El año del diluvio

El año del diluvio


«Con todos estos ingredientes (una época agobiante, un paisaje rústico y sombrío, unos protagonistas de singular idiosincrasia, una historia de pasiones violentas y amores imposibles) lo más sensato habría sido renunciar. Pero naturalmente, el riesgo me atrajo.»

Mendoza narra el conflicto en el que se ve envuelta sor Consuelo, una monja que administra un ruinoso hospital. Para conseguir la financiación, se dirige al cacique de San Ubaldo de Bassora, aunque todo empieza a complicarse cuando éste la seduce. 

La invención expresiva constante de Mendoza y su inigualada habilidad para la recreación de estilos y géneros, sustentan el cañamazo de una historia rica en hallazgos y sorpresas. 

Por su maestría narrativa, desplegada en los más variados registros;
por el empuje, el poder de convicción con que transmite al lector un mundo propio y unos personajes de contorno imborrable,
El año del diluvio se cuenta
entre los mayores logros de Eduardo Mendoza.

El asombroso viaje de Pomponio Flato

El asombroso viaje de Pomponio Flato


En el siglo I de nuestra era, Pomponio Flato viaja por los confines del Imperio romano en busca de unas aguas de efectos portentosos

Ullals, Fenellasa, Fenellassa, Fenellosa, Beceite, Beseit, Parrizal, Parrissal

El azar y la precariedad de su fortuna lo llevan a Nazaret, donde va a ser ejecutado el carpintero del pueblo, convicto del brutal asesinato de un rico ciudadano (Georgius Podiolus). 

Muy a su pesar, Pomponio se ve inmerso en la solución del crimen, contratado por el más extraordinario de los clientes: el hijo del carpintero, un niño candoroso y singular, convencido de la inocencia de su padre, hombre en apariencia pacífico y taciturno, que oculta, sin embargo, un gran secreto.

Cruce de novela histórica, novela policíaca, hagiografía y parodia de todas ellas, El asombroso viaje de Pomponio Flato es la obra más insólita e inesperada de Eduardo Mendoza, y también una de las más ferozmente divertidas.

Como en el Quijote se ponían en solfa los libros de caballerías, aquí se ajustan las cuentas a muchas novelas de consumo, y se construye, al mismo tiempo, una nueva modalidad del género más característico de Eduardo Mendoza: la trama detectivesca original e irónica, que desemboca en una sátira literaria y en una desternillante creación de inagotable vitalidad novelesca.