4-11. Valor, y cortesía de Escipión con las mujeres que se hallaron en Cartagena.


Capítulo XI. 

Valor, y cortesía de Escipión con las mujeres que se hallaron en Cartagena. 

Nunca el cruel es valiente, ni descortés el noble: valiente Escipión venció a sus enemigos, noble defendió la inocencia, y cortés amparó a las mujeres, pues con la debida atención, favoreció a las que se hallaron en la rendida Cartagena, y con mayor cuidado a la mujer de nuestro Ilergete Mandonio, y a las hijas de Indíbil, y de Edeso español celtíbero, tratándolas con toda atención, cuidado, y respeto, lastimándose de su desgracia en la valerosa oración de la catalana mujer de Mandonio, que siempre Cataluña fue dichosa Patria de mujeres heroycas, como veremos. Esta Señora, no desmayando en la desgracia, se presentó con sus sobrinas, y otras mujeres delante de Escipión, suplicándole que las favoreciese cuidando de su crédito, y punto, a la cual satisfizo con las lágrimas el general, y las encargó a un noble, y anciano romano, para que fuesen con todo decoro servidas, ponderando el valor, y honor de las mujeres de esta Provincia. Esta gloriosa Amazona, con su valor puso freno a la inclinación, y afecto que Escipión tenía a la mujer del celtíbero Edeso, pues aunque in prendado, mandó él mismo guardarla donde no la viese, mandó buscar a su marido, y padre, se la entregó, y despreciando el oro que le ofrecían por rescate, la volvió al marido, obligando la acción a esta Provincia a seguirle fina, por tan relevantes prendas de valor heroico. (1)