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2-5, De Tago, quinto rey.

Capítulo 5.

De Tago, quinto rey.

Tago hijo de Brigo, sucedió a su padre, y parece más ajustado que buscar otra linea en Gomero primogénito de Japhet: puede elegir el lector, que para todo hay abogados. (1: Beut. Lib. 1, c. 69. Garib. Lib. 4, cap. 9, defiende ser hijo de Brigo. Annio lib. 1, cap. 15. sup. 5, de Beroso Cass. p. 2. cons. 19. Marín, de reb. Hisp. lib. 6. Tarafa de Tago.)

Sacó mucho pueblo de esta tierra para poblar otras provincias, como Albania, Libia, parte de África, Fenicia, Suria, donde se halla la ciudad de Tiro, y que estos pueblos desciendan de los españoles lo aseguran Varron, y Plinio. (2: Plinio, Nat. Hist. lib. 3. Tarafa de Tago fol. 7. Pujades lib. 1, c. 15.)

De este rey, tomó nombre el río Tech; murió en Rosellón, año del Mundo 2094, habiendo reinado 30 años.

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El Rey Tagus

El Rey Tagus y la leyenda del destino guardada en el Tajo.

Toledoth, Toletum, Tolaitola, Toledo ciudad en que por generaciones se dará grandeza a Dios, capital de un imperio en el que no se ponía el sol, ciudad visitada por hombres ilustres del presente y del pasado, dicen que personas de antiguas leyendas la visitaron, que la misma magia se apellidó Toledana en su honor y que tanto el Sabio Rey Salomón, como el Hércules hijo de dioses,  quedaron fascinados a sus pies y cuentan que fue elegida por los antiguos para dejar en ella sus secretos.

Esta es una leyenda sobre los secretos que guarda la fundación y el nombre de Toledo.

Cuentan que poco después del diluvio Noé llegó a la península para visitar a su nieto Tubal establecido. En los montes de Toledo primer rey de Iberia ya que llamo así a la península en honor de su hijo Ibero.

En este viaje Noé fundaría varios pueblos y ciudades (Noela, Noia, Noega y otros ...). Y dejaría a su nieto un cofre en el que guardo un secreto que le diera el propio Dios, Con mandato de que nunca abriera el cofre, quien lo abriera sufriría el castigo divino.

Este cofre fue pasando a los descendientes de Tubal. Ibero, Idubea, Brigo hasta que casi 300 años a.C. Reino el Rey Tago (Tagus) Rey de los Olcades, Uno de los pueblos carpetanos quien tenía la capital de los en Althia cerca de Cuenca.

Ante la invasión de los cartagineses y de los romanos, se alió Tago con los cartagineses pero escondió el cofre en una cueva, está se encontraba cerca de un entonces pequeño pueblo fundado por su antepasado Tubal.

El cartaginés Asdrúbal sabiendo de este cofre torturo a Tago y ante su negativa a decirle el sitio en que lo había escondido crucificó a Tago, y trató infructuosamente de que sus sirvientes le dijeran el sitio, 

Uno de estos sirvientes vengando a su Rey asesino a Asdrúbal, esté hecho daría lugar a los actos de este tipo de conozcan como la Devotio Celtíbera. Aníbal sucedería a Asdrúbal y en venganza acabaría con casi todos los Olcades destruyendo sus ciudades, no quedando más que algún pequeño poblado que fue absorbido por los otros pueblos Carpetanos, 

Los romanos, en honor de Tago llamaron Tajo al río en que se encontraba la cueva en que Tago escondió el cofre, pero aunque supieron de la cueva, nunca  encontraron el cofre. 

Pasarían siglos hasta que de nuevo fuese encontrada la cueva y el cofre por el Rey Visigodo Teudis, la encontró en la ciudad que los romanos llamaban Toletum. Este Rey trasladó la capital del reino visigodo a la actual Toledo, conocedor y temeroso de la prohibición impuesta por Noé, no abrió el cofre y mandaría que todos y cada uno de sus sucesores aumentase el cierre de la cueva colocando cada uno de ellos, un candado nuevo en ella.

Así se convirtió en tradición que los reyes godos colocasen candados en la entrada a la cueva. Pasarían los años hasta que Roderico (Rodrigo) un nefasto rey alcanzase el trono, este quería ser superior a todos los anteriores y pensó que el secreto guardado en la cueva sería bien una gran fortuna lo que le proporcionara riquezas sin fin o como decían las leyendas de su tiempo el propio secreto de la creación lo que le convertiría en un hombre dios superior a los demás hombres.

Este Rey rompería los candados anteriores y penetraría en la cueva, encontrando un altar construido por Teudis y encima de él el cofre de Noe.

Abrió el cofre en él encontró un rollo de tela en el que se veían desafiantes figuras de hombres con turbantes y espadas. dicen que estas figuras empezaron a flotar en el aire.

En ese mismo momento se produjo un temblor Asustados corrieron el Rey Rodrigo y sus hombres, mientras una avalancha de rocas tapaba la cueva y un sonido de una voz infernal procedente del mismo y cercano río que decía.

"O desdichado Rey tú que no seguiste los mandatos ni de tus antepasados ni del mismo Dios.

He aquí que esos mismos hombres que viste darán muerte a tu ejército en aguas lejanas.

Esos mismos hombres que has visto mandarán en tu casa y en tu reino.

Tú irás a llorar tus penas y a morir a sitio lejano donde nadie llorara tu tumba"

Se hicieron promesa de no decir lo que habían visto y escuchado pero he aquí que poco tiempo después, estando Rodrigo y su ejército en Pamplona, Preparándose para enfrentarse a los vascones, llegó un mensajero de la bética para informar al Rey de que hombres procedentes de África habían cruzado el estrecho en Algeciras invadiendo España. El Rey Rodrigo se dirigió al sur para enfrentarse a los invasores en las aguas lejanas del Guadalete. 

Aunque antaño eran enemigos, ante el temor de una invasión y conquista los hijos de Witiza, Sisberto Y Abba, parecen apoyar a Don Rodrigo. Pero los acontecimientos dan un giro dramático; una vez Rodrigo tiene desplegados sus ejércitos de manera organizada, en alas, y una vez están enfrente de los musulmanes, las alas lideradas por Abba y Sisberto se pasan al bando enemigo, quedando las tropas de Rodrigo en inferioridad numérica y rota su estrategia.

Hay quien dice que él Rey no murió en el mismo Guadalete, si no que herido logró llegar a Portugal y así cuentan algunas crónicas, que apareció un tumba en Viseu (Portugal) con al inscripción "Aquí yace Roderico, rey de los godos." dando cumplimiento completo a lo indicado por la voz del Tajo

Y siempre quedará el recuerdo de su nefasta osadía.

Los árabes cual castigo divino conquistaron en solo nueve años unas tierras habitadas por gentes ingobernables que los romanos tardaron casi 300 años en conquistar.

De igual modo cuenta la leyenda que el rey y quienes con el entraron a la cueva solo vieron una parte del rollo de tela y que en él aún permanece el resto de cosas que guarda el porvenir de esta tierra y del mismo hombre permaneciendo aún oculto en el interior de una tapada cueva junto al río Tajo.