3-5, Del incendio de los Pirineos.

Capítulo 5.

Del incendio de los Pirineos.

Como el trato de aquellos antiguos siglos era las manadas de ganado, y para los pastos fuesen muy útiles los montes Pirineos de Cataluña, los pastores acostumbraban a encaminar a aquellos montes los ganados para el apetecido sustento: hallándose algunos pastores en el monte que en Cataluña se llama Cabo de Cruces (Cap de Creus), pusieron fuego a unos prados para que quemándose los abrojos, y espinos saliesen nuevas hierbas, para mejorar el pasto de sus manadas, como se acostumbra: se pegó el fuego de un espino a otro, y de allí a las ramas secas: no acudieron como debían al remedio, sopló viento fuerte, y se prendió el fuego en los árboles, de unos a otros, y de una a otra montaña, ardiendo muchos días, sin que fuerzas humanas bastasen a extinguirle, dilatándose por muchas leguas en aquellos montes, con tal vigor que hasta las piedras, y pedernales ardieron: en varias partes fue tal el incendio, que de las más provincias de España, se divisaron las llamas, y aún se añade que participó del calor hasta lo último y hondo de la tierra, deshaciéndose los metales de las abundantes minas en raudales de oro, plata, y otros metales, que se precipitaron hasta los valles; de donde les quedó a los valles, y a todo el término, el nombre que hoy goza de Vallespir; y el terreno del mayor raudal de los metales se llamó Confluens, que es Conflent, que aún mantiene el nombre. 

(1: Beuter lib. 1, c. 6. Annio de Beroso lib. 1, c. 21. Flor. lib. 2, c. 5. Viladamor c. 11. Marian. lib. 1, c. 14. Marineo Sículo de rebus His. Episc. Gerun. Para. lib. 1, de monti. qui. Forcat. lib. 1, Hier. Pau. Bar. & lib. de montibus. Medina lib. 1, cap. 13.)

Por este incendio mudaron de nombre los montes que antes se llamaban Setubales, que son nuestros Pirineos, por Pir (pyr, pyros, piros) que en griego significa fuego, y puede ser; pero otros sienten que se llamaron con tal nombre por ser en lo más alto como pira, u hoguera, y otros dan diferentes razones del nombre; véanse los citados autores. (2: Pujades Cor. de Cat. lib. 2, cap. 5.)

Por acuerdo del incendio, en el llano cerca de donde sucedió, los pastores fundaron un pueblo con nombre de Pirpineanea, que corrompido el vocablo se llama Perpiñán. (3: Comp. cap. 5. Pineda lib. 2, cap. 14 § 4.) 

Pero entonces sería poca cosa, teniendo tan cerca a Russino.

Es Perpiñán la mejor, y mayor villa de Cataluña, cabeza del condado de Rosellón, plaza importante, defendida con sus muros, fortalecida con el dilatado, y fuerte castillo, adornada de bellos templos, y edificios, cuatro parroquias, y ocho conventos, aplaudida por su Universidad: En este tiempo ocupada por Francia, antes gloria de Cataluña, ejemplo de lealtad, y valor: ponderada por nuestros Señores Reyes, estimada de la Provincia, admirada de todas las naciones: su terreno es fertilísimo, o de los más fértiles de Cataluña, tiene cuatro mil vecinos, y mucha nobleza que la ilustra. (4: Zurita pág. 1, lib. 5, cap. 24. Marin. sicul. de reb. hisp. lib. 18. Bosch, tit. de hon. de Cata. lib. 1, cap. 12. Privil. Reg. Ferdinandus II (Ferrán, Ferrando, Ferdinando, Fernando II de Aragón, el católico). Cris. de Cat. pág. 1, cap. 9 § 12. Pujades Cor. de Cat. lib. 2, cap. 5.)

Estos nombres, y lugares han quedado en Cataluña para acuerdo de aquel desgraciado suceso, quiera Dios por su infinita misericordia favorecernos, como lo esperamos. Se conservaron solos los Rodios con los catalanes sin otras naciones 52 años.

Es Perpiñán la mejor, y mayor villa de Cataluña

3-3, De la población segunda de España, y venida de los Célticos.

Capítulo 3.

De la población segunda de España, y venida de los Célticos.

Vinieron, pues, de su destierro los españoles, y como referimos los catalanes primero, y hallando sus pueblos derruidos, o temiendo otro castigo, buscando el consuelo apetecido en el agua, poblaron las orillas de lo más hondo del Ebro, y tierras de Idubeda, y acudiendo otros, entraron adentro de la Provincia. Los primeros que vinieron a la renovada población de España, de los extranjeros, fueron los franceses Celtas de Narbona, Mompeller, y Marsella; o siguiendo a los catalanes que se habían recogido en aquellas Provincias; o bien curiosos de confirmar las verdades que debían publicar, nuestra gente, de la fertilidad del país, o tal vez por la natural inclinación de avecinarse en España. Con la venida de estos, y con la población de Ebro, se perdió el nombre antiguo de España; y por nuestros paisanos que se llamaron Iberos, tomó España el nombre de Iberia, y por los Celtas que por el trato de tantos años habían quedado amigos con nuestros paisanos, uniéndose las dos naciones, se llamaron Celtíberos. Estos que tomaron el nombre de Celtíberos se dilataron dentro de Aragón fundando muchos pueblos, quedando los catalanes a las riberas del Ebro, y con su nombre, pasando adelante entraron a dilatar esta Provincia: Refiere Tarafa, que por este tiempo vinieron algunos príncipes Lidios, y que vino Ascanio hijo de Eneas, el cual fundó Alba en Cataluña en el lugar donde se halla Ampurias, y Ascó en los Ilergetes; pero esto no lo he visto en otro, lo dejo bajo lo posible; vinieron los Celtas el año 1930 antes de Cristo, que a nuestra cuenta será del mundo 3009.

(1: Pujades de Viladamor Florián; y Mariana Cor. de Cat. lib. 2, c. 3. Tarafa de rebus His. c. lidi*.)

fundó Alba en Cataluña en el lugar donde se halla Ampurias