Capítulo 3.
De la población segunda de España, y venida de los Célticos.
Vinieron, pues, de su destierro los españoles, y como referimos los catalanes primero, y hallando sus pueblos derruidos, o temiendo otro castigo, buscando el consuelo apetecido en el agua, poblaron las orillas de lo más hondo del Ebro, y tierras de Idubeda, y acudiendo otros, entraron adentro de la Provincia. Los primeros que vinieron a la renovada población de España, de los extranjeros, fueron los franceses Celtas de Narbona, Mompeller, y Marsella; o siguiendo a los catalanes que se habían recogido en aquellas Provincias; o bien curiosos de confirmar las verdades que debían publicar, nuestra gente, de la fertilidad del país, o tal vez por la natural inclinación de avecinarse en España. Con la venida de estos, y con la población de Ebro, se perdió el nombre antiguo de España; y por nuestros paisanos que se llamaron Iberos, tomó España el nombre de Iberia, y por los Celtas que por el trato de tantos años habían quedado amigos con nuestros paisanos, uniéndose las dos naciones, se llamaron Celtíberos. Estos que tomaron el nombre de Celtíberos se dilataron dentro de Aragón fundando muchos pueblos, quedando los catalanes a las riberas del Ebro, y con su nombre, pasando adelante entraron a dilatar esta Provincia: Refiere Tarafa, que por este tiempo vinieron algunos príncipes Lidios, y que vino Ascanio hijo de Eneas, el cual fundó Alba en Cataluña en el lugar donde se halla Ampurias, y Ascó en los Ilergetes; pero esto no lo he visto en otro, lo dejo bajo lo posible; vinieron los Celtas el año 1930 antes de Cristo, que a nuestra cuenta será del mundo 3009.
(1: Pujades de Viladamor Florián; y Mariana Cor. de Cat. lib. 2, c. 3. Tarafa de rebus His. c. lidi*.)