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La Fresneda: Laura Miravete y Sus Historias

La Fresneda, Laura Miravete y Sus Historias

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La Fresneda: Laura Miravete y Sus Historias
La Fresneda, Laura Miravete y Sus Historias, libro en castellano


English description :

La Fresneda captures the essence of life in a small village in the mountains of Aragon, Spain. Written by a lifetime resident who began recording observations in 1976 as part of a thesis being written by Harvard University anthropologist William Gladstone on the nature of Collective Distrust, La Fresneda is a unique record of the intimate life of a village with a proud and unique history.


Laura Miravete, manos, La Fresneda, Matarraña
No es una foto suya, pronto pondré una


Author Laura Miravete is a keen observer of the life and behavior of all those living in and visiting La Fresneda over the last forty years. Ms. Miravete rarely left her village in those forty years and through her writing was honored as the official historian of La Fresneda. Although suffering from Parkinson’s disease since birth, Ms. Miravete is an accomplished artist as well as writer. Her drawings and paintings add an additional level of intimacy to this delightful collection of memories and stories.

This book will intrigue the casual reader who through its pages can now vicariously visit La Fresneda. Students of Spanish life and culture will be especially appreciative of the portraits and insights shared by a brave and astute woman who never allowed her disability to diminish her ability to live a full and eventful life while becoming a much appreciated source of support for others in her village. 

In addition to the stories and memories there are also poems. These poems capture, as did those of Emily Dickinson, who also focused her entire life around a geographically small village, the deeper reality that is available to those whose attention and awareness increases through careful observation and appreciation of life in a small village.

Laura Miravete was born in La Fresneda , Matarraña, Spain during the poverty years after the Spanish Civil War which existed from the 1940s through the 1960s. Born with Parkinson's disease, Laura was not able to take on the normal work role of assisting with the agricultural tasks which would have been her responsibility. However, Laura was able to fully participate in the life of the village which during her adolesence had fewer than 600 full time inhabitants.

It was not until the late 1970s and beyond that former residents of La Fresneda began returning for festivals and summer vacations. They started to realize the gem of architecture and moutain beauty their native village contained. Houses were renovated, a five start hotel was established (Convent) and at least for the summer months La Fresneda returned to a time of glory and activity.

Throught these transitions, Ms. Miravete continued to write about her village. As an accomplished artist Mr. Miravete was able to capture the beauty of la Fresneda in paintings and drawings. She slowly became recognized for her contributions to preserving the heritage of her town and was officially recognized as the town's historian. Ha sido reconocida como la historiadora de La Fresneda.

Laura continues to live as always has in La Fresneda and will gladly meet with any reader who might choose to visit the town she cherishs. Laura can be contacted via email.

Poemas de Luis de Góngora y Argote

hermana Marica

A Córdoba, soneto

a-cierta-dama-que-se-dejaba-vencer

Góngora, retrato, Velázquez

Góngora, firma, signature, Unterschrift



Aquí entre la verde juncia
Quiero (como el blanco cisne
Que envuelto en dulce armonía,
La dulce vida despide)

Despedir mi vida amarga
Envuelta en endechas tristes,
Y querellarme de aquélla
Tan hermosa como libre.

Descanse entre tanto el arco
De la cuerda que le aflige,
Y pendiente de sus ramos
Orne esta planta de Alcides,

Mientras yo a la tortolilla
Que sobre aquel olmo gime,
Le hurto todo el silencio
Que para sus quejas pide.

Bellísima cazadora,
Más fiera que las que sigues
Por los bosques cruel verdugo
De mis años infelices:

Tan grandes son tus extremos
De hermosa y de terrible,
Que están los montes en duda
Si eres diosa o si eres tigre.

Préciaste de tan soberbia
Contra quien es tan humilde
Que, considerados bien,
Todos los monteros dicen

Que los dos nos parecemos
Al roble que más resiste
Los soplos del viento airado:
Tú en ser dura, yo en ser firme.

En esto sólo eres roble,
Y en lo demás flaca mimbre,
No sólo a los recios vientos,
Mas a los aires sutiles.

Ya no persigues, cruel,
Después que a mí me persigues,
A los ciervos voladores
Ni a los fieros jabalíes.

Ni de tu dichoso albergue
Las nobles paredes visten
Los despojos de las fieras
Que, como a mí, muerte diste.

No porque no gustes de ello,
Sino porque no te obligue
El encontrarme en la caza
A que siquiera me mires.

Los monteros te suspiran
Por todos estos confines,
Y el mismo monte se agravia
De que tus pies no le pisen,

Por el rastro que dejaban
De rosas y de jazmines,
Tanto que eran a sus campos
Tus dos plantas dos abriles.

Haz tu gusto, que yo quiero
Dejar (pues de ello te sirves)
El espíritu cansado
Que mis flacos miembros rige.

Conseguiremos en esto
Ambos a dos nuestros fines:
Tú el de cruel en dejarme,
Yo el de leal en morirme.

Tú, rey de los otros ríos,
Que de las sierras sublimes
De Segura al Oceano
El fértil terreno mides,

Pues en tu dichoso seno
Tantas lágrimas recibes
De mis ojos, que en el mar
Entran dos Guadalquivires,

Ruégote que su crueldad
Y mi firmeza publiques
Por todo el húmedo reino
De la gran madre de Aquiles,

Porque no sólo en las selvas,
Mas los que en las aguas viven
Conozcan quién es Daliso
Y quién es la ingrata Nise.

A Don Fray Pedro González de Mendoza y Silva,

Consagróse el seráfico Mendoza,
Gran dueño mío, y con invidia deja
Al bordón flaco, a la capilla vieja,
Báculo tan galán, mitra tan moza.
Pastor que una Granada es vuestra choza,
Y cada grano suyo vuestra oveja,
Pues cada lengua acusa, cada oreja,
La sal que busca, el silbo que no goza,
Sílbelas desde allá vuestro apellido,
Y al Genil, que esperándoos peina nieve,
No frustéis más sus dulces esperanzas;
Que sobre el margen, para vos florido,
Al son alternan del cristal que mueve
Sus ninfas coros, y sus faunos, danzas.

A DON LUIS DE ULLOA,

Generoso esplendor, sino luciente,
No sólo es ya de cuanto el Duero baña
Toro, mas del Zodíaco de España,
Y gloria vos de su murada frente.
¿Quién, pues, región os hizo diferente
Pisar amante? Mal la fuga engaña
Mortal saeta, dura en la montaña,
Y en las ondas más dura de la fuente:
De venenosas plumas os lo diga
Corcillo atravesado. Restituya
Sus trofeos el pie a vuestra enemiga.
Tímida fiera, bella ninfa huya:
Espíritu gentil, no sólo siga,
Mas bese en el arpón la mano suya.

A DON PEDRO DE CÁRDENAS

Salí, señor don Pedro, esta mañana
A ver un toro que en un Nacimiento
Con mi mula estuviera más contento
Que alborotando a Córdoba la llana.
Romper la tierra he visto en su abesana
Mis prójimos con paso menos lento,
Que él se entró en la ciudad tan sin aliento,
Y aún más, que me dejó en la barbacana.
No desherréis vuestro Zagal, que un clavo
No ha de valer la causa, si no miente
Quien de la cuerda apela para el rabo.
Perdonadme el hablar tan cortésmente
De quien, ya que no alcalde por lo Bravo,
Podrá ser, por lo Manso, presidente.

A DON SANCHO DÁVILA,

Sacro pastor de pueblos, que en florida
Edad, pastor, gobiernas tu ganado,
Más con el silbo que con el cayado
Y más que con el silbo con la vida;
Canten otros tu casa esclarecida,
Mas tu Palacio, con razón sagrado,
Cante Apolo de rayos coronado,
No humilde Musa de laurel ceñida.
Tienda es gloriosa, donde en lechos de oro
Victorïosos duermen los soldados
Que ya despertarán a triunfo y palmas;
Milagroso sepulcro, mudo coro
De muertos vivos, de ángeles callados,
Cielo de cuerpos, vestuario de almas.

A DOÑA BRIANDA DE LA CERDA

Al sol peinaba Clori sus cabellos
Con peine de marfil, con mano bella;
Mas no se parecía el peine en ella
Como se obscurecía el sol en ellos.
Cogió sus lazos de oro, y al cogellos,
Segunda mayor luz descubrió aquella
Delante quien el Sol es una estrella
Y esfera España de sus rayos bellos.
Divinos ojos, que en su dulce Oriente
Dan luz al mundo, quitan luz al cielo,
Y espera idolatrallos Occidente.
Esto Amor solicita con su vuelo,
Que en tanto mar será un arpón luciente
De la Cerda inmortal mortal anzuelo.

A DOÑA CATALINA DE LA CERDA

Tres veces de Aquilón el soplo airado
Del verde honor privó las verdes plantas,
Y al animal de Colcos otras tantas
Ilustró Febo su vellón dorado,
Después que sigo (el pecho traspasado
De aguda flecha) con humildes plantas,
(¡Oh bella Clori!) tus pisadas sanctas
Por las floridas señas que da el prado.
A vista voy (tiñendo los alcores
En roja sangre) de tu dulce vuelo,
Que el cielo pinta de cient mil colores,
Tanto, que ya nos siguen los pastores
Por los extraños rastros que en el suelo
Dejamos, yo de sangre, tú de flores.

A FRANCISCO DE QUEVEDO,

Anacreonte español, no hay quien os tope,
Que no diga con mucha cortesía,
Que ya que vuestros pies son de elegía,
Que vuestras suavidades son de arrope.
¿No imitaréis al terenciano Lope,
Que al de Belerofonte cada día
Sobre zuecos de cómica poesía
Se calza espuelas, y le da un galope?
Con cuidado especial vuestros antojos
Dicen que quieren traducir al griego,
No habiéndolo mirado vuestros ojos.
Prestádselos un rato a mi ojo ciego,
Porque a luz saque ciertos versos flojos,
Y entenderéis cualquier gregüesco luego.


Los gregüescos o greguescos son un tipo de calzas o calzón masculino, corto y abombachado.

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Gregüescos
De supuesto origen militar, se puso de moda en España en el transcurso del siglo XVI al XVII, adoptando luego diversas formas y medidas en la Europa occidental y las cortes españolas de Ultramar, como evolución de las botargas y otros tipos de calzas, dando lugar luego a los follados o afuellados.

Don Juan de Austria, hijo bastardo de Carlos I de España, con pantalón a la griega, hacia 1580. En un retrato atribuido a Juan Pantoja de la Cruz y depositado en el Monasterio del Escorial.
Don Juan de Austria, hijo bastardo de Carlos I de España, con pantalón a la griega, hacia 1580. En un retrato atribuido a Juan Pantoja de la Cruz y depositado en el Monasterio del Escorial.


Aparecen descritos –en su variada tipología– o ridiculizados por algunos de los mejores autores del Siglo de Oro Español, como Cervantes, Lope, Tirso o Quevedo;​ y fueron pintados por Diego Velázquez, Bartolomé González o Alonso Sánchez Coello y otros artistas de las principales cortes europeas, como Tiziano.
http://resikom.adw-goettingen.gwdg.de/abfragebegriffe.php?optionID=23
  • Albizua Huarte, Enriqueta (1988). «apéndice». El traje en España: un rápido recorrido a lo largo de su historia. En: Laver, James. Breve historia del traje y la moda (2006 edición). Madrid: Cátedra. pp. 283-357. ISBN 8437607329.
  • Bandrés Oto, Maribel (2002). La moda en la pintura: Velázquez. EUNSA. ISBN 8431320389.
A FRAY ESTEBAN IZQUIERDO

La Aurora de azahares coronada,
Sus lágrimas partió con vuestra bota,
Ni de las peregrinaciones rota,
Ni de sus conductores esquilmada.
De sus risueños ojos desatada,
Fragrante perla cada breve gota,
Por seráfica abeja fue devota,
A bota peregrina trasladada.
Uvas os debe Clío, mas ceciales;
Mínimas en el hábito, mas pasas,
A pesar del perífrasis absurdo.
Las manos de Alejandro hacéis escasas,
Segunda la capilla del de Ales
Izquierdo Esteban, si no Esteban zurdo.

A JUAN DE VILLEGAS

En villa humilde sí, no en vida ociosa,
Vasallos riges con poder no injusto,
Vasallos de tu dueño, si no augusto,
De estirpe en nuestra España generosa.
Del bárbaro ruido a curïosa
Dulce lección te hurta tu buen gusto;
Tal del muro abrasado hombro robusto
De Anquises redimió la edad dichosa.
No invidies, oh Villegas, del privado
El palacio gentil, digo el convento,
Adonde hasta el portero es Presentado.
De la tranquilidad pisas contento
La arena enjuta, cuando en mar turbado
Ambicioso bajel da lino al viento.

A JUAN RUFO

Cantastes, Rufo, tan heroicamente
De aquel César novel la augusta historia,
Que está dudosa entre los dos la gloria
Y a cuál se deba dar ninguno siente.
Y así la Fama, que hoy de gente en gente
Quiere que de los dos la igual memoria
Del tiempo y del olvido haya victoria,
Ciñe de lauro a cada cual la frente.
Debéis con gran razón ser igualados,
Pues fuistes cada cual único en su arte:
Él solo en armas, vos en letras solo,
Y al fin ambos igualmente ayudados:
Él de la espada del sangriento Marte,
Vos de la lira del sagrado Apolo.

A JUAN RUFO, JURADO DE CÓRDOBA

Culto Jurado, si mi bella dama
En cuyo generoso mortal manto
Arde, como en cristal de templo santo,
De un limpio amor la más ilustre llama
Tu musa inspira, vivirá tu fama
Sin invidiar tu noble patria a Manto,
Y ornarte ha en premio de tu dulce canto
No de verde laurel caduca rama,
Sino de estrellas inmortal corona.
Haga, pues, tu dulcísimo instrumento
Bellos efectos, pues la causa es bella;
Que no habrá piedra, planta, ni persona,
Que suspensa no siga el tierno acento,
Siendo tuya la voz, y el canto de ella.

A JÚPITER,

Tonante monseñor, ¿de cuándo acá
Fulminas jovenetos? Yo no sé
Cuánta pluma ensillaste para el que
Sirviéndote la copa aún hoy está.
El garzón frigio, a quien de bello da
Tanto la antigüedad, besara el pie
Al que mucho de España esplendor fue,
Y poca, mas fatal, ceniza es ya.
Ministro, no grifaño, duro sí,
Que en Líparis Estérope forjó
(Piedra digo bezahar de otro Pirú)
Las hojas infamó de un alhelí,
Y los Acroceraunios montes no.
¡Oh Júpiter, oh, tú, mil veces tú!

A LA ARCADIA

Por tu vida, Lopillo, que me borres
Las diez y nueve torres del escudo,
Porque, aunque todas son de viento, dudo
Que tengas viento para tantas torres.
¡Válgame los de Arcadia! ¿No te corres
Armar de un pavés noble a un pastor rudo?
¡Oh tronco de Micol, Nabal barbudo!
¡Oh brazos Leganeses y Vinorres!
No le dejéis en el blasón almena.
Vuelva a su oficio, y al rocín alado
En el teatro sáquenle los reznos.
No fabrique más torres sobre arena,
Si no es que ya, segunda vez casado,
Nos quiere hacer torres los torreznos.

A LA BAJADA DE MUCHOS CABALLEROS DE MADRID

¡A la Mamora, militares cruces!
¡Galanes de la Corte, a la Mamora!
Sed capitanes en latín ahora
Los que en romance ha tanto que sois duces.
¡Arma, arma, ensilla, carga! ¿Qué? ¿Arcabuces?
No, gofo, sino aquesa cantimplora.
Las plumas riza, las espuelas dora.
¿Ármase España ya contra avestruces?
Pica, Bufón. ¡Oh tú, mi dulce dueño!
Partiendo me quedé, y quedando paso
A acumularte en África despojos.
¡Oh tú, cualquier que la agua pisas leño!
¡Escuche la vitoria yo, o el fracaso
A la lengua del agua de mis ojos!

////

Ándeme yo caliente Y ríase la gente.
Traten otros del gobierno
Del mundo y sus monarquías,
Mientras gobiernan mis días
Mantequillas y pan tierno,
Y las mañanas de invierno
Naranjada y aguardiente,
Y ríase la gente.
Coma en dorada vajilla
El príncipe mil cuidados,
Cómo píldoras dorados;
Que yo en mi pobre mesilla
Quiero más una morcilla
Que en el asador reviente,
Y ríase la gente.
Cuando cubra las montañas
De blanca nieve el enero,
Tenga yo lleno el brasero
De bellotas y castañas,
Y quien las dulces patrañas
Del Rey que rabió me cuente,
Y ríase la gente.
Busque muy en hora buena
El mercader nuevos soles;
Yo conchas y caracoles
Entre la menuda arena,
Escuchando a Filomena
Sobre el chopo de la fuente,
Y ríase la gente.
Pase a media noche el mar,
Y arda en amorosa llama
Leandro por ver a su Dama;
Que yo más quiero pasar
Del golfo de mi lagar
La blanca o roja corriente,
Y ríase la gente.
Pues Amor es tan cruel,
Que de Píramo y su amada
Hace tálamo una espada,
Do se junten ella y él,
Sea mi Tisbe un pastel,
Y la espada sea mi diente,
Y ríase la gente

Amarrado al duro banco

Amarrado al duro banco
De una galera turquesca,
Ambas manos en el remo
Y ambos ojos en la tierra,
Un forzado de Dragut
En la playa de Marbella
Se quejaba al ronco son
Del remo y de la cadena:
«¡Oh sagrado mar de España,
Famosa playa serena,
Teatro donde se han hecho
Cien mil navales tragedias!,
»Pues eres tú el mismo mar
Que con tus crecientes besas
Las murallas de mi patria,
Coronadas y soberbias,
»Tráeme nuevas de mi esposa,
Y dime si han sido ciertas
Las lágrimas y suspiros
Que me dice por sus letras;
»Porque si es verdad que llora
Mi captiverio en tu arena,
Bien puedes al mar del Sur
Vencer en lucientes perlas.
»Dame ya, sagrado mar,
A mis demandas respuesta,
Que bien puedes, si es verdad
Que las aguas tienen lengua,
»Pero, pues no me respondes,
Sin duda alguna que es muerta,
Aunque no lo debe ser,
Pues que vivo yo en su ausencia.
»¡Pues he vivido diez años
Sin libertad y sin ella,
Siempre al remo condenado
A nadie matarán penas!»
En esto se descubrieron
De la Religión seis velas,
Y el cómitre mandó usar
Al forzado de su fuerza.

Allá darás, rayo

Allá darás, rayo,
En cas de Tamayo.
De hospedar a gente extraña,
O Flamenca o Ginovés,
Si el huésped overo es
Y la huéspeda castaña,
Según la raza de España,
Sale luego el potro bayo.
Allá darás, rayo,
En cas de Tamayo.
De muy grave la viudita
Llama padre al Capellán
Con quien sus hijos están,
Y Amor que la solicita
Hace que por padre admita
Al que recibió por ayo.
Allá darás, rayo,
En cas de Tamayo.
Alguno hay en esta vida,
Que sé yo que es menester
Que a su querida mujer
(¡Nunca fuera tan querida!)
Tomen antes la medida
Que a él le corten el sayo.
Allá darás, rayo,
En cas de Tamayo.
Con su lacayo en Castilla
Se acomodó una casada;
No se le dio al señor nada,
Porque no es gran maravilla
Que el amo deje la silla,
Y que la ocupe el lacayo.
Allá darás, rayo,
En cas de Tamayo.
Opilóse vuestra hermana
Y diola el Doctor su acero;
Tráela de otero en otero
Menos honesta y más sana;
Diola por septiembre el mana,
Y vino a purgar por mayo.
Allá darás, rayo,
En cas de Tamayo.


Gustavo Adolfo Bécquer


Gustavo Adolfo Bécquer, Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida, Sevilla, Madrid, poesía, poemas, rimas, leyendas

- K es poesía me dises mientras m miras asín k me pones to loko. -
- Mira, Gustavo Adolfo, la idea está ahí, pero tienes que currártelo más. -

Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida (Sevilla, 17 de febrero de 1836-Madrid, 22 de diciembre de 1870), más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer, fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo. Por ser un romántico tardío, ha sido asociado igualmente con el movimiento posromántico. Aunque en vida ya alcanzó cierta fama, solo después de su muerte y tras la publicación del conjunto de sus escritos obtuvo el prestigio que hoy se le reconoce.
Su obra más célebre son las Rimas y Leyendas. Los poemas e historias incluidos en esta colección son esenciales para el estudio de la literatura hispana, sobre la que ejercieron posteriormente una gran influencia.

http://www.cervantesvirtual.com/portales/gustavo_adolfo_becquer/


XXI


¿Qué es poesía?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía?
¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.


Las Rimas de Bécquer son hoy la más conocida de las colecciones poéticas del siglo XIX. Exponente de una lírica incómoda en el corsé romántico y casi modernista, estos poemas breves deben su liviandad a un esforzado trabajo de depuración estilística. A su vez, las Leyendas son narraciones fantásticas de tono intimista y lúgubre, basadas en su mayoría en relatos populares, y suponen una de las producciones más representativas del posromanticismo de nuestro país.

El catedrático emérito en literatura española de la Universidad Nacional de Educación a Distancia Enrique Rull firma la introducción, las actividades finales y las notas que acompañan al lector a lo largo del volumen. Desde la semblanza de Bécquer hasta el análisis de su poética y el estudio de las fuentes de las que bebe su narrativa, la presente edición, que incluye asimismo las Cartas literarias a una mujer, resulta imprescindible para el estudio pormenorizado de esta obra cumbre de las letras hispánicas.

Pablo Neruda

Pablo Neruda, seudónimo de Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto (Parral, Región del Maule; 12 de julio de 1904-Santiago, Región Metropolitana de Santiago; 23 de septiembre de 1973), fue un poeta chileno, considerado entre los más destacados e influyentes artistas de su siglo; «el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma», según Gabriel García Márquez.

Entre sus múltiples reconocimientos, destacan el Premio Nobel de Literatura en 1971 y un doctorado honoris causa por la Universidad de Oxford. «Ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él», ha escrito el crítico literario Harold Bloom,​ quien lo considera uno de los veintiséis autores centrales del canon de la literatura occidental de todos los tiempos.​

Además, fue un destacado activista político, senador, miembro del Comité Central del Partido Comunista, precandidato a la presidencia de su país y embajador en Francia.

Obras

Crepusculario. Santiago, Ediciones Claridad, 1923.
Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Santiago, Editorial Nascimento, 1924.
Tentativa del hombre infinito. Santiago, Editorial Nascimento, 1926.
Anillos. Santiago, Editorial Nascimento, 1926. (Prosa poética de Pablo Neruda y Tomás Lago.)
El hondero entusiasta. Santiago, Empresa Letras, 1933.
El habitante y su esperanza. Novela. Santiago, Editorial Nascimento, 1926.
Residencia en la tierra (1925–1931). Madrid, Ediciones del Árbol, 1935.
España en el corazón. Himno a las glorias del pueblo en la guerra: (1936–1937). Santiago, Ediciones Ercilla, 1937.
Nuevo canto de amor a Stalingrado. México, 1943.
Tercera residencia (1935–1945). Buenos Aires, Losada, 1947.
Canto general. México, Talleres Gráficos de la Nación, 1950.
Los versos del capitán. Imprenta L'Arte Tipografica, Napoli, 1952, 184 pp.
Todo el amor. Santiago, Editorial Nascimento, 1953.
Las uvas y el viento. Santiago, Editorial Nascimento, 1954.
Odas elementales. Buenos Aires, Editorial Losada, 1954.
Nuevas odas elementales. Buenos Aires, Editorial Losada, 1955.
Tercer libro de las odas. Buenos Aires, Losada, 1957.
Estravagario. Buenos Aires, Editorial Losada, 1958.
Navegaciones y regresos Buenos Aires, Editorial Losada, 1959.
Cien sonetos de amor. Santiago, Editorial Universitaria, 1959.
Canción de gesta. La Habana, Imprenta Nacional de Cuba, 1960.
Poesías: Las piedras de Chile. Buenos Aires, Editorial Losada, 1960.Las Piedras de Pablo Neruda
Cantos ceremoniales. Buenos Aires, Losada, 1961.
Memorial de Isla Negra. Buenos Aires, Losada, 1964. 5 volúmenes.
Arte de pájaros. Santiago, Ediciones Sociedad de Amigos del Arte Contemporáneo, 1966.
Fulgor y muerte de Joaquín Murieta. Santiago, Zig-Zag, 1967. La obra fue escrita con la intención de servir de libreto para una ópera de Sergio Ortega.
La Barcarola. Buenos Aires, Losada, 1967.
Las manos del día. Buenos Aires, Losada, 1968.
Comiendo en Hungría. Editorial Lumen, Barcelona, 1969. (En co-autoría con Miguel Ángel Asturias)
Fin del mundo. Santiago, Edición de la Sociedad de Arte Contemporáneo, 1969. Con Ilustraciones de Mario Carreño, Nemesio Antúnez, Pedro Millar, María Martner, Julio Escámez y Oswaldo Guayasamín.
Aún. Editorial Nascimento, Santiago, 1969.
Maremoto. Santiago, Sociedad de Arte Contemporáneo, 1970. Con Xilografías a color de Carin Oldfelt Hjertonsson.
La espada encendida. Buenos Aires, Losada, 1970.
Las piedras del cielo. Editorial Losada, Buenos Aires, 1970.
Discurso de Estocolmo. Alpignano, Italia, A. Tallone, 1972.
Geografía infructuosa Buenos Aires, Editorial Losada, 1972.
La rosa separada. Éditions du Dragon, París, 1972 con grabados de Enrique Zañartu.
Incitación al Nixonicidio y alabanza de la revolución chilena. Santiago, Empresa Editora Nacional Quimantú, Santiago, 1973.
Geografía de Pablo Neruda. Editorial Aymá, Barcelona, 1973. Glosas autógrafas de Neruda, Fotos de Sara Facio y Alicia D'Amico.
Himno y regreso
Que despierte el leñador
Tentativa del hombre infinito
Discografía
Arte de pájaros (1966, con Ángel Parra)
Publicación póstuma
El mar y las campanas. Editorial Losada, Buenos Aires, 1973
2000. Editorial Losada, Buenos Aires, 1974
Elegía. Editorial Losada, Buenos Aires, 1974.
El corazón amarillo. Editorial Losada, Buenos Aires, 1974
Jardín de invierno. Editorial Losada, Buenos Aires, 1974.
Confieso que he vivido. Memorias. Barcelona, Seix Barral, 1974. (autobiografía)
Libro de las preguntas. Editorial Losada, Buenos Aires, 1974.
Cartas de amor de Pablo Neruda. Ediciones Rodas, Madrid, 1975.
Para nacer he nacido. Editorial Seix Barral, Barcelona, 1978.
Cartas a Laura. Centro Iberoamericano de Cooperación, Madrid, 1978.
Poesías escogidas. Biblioteca Premios Nobel. Aguilar S.A. de ediciones, 1980.
El río invisible Editorial Seix Barral, Barcelona, 1980.
Neruda/Eandi, Correspondencia durante Residencia en la tierra. Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1980.
El fin del viaje. Editorial Seix Barral, Barcelona, 1982.
Antología fundamental, prólogo de Jaime Quezada y selección de Jorge Baroos, Andrés Bello, 1997
Pablo Neruda, Discursos Parlamentarios. (1945-1948). Editorial Antártica, Santiago, 1997.
Pablo Neruda, Cuadernos de Temuco Seix Barral, Buenos Aires.
Pablo Neruda, Prólogos. Editorial Sudamericana, Santiago, 2000.
Pablo Neruda, Epistolario viajero. (1927-1973), Editorial RIL, Santiago, 2004.
Pablo Neruda en O’Cruzeiro Internacional. Editorial Puerto de Palos, Santiago, 2004.
Pablo Neruda. Yo respondo con mi obra: Conferencias, Discursos, Cartas, Declaraciones. (1932 - 1959). Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 2004.
Pablo Neruda, J.M. Coetzee, W. Faulkner, Doris Lessing, G.G. Márquez, Discursos, Alpha Decay, Barcelona, 2008.
Antología General, Real Academia Española, Asociación Chilena del Libro y Hernán Loyola, Alfaguara, Santiago de Chile, 2010.
La piel extensa, antología dirigida a un público juvenil, reúne cincuenta y cinco poemas en siete apartados temáticos; compilación de Gerardo Beltrán y Abel Murcia con ilustraciones de Adolfo Serra; Edelvives, Madrid, 2013.

Tributos.

En el mural Presencia de América Latina, obra de Jorge González Camarena ubicada en el hall de acceso de la Casa del Arte de la Universidad de Concepción, sobre la punta de la cola de Quetzalcóatl puede leerse «Pablo Neruda», finalizando el extracto de su poema.
1965 - Jorge González Camarena - Una sección de sus versos se encuentra en el mural Presencia de América Latina, los que pertenecen al poema América, del libro Canción de fiesta.
1986 - Alberto Cortez - Perdí tu dirección, canción homenaje del disco Sueños y Quimeras.
2011 - Rayden - Si vas, canción homenaje.
Álbumes
1969 - Istros (Danai canta a Neruda) (por Danai Stratigopoulou)
1974 - Historia Natural de Pablo Neruda por Vinicius de Moraes, Quarteto Em Cy & Toquinho, show grabado en vivo en el Teatro Tuca de Sao Paulo.
1977 - Paco Ibáñez canta a Pablo Neruda
1981 - Alturas de Machu Picchu por Los Jaivas
1999 - Marinero en Tierra. Tributo a Pablo Neruda (disco doble, varios artistas)
2004 - Neruda en el corazón (CD y DVD, varios artistas)
2004 - Sólo el amor (por Ángel Parra)
  • Pablo Neruda fue personificado por Roberto Parada, en la película Ardiente paciencia, ficción creada por Antonio Skármeta (1983), obra que nos propone la relación entre el poeta y su cartero en sus últimos años de vida (1969-1973). En la adaptación al teatro fue representado por Julio Jung, en la versión italiana El cartero de Neruda 1994, fue personificado por el actor francés Philippe Noiret, y en la ópera Il postino (estrenada en Los Ángeles, California el año 2010), fue representado por Plácido Domingo.
  • En la miniserie de TVN De Neftalí a Pablo (2004), el universitario Neruda fue interpretado por el actor chileno Juan Pablo Ogalde, el niño Neruda por Diego Gamboa, el adolescente Neruda por Danny Foix, y el Neruda joven por Diego Ruiz.
  • En la película documental Neruda, diario de un fugitivo (2005), de Manuel Basoalto, obra que trata de la fuga del poeta en 1948 y de la persecución a los comunistas decretada por el gobierno de Gabriel González Videla, el papel de Neruda es interpretado por José Secall.

Otros

  • A lo largo de Chile existen 39 establecimientos educacionales que llevan su nombre; el de Temuco corresponde al liceo municipal más grande de la Región de la Araucanía.
  • En 2004 la ex casa de máquinas (maestranza ferroviaria) de Temuco fue transformada en el Museo Nacional Ferroviario Pablo Neruda, en honor a la afición que siempre mostró el poeta por el mundo ferroviario.
  • Numerosas calles llevan su nombre: en Santiago de Chile 20, en Temuco, una de las avenidas principales de la ciudad; en Buenos Aires 1; en México 3 y en Francia 57.
  • El Ministerio de Bienes Nacionales lanzó, con ocasión de los 110 años del nacimiento del poeta, la Ruta Patrimonial Huellas de Pablo Neruda en Temuco.
  • Aguirre, Margarita (1964). Genio y figura de Pablo Neruda. Colección Genio y Figura. biografía, ensayo. Buenos Aires: Eudeba.
  • Bianchi, Víctor. Cuaderno de viaje.
  • Bloom, Harold (2005). El canon occidental. Madrid: Anagrama. ISBN 978-84-339-6684-1.
  • Fernández Cozman, Camilo (2008). La poesía hispanoamericana y sus metáforas. Murcia: Universidad de Murcia.
  • Schidlowsky, David (2008). Pablo Neruda y su tiempo. Las furias y las penas. Santiago de Chile: Ril. ISBN 978-956-284-629-5.
  • Westermeyer Izquierdo, Roberto (julio de 2007). Informe sobre la ruta de Neruda.

Nicanor Parra

A continuación se listan los principales trabajos de su propia autoría:
  • 1937 - Cancionero sin nombre,
  • 1954 - Poemas y antipoemas,
  • 1958 - La cueca larga,
  • 1962 - Versos de salón,
  • 1963 - Manifiesto,
  • 1967 - Canciones rusas,
  • 1969 - Obra gruesa,
  • 1971 - Los profesores,
  • 1972 - Emergency Poems,
  • 1972 - Artefactos,
  • 1977 - Sermones y prédicas del Cristo de Elqui,
  • 1979 - Nuevos sermones y prédicas del Cristo de Elqui,
  • 1981 - El anti-Lázaro,
  • 1982 - Poema y antipoema a Eduardo Frei,
  • 1982 - Ecopoemas,
  • 1983 - Chistes parra desorientar a la policía poesía,
  • 1983 - Poesía política,
  • 1983 - Coplas de Navidad (antivillancico),
  • 1985 - Hojas de Parra (Ed. David Turkeltaub),
  • 1997 - La Sagrada Familia,
  • 2004 - Lear, rey & mendigo,
  • 2006 - Discursos de sobremesa,
  • 2006 - Obras públicas,
  • 2015 - Antiprosa,
Nicanor Parra recibió los siguientes premios y reconocimientos:
  • 1937 - Poeta laureado, en la Fiesta de la Primavera de Chillán
  • 1938 - Premio Municipal de Santiago, por Cancionero sin nombre
  • 1953 - Premio de Poesía Juan Said, Sociedad de Escritores de Chile
  • 1954 - Premio del Concurso Nacional de Poesía, Sindicato de

    Escritores de Chile, por Poemas y antipoemas

  • 1955 - Premio Municipal de Santiago, por Poemas y antipoemas
  • 1967 - Hijo Ilustre de Chillán, Municipalidad de Chillán
  • 1969 - Premio Nacional de Literatura
  • 1972 - Beca Guggenheim​
  • 1985 - Premio Richard Wilbur, American Literary Translators Association
  • 1991 - Doctor Honoris Causa, Universidad de Brown
  • 1991 - Premio Prometeo de Poesía, Asociación Prometeo de Poesía, España
  • 1991 - Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo
  • 1996 - Doctor Honoris Causa, Universidad de Concepción
  • 1997 - Premio Luis Oyarzún, Universidad Austral de Chile
  • 1997 - Medalla Gabriela Mistral, Gobierno de Chile
  • 1998 - Medalla Abate Molina, Universidad de Talca
  • 1999 - Medalla Rectoral, Universidad de Chile
  • 2000 - Honorary Fellow, Saint Catharine's College, Universidad de Oxford
  • 2000 - Doctor Honoris Causa, Universidad del Bío-Bío
  • 2001 - Premio Bicentenario, Corporación Cultural de Chile y Universidad de Chile
  • 2001 - Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana
  • 2004 - Premio Konex Mercosur: Letras
  • 2011 - Premio Miguel de Cervantes
  • 2012 - Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda
  • Binns, Niall, ed. (2012). La antología de Nicanor Parra según Niall Binns. Santiago de Chile: Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. p. 174. ISBN 978-956-8327-83-5.
  • Cárdenas, María Teresa, ed. (2012). Así habló Parra en El Mercurio (III edición). Santiago de Chile: Aguilar Chilena de Ediciones. p. 228. ISBN 978-956-347-337-7OCLC 809278610.
  • Parra, Nicanor (2006). Binns, Niall; Echevarría, Ignacio, eds. Obras completas & algo + (1935-1972). Barcelona: Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores. ISBN 978-956-9105-01-2OCLC 907005296.

Quevedo vs Góngora

Quevedo versus Góngora


Francisco de Quevedo y Luis de Góngora eran enemigos irreconciliables.
De diferente clase social, Quevedo, conceptista, abreviaba los conceptos, iba al grano, contracorriente, y Góngora, era culterano, amante de adornar lo escrito y lo vivido, mucho más con la época barroca que les tocó vivir.
Fue una trifulca llevada al límite, hasta el punto que Quevedo llegó a comprar la casa de Góngora, en Madrid, sólo por el placer de echarlo de su propia casa y que este tuviera que volverse a su ciudad, Córdoba.
En esta disputa las ofensas son totalmente hirientes, además, que ese era su propósito dañar al otro, utilizan los defectos físicos de uno (Quevedo era miope y cojo) o a la falta de linaje (de buena familia) por parte de Góngora.


Quevedo es, sin duda, unos de mis escritores preferidos, y, conociendo el momento en que vivió y el castellano utilizado, puedes troncharte de risa y admirar su ingenio.

Francisco Gómez de Quevedo y Villegas


A UNA NARIZ

Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado.

Érase un reloj de sol mal encarado,
érase un alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón mas narizado.

Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísima nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.

Nas en chapurriau es nariz



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Luis de Góngora y Argote

Luis de Góngora y Argote , nacido Luis de Argote y Góngora;
Córdoba, 11 de julio de 1561-ibídem, 23 de mayo de 1627, fue un poeta y dramaturgo español del Siglo de Oro, máximo exponente de la corriente literaria conocida más tarde, y con simplificación perpetuada a lo largo de siglos, como culteranismo o gongorismo, cuya obra será imitada tanto en su siglo como en los siglos posteriores en Europa y América. Como si se tratara de un clásico latino, sus obras fueron objeto de exégesis ya en su misma época.

firma, Góngora, gongorismo, Luis, signature



Ándeme yo caliente
            y ríase la gente.
 
            Traten otros del gobierno
            del mundo y sus monarquías,
5          mientras gobiernan mis días
            mantequillas y pan tierno,
            y las mañanas de invierno
            naranjada y aguardiente,
            y ríase la gente.
 
10        Coma en dorada vajilla
            el príncipe mil cuidados,
            como píldoras dorados,
            que yo en mi pobre mesilla
            quiero más una morcilla
15        que en el asador reviente,
            y ríase la gente.
 
            Cuando cubra las montañas
            de blanca nieve el enero,
            tenga yo lleno el brasero
20        de bellotas y castañas,
            y quien las dulces patrañas
            del rey que rabió me cuente,
            y ríase la gente.
 
            Busque muy en hora buena
25        el mercader nuevos soles;
            yo, conchas y caracoles
            entre la menuda arena,
            escuchando a Filomena
            sobre el chopo de la fuente,
30        y ríase la gente.
 
            Pase a media noche el mar,
            y arda en amorosa llama
            Leandro por ver su dama,
            que yo más quiero pasar
35        del golfo de mi lagar
            la blanca o roja corriente,
            y ríase la gente.
 
            Pues Amor es tan crüel,
            que de Píramo y su amada
40        hace tálamo una espada,
            do se junten ella y él,
            sea mi Tisbe un pastel,
            y la espada sea mi diente,
            y ríase la gente.


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