperta quidquid. Veritas prodit rè sine per avum simplice penna. Quintil. Lib. 10. inst. Cujus proprium est vera sine ostentatione scribere. Estrabon lib. I. Geor. Honestè factis veritas suficit.)

Omito autoridades cuando admiten todos lo que refiero: al margen por números, hallarás las escrituras auténticas que aseguran mi narrativa, y a la fin de los capítulos los sujetos, y familias que ha podido advertir mi desvelo, haber concurrido en las Conquistas, y hazañas, designados por el mismo Abecedario: no dudo faltarán muchos que con sus proezas ilustraron a su Patria: no haberlo advertido fue poca diligencia, y cuidado de los Antiguos, y no culpa mía, como tampoco lo es haber omitido algunos de nuestro tiempo, por no noticiármelo, por más que lo he solicitado.

Podrás advertir, que la relación que emprendo, como la escribo por Anales, si no puedes hallarla cumplida en el primer año, la podrás buscar en el año que se ejecutó la conclusión del hecho, por el índice alfabético, quedando enteramente satisfecho en lo que te importará entender, hallando consuelo en tus deseos.

Podrás también notar que en el primer tomo escribiendo de la segunda población de España después de la Seca de 26 años, y tres de la lluvia no aseguro año, y no se debe reparar en tres más, o menos que comenzase a poblarse, porque en tal variedad de autores, y en cosa tan antigua no es fácil hallar verdad constante. También en este mismo tomo hablando desde Tubal hasta Abidis primeros Reyes de España, fundo la relación en la tradición confirmada con todo el torrente de los autores españoles, y de otras naciones; omitiendo satisfacer al P. Mariana tom. I. lib. I. cap. 7, que duda de algunos; porque no hallo razón para la duda; ni para asegurar el crédito hallo más que la autoridad de los autores que cito en las relaciones de los hechos de los primeros Reyes, y las mismas palabras del P. Mariana al fin de dicho capítulo, que son las siguientes:

No me atrevo a reprobar lo que graves autores testificaron, y dijeron. Suplícote adviertas, y corrijas los defectos de método, locución, y los demás que no habré comprendido, y añadas noticias a lo que refiero si las hallas mejores, disimulando las faltas por los efectos de mi fina voluntad. VALE.

Protesta del autor.

Obedeciendo gustoso a los Decretos Apostólicos, y particularmente a los del Sumo Pontífice Urbano VIII, expedidos en la Sagrada Congregación de la Santa, y General Inquisición Romana en 13 de Março del año 1625, en 5 de Junio de 1631, y en 3 de Julio de 1634, acerca de los que escriben vidas, milagros, revelaciones, y otros beneficios divinos de personas que murieron con fama de Santidad, y no están Canonizadas, ni Beatificadas; en la relación, y noticias de los Varones Insignes en santidad, y hablando de sus virtudes, martirios, milagros, profecías, revelaciones, y otros divinos beneficios, y en los términos de gracia, y gloria, y otros semejantes que uso calificando, y aplaudiendo sus acciones, no quiero, ni es mi intento tampoco, se les dé más crédito, y autoridad, ni tengan otro sentido, que el que se debe a una sencilla fé humana, falible, y no aprobada, ni calificada por Santa Iglesia (Catholica) Católica Romana, menos escribiendo de los Santos Canonizados, y de lo aprobado por la Santa Iglesia; y assi mismo protesto que no es mi intención calificar de Santos, o Bienaventurados a las personas que no lo están por la Iglesia: y cuando uso del título de Santos, y Bienaventurados, no lo tomo en la propria, y rigurosa significación que induzga (induzca) culto, sino en la vulgar, con que a las Personas pías de más aprobada, y cuidadosa vida, aún viviendo las suelen llamar Santas.


Fee (Fé) de erratas.

Pag. 5, columna 1, lin. 19. Varueserias, lee Varvessorias.

Pag. 9, col. 1, lin. 17 & pag. 12, col. 1, lin. 13. Ametistes, lee Ametistos.

Pag. 12, col. 1, lin. 39. Puente, lee Puerta.

Pag. 33, col. 2, lin. 9. Jugo, lee yugo.

Pag. 79, col. 2, lin. 39. Govern, lee governó (gobernó).

Pag. 83, col. 2, al margen. Sertorio, lee Cayo Annio.

Pag. 86, col. 2, lin. 4. Mauscrito, lee manuscrito.

Pag. 94, col. 1, lin. 12. Dieron zelo, lee dieronsela (se la dieron).

Pag. 96, col. 2, lin. 37. Virgen, lee virtud.

Pag. 101, col. 1, lin. 14. Madre Dios, lee Madre de Dios.

Pag. 154, col. 1, lin. 6. Dol, del.

Pag. 249, col. 1, lin. 43. Arrastró, lee arrostró.

Pag. 266, col. 1, lin. 42. Quatra, lee quatro (cuatro).

Pag. 288, col. 2, lin. 13. Almarà, lee Almatà, 

y en el margen, y sumario, pag. 290, col. 2, lin. 16. Celiberia, lee Celtiberia. 

Pag. 290, col. 2, lin. 51. Año 114, lee 1014.

Pag. 154, col. 1, lin. 5. Barcolona, lee Barcelona.

Pag. 314, col. 2, lin. 18. Año 1160, lee 1190.

Pag. 318, col. 1, lin. 22. Alemany, lee Aleman (Alemán).

Pag. 325, col. 1, lin. 5. Dulce, lee Almodis.

Pag. 331, col. 1, lin. 39. De Torá, lee del Tura. 

Pag. 331, col. 2, lin. 31. De Lermens, lee Termens.

Pag. 352, col. 1, lin. 51. Postuma, lee Castuma.

Pag. 352, col. 1, lin. 52. Adea, lee Aldea.

En el prólogo pag. 3, lin. 35. Prozeas, lee Proezas.


Tabla de los capítulos contenidos en este primer tomo.

(Se omiten las páginas)

Libro 1.

Cap. 1. De la fundación, nombre, división, y límites de Cataluña, y de la división de España, y Francia.

Cap. 2. De los montes de Cataluña.

Cap. 3. De los ríos, fuentes, y estanques particulares de Cataluña.

Cap. 4. De las minas de Cataluña, y de algunas cosas particulares.

Cap. 5. De algunos baños particulares, y de las continuas maravillas del cielo en Cataluña: de su abundancia, y fertilidad.

Cap. 6. De las imágenes de la Virgen, que ha manifestado milagrosamente el cielo en esta Provincia, de cuyas invenciones no se ha podido hallar el tiempo.

Cap. 7. Refiérense las reliquias de los cuerpos de los santos extranjeros, que se hallan venerados en esta Provincia, a más de los naturales, y forasteros, de cuyas vidas, y traslaciones se hallará noticia en los años que sucedieron, por el discurso de esta obra.

Cap. 8. De los hospitales en suma de esta Provincia, y de los Conventos, y Prioratos, de cuya fundación se ignora el tiempo, con la de los que en este tiempo están derruidos.

Cap. 9. De la militar orden de San Juan Bautista, su fundación, aumento, encomiendas, y prioratos en Cataluña.

Libro 2.

Cap. 1. De Tubal primero Rey.

Cap. 2. De Hibero segundo Rey, y de sus hechos. (Ibero, Ebro)

Cap. 3. De Jubala tercero Rey.

Cap. 4. De Brigo cuarto Rey, y de sus obras.

Cap. 5. De Tago quinto Rey.

Cap. 6. De Beto seto Rey.

Cap. 7. De Deabo africano, nombrado Gerión, séptimo Rey.

Cap. 8. De los Geriones, octavos Reyes.

Cap. 9. De Hispalo, noveno Rey.

Cap. 10. De Hispan décimo Rey. 

Cap. 11. De Hércules Líbico undécimo Rey.

Cap. 12. De Hespero duodécimo Rey.

Cap. 13. De Atlante décimo tercio Rey.

Cap. 14. De Sicoro décimo cuarto Rey.

Cap. 15. De Sicano décimo quinto Rey.

Cap. 16. De Siceleo décimo sexto Rey.

Cap. 17. De Luso décimo séptimo Rey.

Cap. 18. De Sicalo décimo octavo Rey.

Cap. 19. De Testa décimo nono Rey.

Cap. 20. De Romo vigésimo Rey.

Cap. 21. De Palato, o Palatuo, vigésimo primero Rey.

Cap. 22. De Heritreo vigésimo segundo Rey.

Cap. 23. De Gorgoris vigésimo tercio Rey.

Cap. 24. De Abidis vigésimo cuarto Rey.

Libro 3.

Cap. 1. De la división de Cataluña en diferentes pueblos, o provincias.

Cap. 2. Como se despobló España por la sequedad.

Cap. 3. De la población segunda de España.

Cap. 4. De la venida, y poblaciones de los Rodios.

Cap. 5. Del incendio de los Pirineos.

Cap. 6. De la entrada de los Phrigios (Frigios), Phenisses (Fenicios), y del valor de Theron Catalan.

Cap. 7. De la venida de los Egipcios, y del valor de Theron.

Cap. 8. De la venida de diferentes naciones hasta la peste, y segunda Seca de España.

Cap. 9. De la hambre, peste, y segunda sequedad de España.

Libro 4.

Cap. 1. De la venida de los marselleses: fundación de Ampurias, y como dilató su dominio Cartago en España.

Cap. 2. Noticias en Cataluña de los romanos, a quien favorece: pasa a Cataluña Amiclar, y guerra contra Betulones, y otros: y embajada a Alejandro Magno.

Cap. 3. Fortifícase Barcelona: guerra de Betulones: pasa Aníbal a Ampurias: batalla, y muerte de Amiclar.

Cap. 4. Pasa Aníbal a Cartago, y esta nombra general de España a Asdrúbal: paz de Roma, y Asdrúbal: división primera de España: gobierno de Aníbal, y oposición de Cataluña.

Cap. 5. Viene Gneo Scipion (Escipión) a Cataluña, amistades que logra, y lo que ejecuta: vence a los de Cartago con el favor de Cataluña.

Cap. 6. Victorias de Escipión, destrucción de Atanagria, y Ausa, y prodigios.

Cap. 7. Victorias de Escipión asistido de Cataluña, que se defiende del Cartaginés, y guerras de Indíbil, y Mandonio Catalan.

Cap. 8. Ocupadas, y demolidas Cartago vieja, y Rubricata, vencido Asdrúbal, y otros muchos lances.

Cap. 9. Vencen los catalanes, y romanos a Asdrúbal Calvo: ilústrase Tarragona, y excelencias de Barcelona.

Cap. 10. Derrota, y muerte de los Escipiones, su sepulcro: venida de Nerón, y del hijo de Escipión: rendimiento de Cartagena. (Cartago nova)

Cap. 11. Valor, y cortesía de Escipión con las mujeres que se hallaron en Cartagena.

Cap. 12. Victorias de Escipión: ajústanse las Provincias de España a la Citerior, nómbranla Tarraconense: guerras de Cataluña.

Libro 5.

Cap. 1. Guerras en Cataluña contra romanos, hasta la venida del cónsul Catón.

Cap. 2. De la venida del cónsul Catón, y sus guerras en Cataluña.

Cap. 3. Guerras de Catón en Cataluña, con sus pueblos hasta que se concluyó la paz, y vuelta de Catón a Roma.

Cap. 4. Guerras en Cataluña de romanos: gobierno de ellos hasta el año 169, antes de Cristo: privilegios concedidos por los romanos: trátase de la fundación de Calaf.

Cap. 5. De los cónsules, pretores, procónsules, y legados que vinieron a Cataluña hasta el año 100 antes de Cristo, y de los sucesos, y victorias de Catalanes contra los Cimbrios.

Cap. 6. Guerras en Cataluña contra romanos, y Sertorio: Y a favor de Sertorio hasta su retirada a África: nota de Spurio Pompeyano, de la piedra de su sepulcro.

Cap. 7. Guerras de Cataluña en defensa de Sertorio, y de este contra Pompeyo, hasta la muerte de Sertorio: trofeos de Pompeyo por sus victorias: vuelve a Roma: favorece a Cataluña: estatua que le consagró Manresa: edificios de este tiempo de esta ciudad, y argollas de Atalavaca, y otras.

Cap. 8. Del gobierno de Cataluña hasta el año 52 antes de Cristo: de la fundación del templo de Esculapio en Barcelona: memorias de Aulo Mevio de Vique: y guerras en Ruisellon (Rosellón).

Cap. 9. Entran los capitanes de Pompeyo en Cataluña: Fabio capitán de César les vence, y hace retirar a Lérida: entrada de César, y hechos de Fabio.

Cap. 10. Viene César a Lérida, pone asedio a la ciudad: encuentros con los dos ejércitos, hasta que concordaron César, y Afranio, por causa de la falta de agua del ejército de Afranio, y muerte de Pompeyo.

Cap. 11. Entran los hijos de Pompeyo en España, les defiende Cataluña: vuelve César, y les vence: ocúltase Sexto Pompeyo en Cataluña: muerte de César, que hizo colonia a Tarragona, y a Ampurias.

Cap. 12. Pasa Sexto Pompeyo a Roma: guerra en Cataluña de los Ceretanos, y Salusios contra Octaviano: principio de la cuenta de la Era del César: y destrucción del templo de Bona.

Cap. 13. Reside en Tarragona Octaviano: confírmala colonia: conságranle templo: concluye la fábrica del castillo Octaviano: nombra colonia a Barcelona, y municipal a Lérida: firma, y decreta el edicto para registrarse el orbe, en Tarragona: vuélvese a Roma, y hace nuestro Señor milagro en Gerona.

Libro 6.

Cap. 1. Del santísimo nacimiento en la noche: participa España de la claridad, y en el día aparecen tres soles: refiérense los hechos de Augusto hasta su muerte: de la venida a esta provincia del cuerpo de San Forcián, y háblase de los Santos Inocentes.

Cap. 2. Sucesos de Tiberio hasta su muerte: van de Cataluña a visitar a nuestro Señor, y a su santísima madre, que recibe bajo su patrocinio a España: en Cataluña se adoraba (a) Dios, antes de la venida de los Santos Apóstoles, y de la muerte de Dios nuestro Señor para nuestra salud.

Cap. 3. Del primer gentil que recibió la fé en el santo bautismo, que fue Cayo Cornelio centurión, Catalan: y de las memorias de Tiberio.

Cap. 4. De la venida de nuestro santo Apóstol a Cataluña, y principio de nuestra Santa Fé: de San Ethereo obispo de Barcelona, y de San Agatodoro de Tarragona.

Cap. 5. Del imperio de Calígula, y Claudio: venida de San Pedro: de los santos obispos Teodosio, Víctor, y Aecio: de la venida de San Saturnino (Sadurní): obispado de Roda, y fundación de algunos lugares.

Cap. 6. De los emperadores Nerón, Galba, Otón, Vitelio, y Vespasiano: de San Rufo obispo de Tortosa: venida de San Pablo a Cataluña: templo de Santa Tecla en Tarragona: de San Lucio obispo de Barcelona: de San Hieromeo, y fundación de Gualba.

Cap. 7. De los emperadores Vespasiano, Tito, Domiciano, Nerva, y Trajano: de los Aletos: de los varones insignes de Tarragona, Barcelona, y Tortosa: de San Philoteo mártir de Barcelona, y de San Deodato segundo, su obispo: de los santos Lino, Cleto, y Clemente, pontífices.

Cap. 8. De los barceloneses Lucio Licino Sura, Lucio Licino segundo, y Publio Licino: guerras de Ampurias contra Roma, y muerte de Trajano.

Cap. 9. De Adriano emperador: las gracias que concedió a las ciudades de Cataluña: los hombres insignes que florecieron en esta Era: y de la muerte de Adriano, y martirio de los Pontífices Evaristo, y Alejandro primero.

Cap. 10. De las poblaciones antiguas de tiempo de los romanos que se hallaban aún en Cataluña, a más (además) de las referidas (en el) capítulo 9.

Cap. 11. De los emperadores Antonino Pío, Antonino Vero, y Marco Aurelio: de la villa de Terrassa (Terrasa), y sus hijos Serennio, y Quinto Grannio: de Cecilio Obtato, y Lucio Furio de Barcelona, y de sus obispos: de Cayo Julio Joscho de Tarragona, y de los santos Bonoso, y Maximiano de Blanes, y de Mequinensa: martirio en Manresa de San Lucio obispo: de los santos diáconos Absalon, y Largo, y de los santos Pontífices, Sixto primero, Telesphoro, Higinio, Pío primero, Aniceto, Soter, y Eleuterio.

Cap. 12. De los emperadores desde Commodo hasta Maximino: de los obispos de Barcelona hasta San Severo primero: de las fundaciones de Albià, Albi, y Albiol: de San Andeloto: de los santos Pontífices Víctor, Seferino, y Calixto.

Cap. 13. Martirio de San Magino: destrúyese el templo de Venus de Monserrate: de los emperadores desde Maximino hasta Decio: memorias de Philipo (Filipo, Felipe), y fundación de San Martín de Gerona: de San Ponciano, y de San Antero Papa.   

Cap. 14. De los emperadores desde Decio hasta Valeriano, y Galieno: de los santos mártires Luciano, Marciano, Fructuoso, Augurio, Eulogio, Verona, y Senon: cual fue Cervera: guerra en Cataluña contra alemanes: de San Fabiano Pontífice, y mártir: y de San Cornelio.

Cap. 15. De los emperadores, desde Aureliano, hasta Diocleciano: de San Licerio, de San Estefano (Esteve, Esteban, Stephanus) Papa, de San Sixto, de San Dionysio (Dionisio), de San Félix, y de los santos mártires Severo primero, cuatro clérigos, Emeterio, Celio, y Rústico: salen los alemanes de Cataluña: memorias de Caro, y Carino en Tarragona que la reedifican: y de Lucio Pontífice.

Cap. 16. De San Vicente de Colibre: de San Feliu Apóstol de Gerona: de San Narciso, y de San Feliu su diácono: de San Invento, y 360 mártires de Gerona: de San Román, San Invento, San Horoncio, Aquilina, Víctor, Germán, Paulino, Justo, y Suylo (Suilo): de San Emeterio, y San Celedonio, y de su traslación: de San Salidonio (Celedonio, Salidonio, Celoni), y de San Avito: de los discípulos de San Narciso, y de su traslación a Gerona: de San Flamidiano: de la invención (hallazgo) de algunos Santos Cuerpos: de San Eutichiano: y de las Santas Formas de Gerona.

Cap. 17. De nuestra invencible capitana, ilustre heroína, y protomártir Santa Eulalia.

Cap. 18. De San Feliu de Barcelona, de Santa Julia, de los santos Fileto, Leda, sus hijos, y cincuenta y cinco mártires de Barcelona, y de San Cucufate (Cugat).

Cap. 19. De las santas Juliana, y Simproniana de Barcelona: de San Sergio, y San Anastasio, y 73 mártires de Barcelona: de San Prudencio de Tarragona: de San Ponce, de San Sixto, y de San Eovaldo de Ampurdan: de San Marcelino, de S. Engracia, y S. Calamanda: fin del imperio de Dioclesiano: de Constantino.

Cap. 20. De Constantino Magno: primer Concilio de España, en Colibre: elección de (Arçobispados) arzobispados, y obispados: fundación de Constantí, y la Selva: reedificación de Elna: de San Marcos.

Cap. 21. De los santos Severo, Ponciano, y Senadino de Barcelona: de los santos obispos de Vique, tres Justos, Euterio, y Lázaro: de San Pretexato obispo de Barcelona: del Santo Pontífice Dámaso: de los emperadores, de Juliano hasta Teodosio: de Santa Marina: de San Valentino.

Cap. 22. De Himerio arzobispo de Tarragona, y su consulta al Papa: de San Paciano, Lucio Dextero, Ripario, Desiderio, y Sisino: de Santa Cerenilla, y San Marciano de Barcelona: del hereje Vigilancio francés, y de Valente, y Teodosio emperadores.

Cap. 23. De San Lampidio obispo de Barcelona, San Paulino, y Santa Terasia (Teresa): muere Teodosio, y suceden Arcadio, y Honorio: discípulos de San Agustín en Barcelona: fundaciones de conventos del Carmen, San Antonio, y San Agustín: de San Olimpo, de Barcelona: entrada de los vándalos: defienden los Catalanes al imperio: de Santa Cordula, y Santa Candia: de San Dalmacio, y de San Marco Máximo: de Siricio.

Cap. 24. Guerras de Máximo, y Geroncio, opónenseles los Catalanes: mátase Geroncio: destruyen los vándalos a Tarragona, crece Barcelona, y quedan los Alanos en Cataluña.

Libro 7.

Cap. 1. Origen de los Godos: sus expediciones hasta entrar en Cataluña: donde elige Corte a Barcelona Athaulpho (Ataúlfo : Adolf : Adolfo): fabrica el Real Palacio: y funda su Monarquía.

Cap. 2. De Ataúlfo: de su sepulcro: de Sigerico, y Vvalia (Walia) Reyes Godos: de Paulo Orosio, y de los dos santos sacerdotes Avitos de Tarragona: de San Bonifacio, y San Paulo de la misma ciudad: de San Sixto, Sosimo, y Bonifacio.

Cap. 3. De los Reyes Theodoredo (Teodoredo), Turisimundo, y Theodorico (Teodorico): vencen los Catalanes a Atila: de San Nundinario obispo de Barcelona: Cisma en Barcelona, y Cisma, y Concilio General en Tarragona: es reedificada: vida de San Vidal de Gerona: de San Honorato, San León, y San Sixto.

Cap. 4. De los reyes Teodorico, y Eurico: de San Severo segundo obispo de Barcelona, en cuyo tiempo se formaron las Leyes Góticas: de San Segismundo, fundación de su iglesia, y de San Marçal: de San Simplicio Papa natural de Barcelona, y de San Ascanio.

Cap. 5. De Alarico, y pérdida de su Reyno: vida de Gesaleico tirano, y de Amalerico: Juan arzobispo de Tarragona: Concilios de Tarragona, Gerona y Lérida: Letanías en Cataluña: bayles (bailes): de San Orencio arzobispo de Tarragona, de San Emiliano de Libia, y de San Paladio: de los Pontífices Félix III, Gelasio, y Anastasio.

Cap. 6. Del santo obispo de Barcelona Paternio: de los santos de Gerona Justo, Justiniano, Nebridio, y Elpidio: de San Justo de Vique: de los Concilios de Valencia, Zaragoça (Zaragoza), y Barcelona: martirios de la reina Clotilda: muerte de Amalarico: de San Gaudioso de Tarragona: Juan primero.

Cap. 7. De Theudio: victoria de los catalanes: vienen los monjes de San Benito a visitar a San Narciso: fundación del convento de Monistrol: milagros de las fuentes: de Agila, y Atangildo: de San Nasario, y Bonifacio.

Cap. 8. De los reyes Luyva, y Leovigildo: de los príncipes San Hermenegildo (Armengol), y Recaredo: raros prodigios, y persecución contra la iglesia: martirio de San Hermenegildo: de San Ascanio segundo, de San Juan, y del santo obispo Dominio: fundación de Ripoll: milagro de las fuentes: muerte de Leovigildo.

Cap. 9. De Recaredo católico rey, tuvo su Corte en Tarragona: vencen los Catalanes a los franceses: confírmase el primer Concilio de España en Colibre: Concilios de Toledo, Zaragoza, y Barcelona, que es Metrópoli de los Godos: residen en ella los ministros: principio de los Duques, y Condes, y del castigo de los Açotes (azotes). 

Cap. 10. De los reyes Luyva, y Vviterico (Witerico): fundación de San Pedro de Roda, y venida de las santas reliquias: de los reyes Gundemaro, Sisebuto, Recaredo, y Suyntila: Concilios de Toledo, Barcelona, Egara, y Tarragona: de San Nonito, de Pedro obispo de Lérida, de Liberato natural de Gerona, y de San Gregorio Magno.

Cap. 11. De los reyes Sisenando, Cintila, Tulga, y Chindasvinto: Concilios en Toledo, y sus decretos: de San Severo III. Antigüedad del título de católicos en los Reyes de España: fundación de Centellas: antigüedad de Tarragona: nota de si ha tenido obispo Manresa: de Isabel Joyense.

Cap. 12. Como Tarragona, y no Toledo, es Primada de las Españas: fúndase en razón, y se satisface a las dudas.      

Cap. 13. De los reyes Recesvinto, y Vvamba (Wamba): fundación de Requesens, y memorias en Cataluña de Recesvinto: de Quiricio obispo de Barcelona: eclipse del sol en España: guerras contra navarros, y contra Paulo: asegúrase el buen proceder de Cataluña: de los Papas Martino, Eugenio, Vitalino, Deodato, y Domno.

Cap. 14. De los reyes Ervigio, Égica, Witiza, y Rodrigo: de San Cypriano (Cipriano) de Tarragona, y de San Idalio de Barcelona: de Berenguer, y Guillermo, obispos de Barcelona: principio de la pérdida de España: de Agato, León, Benedicto, y Juan pontífices.

Cap. 15. De la pérdida de España: muerte de Rodrigo: conquistas de los Moros: de como se defendieron Tortosa, Lérida, Tarragona, Barcelona, Livia, y Puigcerdan: de los lugares de Cataluña, que no se sujetaron a los Moros: de los tributos que pagaban los lugares abiertos: pondérase el valor Catalan (catalán): escóndense las santas imágenes: milagro en las monjas benitas.

Libro 8.

Cap. 1. Prosiguen en los Moros sus conquistas: oposición de los catalanes, retirados en los lugares fuertes: embajada a Carlos Martel, su socorro, y guerras hasta la venida de Otger: de San (santa) Celeriana: de nuestra Señora de Salgar.

Cap. 2. Entrada de Otger, y nueve barones: principio de sus proezas, aseguradas con la tradición, escrituras antiguas, y autores extranjeros.

Cap. 3. Del origen del nombre de Cataluña: de llamarse Principado, y del idioma, crédito, y estimación en las historias extranjeras, y en la voz de sus Señores.

Cap. 4. Victorias de Otger Gotlant (Catalon según Bofarull), cerco de Ampurias, y de su muerte: sucede Dapifer, de sus victorias, y forma de gobierno: de las fundaciones de iglesias, y división de las tierras adquiridas.

Cap. 5. Estado de Cataluña: varias recuperaciones de Barcelona por los catalanes: entra Carlo Magno en Cataluña: sus victorias: epítome de su santa vida: pruébanse sus entradas: fundación de Arles, refiérense sus reliquias.

Cap. 6. Asisten los catalanes a Carlos para cobrar a Narbona: entra a Cataluña: sujeta hasta Gerona: milagros sucedidos: victorias de Carlos, y de Benito de Cabrera con los paisanos: recuperación de Barcelona: fundaciones de Carlos: convento de San Daniel, y Valle de María, y su manifestación: de nuestra Señora del Coll. (Collado, Puig, Pueyo, podium.)

Cap. 7. De Félix obispo de Urgel: pérdida de Barcelona, Gerona, y Vique: recuperación de Gerona, y Barcelona: victoria de Carlos, y sus fundaciones en las dos entradas: victorias, y trabajos de Barcelona, y reedificación de San Feliu.

Cap. 8. Invención de la santa imagen de la virgen de Vilalleons: de San Emerio, y santa Cándida: estado de Cataluña, que elige a Carlos: sujétasele Zatto: recuperan los catalanes a Barcelona: vuélvese a perder: entra Ludovico: llama a toda Cataluña, que le nombra Señor. 

Cap. 9. De la última restauración de Barcelona por los catalanes, presente Ludovico Pío; al cual admiten gustosos: del gobierno de Barcelona, y de algunos particulares servicios: fundaciones de Ludovico.

Cap. 10. Invención de la santa imagen de nuestra Señora de Mongrony: fundación de San Justo, y Pastor, y de San Pedro de Barcelona: victorias de Ludovico: confirma los obispados: elige condes, vizcondes, nobles, varvesores, barones, vegueres, bayles (bailes), y senescal: asegúranse, y señálanse los distritos de Cataluña.

Libro 9.

Cap. 1. Parte Ludovico a Aquisgrán (Aachen, Aix-la-Chapelle), elige gobernador de Barcelona a Bera: de sus victorias, y acusación: elección de Bernardo: victorias de Armengol conde de Ampurias: quejas de los catalanes: privilegios de Ludovico: reedifícanse los conventos de Gerri, y San Ginés de las Fuentes: fundación de San Quirse (Quirze).

Cap. 2. De los hechos de Ludovico Pío hasta su muerte: de los de Bernardo gobernador de Barcelona, y de su muerte: proezas de los catalanes en defensa de su Patria, y de Ludovico (Lluís, Lluïs, Luis, Ludwig).

Cap. 3. De San Wistremiro: de la invención de la imagen de nuestra Señora de Obach: de Guillermo hijo del conde Bernardo: entréganse los catalanes a Carlos Calvo: concédeles privilegio que lo declara: y nombra conde gobernador a Wifredo de Arria.

Cap. 4. Defiéndense los privilegios de Ludovico Pío, y Carlos Calvo, de la calumnia de la Idea de Cataluña: y todos los privilegios, del engaño de Cataluña desengañada.

Cap. 5. De Wifredo primero conde de Barcelona: su muerte por traición de Salomón, al cual mató Wifredo segundo: victorias de los catalanes, y muerte peleando del obispo Cruilles: valor de Bernardo conde de Ribagorça (Ripacurtia, Ribagorza): háblase de la victoria, y muerte del Dragón: y fundación de Ovarra (Obarra).

Cap. 6. Gobierno de Wifredo, sus victorias en Francia, y vuelta a Barcelona, con la concesión del condado en feudo honroso: dale las Armas el Emperador: y se defiende esta verdad, de la novedad.

Cap. 7. Victorias del conde Wifredo contra los Moros: sácales de sus tierras: favores de nuestra Señora: invención, y primera traslación del cuerpo de Santa Eulalia: reedificación de Manresa.

Cap. 8. Victorias, y muerte de Borrell, o Wifredo II, milagrosa invención de la Virgen de Ripoll: fundación de iglesias, y conventos de San Juan de las Abadesas, y de Monserrate: invención de la Santa Imagen: vide (vida) de fray Juan Guarín, y de San Julio: nuestra Señora de Foix.

Cap. 9. De Wifredo Borrell: de Miron, y Seniofredo (Suñer, Sunyer) condes de Barcelona: de Suñer conde de Urgel: reedifícanse San Pablo del Campo, y los castillos de (Olerdula) Olérdola, y Solsona: victorias de los catalanes: asegúrase haber defendido a España: varias fundaciones, de Santa Ana de Barcelona, de la O, de Campredon, y de Roda.

Cap. 10. Elección de Borrell, y exclusión de Cabreta, del condado de Barcelona: motivo del viaje de Borrell a Roma: consigue la unión del arzobispado de Tarragona al obispado de Vique: pérdida, y recuperación de Barcelona: victorias en Aragón, y Castilla: varias fundaciones.

Cap. 11. Victorias del conde Borrell: pérdida de Barcelona: déjanla los Moros: muerte de Borrell: sus hijos, y mujeres: de sor Matrall, de San Eudaldo, y San Pancracio: iglesias de San Saturnino en Urgel, de Olérdola, de Santa María de Linares (Llinars), y del Pino (Pi) de Barcelona.

Libro 10.

Cap. 1. Victorias de Raymundo Borrell conde de Barcelona, que sucedió a su padre, y de Armengol conde de Urgel: nuestra Señora de Almatà: victoria de Osma: guerras de Castilla: entran los Moros en Cataluña, son vencidos en Cerdaña, y Albesa: victorias en (Cordova) Córdoba: convento de Canigò: venida de San Galderique.

Cap. 2. Reedifica, y asiste Borrell a las iglesias: vida, y muerte del santo Abad Otón: martirio del abad Juan, y once monjes de San Cucufate: reedifícase la iglesia de Elna: martirio, y traslación de las santas Eulalia, y Julia de Mérida: reedifícase la iglesia de San Pedro: de las iglesias de Santa María de Egara, y de San Adrián de Besòs: reedifícase Besalú: erección de obispado: convento de San Juan de las Abadesas: alabanzas de Barcelona: muerte del conde Raymundo: soberanía del condado de Barcelona.

Cap. 3. De Berenguer Borrell conde de Barcelona, sus virtudes, y poco cuidado: fundación de San Cucufate de Barcelona: unión de Monserrate a Ripoll: concordia del conde con su madre: privilegio de Barcelona: vida de San Armengol, y su muerte: del obispo de Barcelona Deodato: iglesias de nuestra Señora del Puerto, y de San Sebastián de Aviñonet: corporales de Ivorra (Iborra): invención de las imágenes de nuestra Señora del buen reposo, y Nuria: adelántanse los Moros: victoria prodigiosa de los catalanes: muerte, e hijos del conde.

Cap. 4. Sucede Raymundo Berenguer I a su padre Berenguer: casa con Doña Isabel: saca los Moros del Llobregat, y Panadès (Penedés, Penitensis), después del Campo: quiere reedificar Tarragona, dala en feudo: reedifica el hospital, y catedral de Barcelona: guerras: ajuste con el de Cerdaña: victorias en Ribagorza: iglesia de Cardona: vida de San Eribaldo: venida de Santa Madrona, de su martirio: fundación de Santa María de Besalú: religión de San Juan.

Cap. 5. Muere Doña Isabel: casa el conde con Almodis: iglesia de San Miguel de Barcelona: asisten los catalanes en las victorias del Rey don Ramiro de Aragón: pleitos con Ermesenda, y concordia: victorias del conde contra los Moros de Aragón: asegura al Campo de Tarragona: fortifica Tárrega: se consagra la iglesia catedral de Barcelona: antigüedad de la iglesia de San Jayme (Jaime): convento de Cervià.

Cap. 6. Victorias de los condes de Urgel, y de Barcelona: de los catalanes en Aragón: conquista de Barbastro: muerte del de Urgel: invención de nuestra Señora de la Gleba: victorias de Arnaldo Miron de Tost: fundación del Archiprestado (arciprestazgo) de Ager: victorias, y conciertos del conde de Barcelona en Francia: población de Perpiñán: admisión del oficio romano: formación de los Usajes: consagración del templo de Solsona: nuestra Señora del Milagro de Balaguer.

Cap. 7. Sujétanse los de los Estados de Francia la (al) conde: sus victorias en Aragón, y en toda España: vence a los Reyes Moros, y se le sujetan: engaño de la historia del Cid: fundaciones de San Pedro de Riudebillas (Riudebitlles), y Santa María de Seròs: muerte, entierro, e hijos del conde: fundaciones de San Salvador de Breda, y San Pol.

Cap. 8. De los condes Ramón (Ramon, aún no se ponía tilde) Berenguer, y Berenguer Ramón: de la muerte de Ramón: de la tutela del niño Don Ramón: victorias de Berenguer, y su defensa: Concilio en Besalú: reforma del Estado eclesiástico: victorias del conde de Urgel: conquista de Toledo, Campo de Tarragona, y Balaguer: victorias en Aragón: reedifícanse Tarragona, y Bañolas: fúndase San Adrián (Adriàn en el original): vida de San Sabino, y muerte del de Urgel, y del de Barcelona.

Cap. 9. Expedición de los catalanes en la Tierra Santa, Suria, y Siria.

Cap. 10. Del conde don Ramón Berenguer III. Sus casamientos: victorias en Cataluña, y Francia: del conde Armengol de Mayeruca: sus victorias en Castilla, y Cataluña: victorias de los catalanes en Aragón, y conquista de Huesca: recupérase Balaguer: fúndanse muchos conventos, e iglesias: recae el condado de Besalú al de Barcelona: fúndanse los conventos de Villabertrán, y Terrassa: háblase de las iglesias del Estany, y Manresa.

Cap. 11. Conquista de Mallorca, y descripción de las Islas Baleares: victoria contra Moros en Llobregat: conquista de Zaragoza: espadas de San Martín, y Vilardell: trátase del Dragón: libra el conde a la emperatriz: San Olaguer obispo de Barcelona, arzobispo de Tarragona, y Legado à Latere: del santo Durán: va el conde a Génova, y Pisa: reedifícase San Pablo: nuestra Señora de Mongrony, de Torà, y Cervià: conquistas de Taraçona (Tarazona), Calatayud, y Daroca: población de Olot.

Cap. 12. Victorias contra los Moros de Lérida, y Tortosa, siendo Legado San Olaguer: ríndese el Rey Moro de Valencia: concordias de San Olaguer, y juramento de fidelidad del conde de Ampurias: vida de San Odón: guerra, y concordia con el de Tolosa: batalla de Corbins: pasa el de Aragón a Cataluña: guerras, y paz con los (Ginoveses) genoveses, y con el de Ampurias: reedifícase Tarragona: entra en la religión de los Templarios el conde, y muere santamente.

Cap. 13. De los Estados de los serenísimos condes de Barcelona, y sus sucesores, que posee la Francia, y como los tiene ocupados; y de los títulos, por los cuales pertenecen a los Católicos Reyes de España.

Cap. 14. De la sucesión del conde don Ramón Berenguer IV, de sus virtudes, y concordias: muerte del Rey de Aragón don Alonso (Alfonso I el Batallador): sucesión de don Ramiro: casamiento del conde con la princesa (más adelante escribe Reyna, de Aragón) doña Petronila: capítulos, y conciertos: venida de los Templarios: unión de los reyes por medio de San Olaguer: de la vida, y muerte del santo: guerras, y concordia en Aragón: invención de nuestra Señora de Misericordia: concordias con el rey de Castilla, y con los Templarios.

Cap. 15. Guerras, y victorias en la Proença (Provenza): muerte del conde Berenguer Ramón: encárgase de aquellos Estados el conde don Ramón, y de su sobrino: sus victorias en Francia, y contra el Rey de Navarra, y concordia: conquista de Almería, donde se halló el plato de esmeralda: milagros de San (Estevan) Esteban, y San Ginés en la libertad de Galcerán de (Pinòs) Pinós, y de Sanferní: reedifican los ángeles la iglesia de San Miguel de Barcelona.

Cap. 16. Conquista de Tortosa: asistencias de Barcelona: privilegios, y gracias concedidas: conquistas de Lérida, Fraga, Mequinenza, y otras: conságranse las iglesias de Lérida, y Gerri: defensa milagrosa de Tortosa por las mujeres: sus privilegios: noticias de varios conventos de canónigos reglares: consúmase el matrimonio del conde, y la reyna: guerras, y concordias en la Provenza: ajuste con Castilla: fundación, y dotación de iglesias en el obispado de Tortosa.

Cap. 17. Victorias en Valencia: ocupa el conde a Borja: nace en Barcelona el príncipe don Ramón (futuro Alfonso II): fundaciones de Santas Cruces, y Poblet: victorias de los catalanes con los Moros de las Montañas de Prades: conquista de Miravet: cesión de los genoveses de la parte de Tortosa: nombran los de Bearne señor al conde: invenciones de nuestra Señora de Parrellas, y de la Aldea: reedifícase Santa Eulalia de Mérida: fúndanse las pabordias (o pavordias) de Barcelona: victorias en la Provenza, Narbona, y Navarra: fundación de Calatrava, y de la religión de San Antonio, &c.

Cap. 18. Sujétase al conde el Rey Moro de Murcia: alianzas con (Ingalaterra) Inglaterra: victorias en Tolosa, y en la Provenza: alianzas con el emperador, que no consigue se quite la obediencia al verdadero Pontífice: vida del santo varón Miron: pasa a Turín el conde: su muerte, milagros, y Testamento: vida, y martirio de San Bernardo de Alzira: donación del feudo de la Provenza, &c. 

Anales de Cataluña, Narciso Feliu de la Peña y Farell, 1709


Tomo primero de los Anales de Cataluña.

Libro 1.

Contiene su población, división, breve descripción de sus montes, ríos, fuentes, baños, minas, y otras maravillas, con la relación de invenciones de imágenes de N. Señora, de los cuerpos santos extranjeros, que la favorecen, y de los conventos cuyas fundaciones se ignoran.

https://liburutegibiltegi.bizkaia.eus/handle/20.500.11938/78007

https://www.cervantesvirtual.com/obra/anales-de-cataluna-y-epilogo-breve-de-los-progressos-y-famosos-hechos-de-la-nacion-tomo-segundo-contiene-los-sucessos-desde-el-ano-de-1163-hasta-los-de-1458--su-autor-narciso-feliu-de-la-pena-y-farell/

https://bibliotecafloridablanca.um.es/bibliotecafloridablanca/handle/11169/6100

https://books.google.com.gt/books?id=x-VAAQAAMAAJ

http://culturahistorica.org/wp-content/uploads/2020/02/sanchez-marcos-feliu_de_la_penya.pdf

http://bdh.bne.es/bnesearch/biblioteca/Anales%20de%20Catalu%C3%B1a%20y%20ep%C3%ADlogo%20breve%20de%20los%20progressos,%20y%20famosos%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20hechos%20de%20la%20nacion%20catalana%20...%20%20:%20%20divididos%20en%20tres%20tomos%20...%20;%20su%20autor%20Don%20Narciso%20Feliu%20de%20la%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20Pe%C3%B1a%20y%20Farell,%20...%20/qls/Feliu%20de%20la%20Pe%C3%B1a%20y%20Farrel,%20Narciso/qls/bdh0000163814;jsessionid=3E861A8EFC48F54934B3E0901ED7EF02

https://www.cervantesvirtual.com/obras/autor/feliu-de-la-pena-y-farell-narciso-39665

https://datos.bne.es/resource/XX886118

https://es.wikipedia.org/wiki/Narc%C3%ADs_Feliu_de_la_Penya

https://dbe.rah.es/biografias/57136/narciso-feliu-de-la-pena-y-farrell

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/287618.pdf

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Pòrtic.

En més d'una ocasió m'he referit a l'alt interès que té l'obra del barceloní Narcís Feliu de la Penya com a símbol de la voluntat de redreçament del país quan les coses han anat malament. A la darreria del segle XVII, i coincidint amb un període de creixents dificultats per mantenir vives i operatives les institucions nacionals de govern, Catalunya havia arribat a una situació econòmica molt preocupant. Un ben perceptible desànim col·lectiu planava damunt de la societat, que havia perdut una bona part de la vitalitat d'altres temps. Sense oblidar tampoc que, en les darreres dècades del segle XVII, Catalunya hagué de fer front a diverses guerres amb França, els exèrcits de la qual es plantaren a les portes de la capital catalana el 1697.

Enmig d'aquest clima difícil, va sorgir la veu i l'acció de Feliu de la Penya, el qual, fent-se ressò de petits nuclis preocupats per l'avenir de Catalunya, va saber promoure accions que permetessin reactivar l'economia del país. L'exemple més significatiu d'aquest desig obstinat de contribuir a millorar les coses va ser el seu llibre Fénix de Cataluña, obra que va ser publicada el 1683. Feliu de la Penya no es va limitar, però, a deixar per escrit les seves propostes de redreçament. Era també un home d'acció, com calia en aquella malaurada conjuntura. Va participar de manera activa en les institucions econòmiques de Catalunya, es va moure a l'exterior, va saber cercar, dins la més dinàmica Europa d'aquell final de segle (els Països Baixos, Anglaterra, França o Alemanya), nous models tecnològics susceptibles d'ésser aplicats a la indústria catalana. Feliu de la Penya va ser, doncs, en certa manera i quan això no era freqüent, un gran europeista.

Fa anys la Generalitat de Catalunya va promoure una nova edició facsímil del Fénix de Cataluña, conscient que, en fer-ho, posava a l'abast dels ciutadans una obra exemplar d'un estudiós i home d'empresa preocupat per les coses de Catalunya. En donar suport, des de la Comissió 1898 del Departament de la Presidència, a una agosarada aventura editorial privada per publicar els tres impressionants volums dels Anales de Cataluña, de Narcís Feliu de la Penya, estem segurs que contribuïm a fer possible que la personalitat d'aquest català exemplar sigui més ben coneguda per aquelles persones interessades a trobar en el passat actituds positives, susceptibles de projectar-se cap al futur.

Perquè Narcís Feliu de la Penya, en produir-se el plet successori que, a la fi, portaria la destrucció violenta de les institucions de govern de Catalunya i un dels més sistemàtics intents d'anorrear la nostra personalitat nacional, va restar fidel al país. Va donar suport, fins a la seva mort, a la causa defensada per la Generalitat i al seu candidat, l'arxiduc Carles d'Àustria, el nostre Carles III, enfront del sobirà imposat per la poderosa màquina bèl·lica de França i Espanya.

Feliu de la Penya, doncs, ens interessa avui. Interessa els historiadors, que trobaran en aquesta obra una informació de gran utilitat en la seva tasca apassionant de reconstruir el passat col·lectiu. Interessa els polítics, perquè va exemplaritzar actituds i capteniments de valor permanent. I interessa, en definitiva, i és el més important, el conjunt de la ciutadania, perquè li ensenya que la lleialtat al país s'expressa tant en la defensa dels seus símbols permanents com també en el treball i l'esforç quotidià que permet avançar i fer front a les dificultats quan aquestes es presenten. Com a president de la Generalitat em plau felicitar aquells que s'han decidit a promoure aquesta magnífica i bella reedició d'una de les obres més emblemàtiques publicades mai a Catalunya.


Jordi Pujol

President de la Generalitat de Catalunya