2.23, De Gorgoris, vigésimo tercio rey.

Capítulo 23.

De Gorgoris, vigésimo tercio rey. 

Muero Heritreo, le sucedió Gorgoris, a quien llamaron Melícola por la invención (hallazgo) de la miel, y arte de recoger las abejas: inventó diferentes artes, ocupando sus pueblos en útiles haciendas, ricos, y contentos.

grabado miel abejas apicultores beceite

En tiempo de este rey, vinieron varios capitanes griegos, y diferentes pueblos, que poblaron varios lugares de Andalucía, Castilla, y Valencia: sucedió el incendio, y pérdida de Troya: fue infeliz con su hija, que tuvo trato con un criado suyo, y después con el mismo padre, del cual parió un hijo que le acordó la vileza, y fealdad del delito; y para la enmienda ejecutó el lascivo rey otro, sino peor, más inhumano, que fue echar al inocente niño en una montaña desierta para que fuese pasto de las fieras. Aún no paró en esto su inhumanidad, porque deseando saber el suceso, envió al lugar, y hallando al infante bueno, y alegre, circuido de fieras que le defendían unas de otras, dándole leche, y conservándole con el blanco sustento una piadosa aunque fiera, (porque faltando la piedad en los hombres, se halla en los brutos, pues hay racionales peores) le mandó sacar de las fieras el inhumano abuelo, para entregarle a otras más fieras, echándole a los hambrientos Alanos en los cuales también halló el alivio que le negó su sangre, y naturaleza: perdonáronle los Alanos, y debiéndose enmendar el cruel tirano, más le enfureció la bondad de los brutos; y más bruto le echó al mar, para que pereciese; pero el mar apacible con la inocencia, le sustentó en su piélago dándole descanso, y cuna en sus olas; y para que volviese a la vida le sacaron las olas a la tierra, que aun lo insensible defiende a quien la ingratitud persigue; acudió el Cielo siempre pronto al remedio llamando a una cierva, que le dio los pechos sustituta madre. Creció el niño, se hizo mozo, y salió muy veloz por la leche, pues de ella proceden, no sólo los humores, y calidades (cualidades), si también los naturales afectos, e inclinaciones. Cansado el abuelo de competir con el Cielo, cuidó le trajesen el venturoso nieto, que por su ligereza no era fácil a no prevenirle el arte en unos ocultos lazos la prisión, que fue la libertad, y alegría de estos reinos: le llamaron Abidis, y sucedió en el reino después de 60 años del gobierno del abuelo, año del mundo 2793. (1: Epis. Gerun. Par. de Esp. lib. 1, cap. de Regibus qui Antefuer. Justin. lib. 44, cap. 4. Arbol. lib. 1. Tarafa Cor. de Espa. de Gorgoris.)

2-22, De Heritreo, vigésimo segundo rey.

Capítulo 22.

De Heritreo, vigésimo segundo rey.

Muerto sin hijos Palato, estuvieron los españoles suspensos en elegir rey; pero hallándose en España Heritreo, que había venido, puede ser con los griegos, o como dicen Tarafa, y otros, de Tiro a España movido por un oráculo, en Cádiz fue elegido rey, por pariente de Palato, o por tenerle por tal; sea como quisieren, porque no es fácil adivinar la causa que movió a los españoles a darle la Corona, e imposible saberlo en tanta antigüedad: lo cierto es que Heritreo fue rey de España, después de Palatuo, sin que se halle quien lo contradiga; y aunque dicen hubo algunos años de interregno, no lo juzgo cierto, por hallarse Heritreo ya en España.

En tiempo de este rey, vinieron de Italia los Morgetes, que poblaron Murcia, y se dice que dieron nombre a la Cerdaña; pero es sin fundamento, porque lo más fijo es tenerle de los Ceretanos, y que en su tiempo los Morgetes se dieron a conocer por las poblaciones que les han querido atribuir, o por Ceres a quien adoraban; pero no se ajusta uno ni otro, con la similitud de Cerdaña, que está cierta en los Ceretanos; como está referido: reinó 69 años, murió el año del Mundo 2733.

(1: Marin. lib. 6, cap. 1. Cassaneo pág. 12, cons. 17. Tarafa de reg. his. cap. de Heritreo. Pujades Cor. de Cata. lib. 1, cap. 36.)