4-2 Noticias en Cataluña de los romanos, a quien favorece:

Capítulo 2.

Noticias en Cataluña de los romanos, a quien favorece: passa a Cataluña Amiclar, y guerra contra Betulones, y otros: y embajada a Alexandro Magno.

En esta era vino a Cataluña la noticia de la romana república por medio de los de Marsella, de los cuales se valieron los romanos para introducir amistad con los saguntinos, y por ellos con los celtas sus confederados, para poder ser admitidos en España, envidiosos de los logros de los cartagineses en Andalucía, y de los marselleses en Cataluña: para el efecto enviaron embajada a Marsella, y esta a Sagunto, concluyendo liga, y amistad las tres naciones. 

Pasaron estas conferencias, y las guerras contra Mallorca, casamiento de Amiclar con una señora española, que parió al gran Aníbal, en los años antecedentes: el año antes de Cristo 244 nació Aníbal en Mallorca, y quietada pasó a Sicilia, y se ajustaron las paces con los romanos. 

(1: Flor. lib. 3 c. 31. Beuter lib. 1. Viladam. cap. 15. Pujades Cor. lib. 2 c. 11 y 17.)

Respiró Cartago, y año 237 antes de Cristo, envió a Amiclar Barcino a España, y habiendo entrado en Andalucía con poderosa armada, dirigió su viaje por las costas a Cataluña, desembarcó, la circuyó por los Pirineos, y llegó hasta el lugar donde Ebro desagua al mar (Delta del Ebro, Ebre): mandó salir su gente a tierra para poder con resguardo tratar con los paisanos, y ver como podía señorear la tierra.

envió a Amiclar Barcino a España, Hamilcar

Exploró el terreno, y los naturales: les advirtió fuertes, valientes, y siempre en arma, y dudó de su intento; pero reconociéndoles divididos, y poco conformes (lunar de la nación) se alentó para dominarles, y fabricó fuerte para su resguardo: fundado este, poblado, y bien fortificado, en tiempo de un año, le llamó Cartago, y en crédito de la africana se nombró la vieja Cartago, después Carteja, y hoy Villafranca de Panadès: sucedió esto hasta el año antes de Cristo 238. 

(2: Probo in vita Amiclar, & Annibal. Gar. lib. 1, c. 12. Tarafa Pujades Cor. de Cat. lib. 2, c. 17 y 18.)

Es Villafranca de las villas nombradas de Cataluña, de mejores casas, y edificios, curiosas iglesias, y conventos: se llamó de Panadès por los Penos que son los de (Carta-tago) Cartago, o por los que condenaban al trabajo de las minas que se hallaban en los montes de Foix, y Pontons, y los guardaban en la villa, y de estos tomó el apellido de Panadès por el término latino Poenitentium (Penitensis): fue la primera, y más célebre colonia de Cartago, nombrada Franca por los antiguos, y nuevos Privilegios, con los cuales fue ilustrada por sus servicios, y liberalidad de los Señores Reyes. (3: Privil. Ferdinandus (Fernando II de Aragón, el católico) 2 Calen Maij 1493. Episc. Gerund. Par. Hisp. cap. de Urbibus quae fuerunt deletae, & cap. de Cit. lib. 3 cap. de Colonijs Cartag. Diago Condes de Barcelona lib. 1. Crisis de Cat. p. 1, c. 9 § 1. Pujades Cor. de Cat. lib. 2, c. 18.)

Fundada Villafranca, Corte, y resguardo de Amiclar, discurrió este la forma de dominar la Provincia: los Celtíberos sus amigos se le ofrecieron prontos: solicitó a los Turdetanos contra los Saguntinos para revolverles en discordias, que era el medio que había elegido para su ruina: conociendo el humor del país, permitió varios hurtos, y daños, a la licencia militar para conmover los pueblos, buscando color a la guerra; y advirtiendo su intento los Saguntinos, políticos disimularon hasta lograr la ocasión, que no se dilató; pues saliendo, pasados dos años, de Villafranca el cartaginés el año 231 antes de Cristo, juntó su dividido ejército Amiclar para encaminarse a sus designios, tomaron las armas los pueblos desde Llobregat a Ebro: hicieron sus emboscadas, mataron, destruyeron parte de los enemigos, siguiéndoles hasta Ebro, donde recogió su campo, y acudieron los Celtíberos sus camaradas, que les admitió vengativo para dominar la Provincia, y castigar a sus enemigos. Volvió Amiclar a Villafranca, para celebrar sus bodas, con la hija de Asdrúbal, (4: Garib. lib. 5 c. 12. Beuter lib. 1, c. 14 y 17. Medina p. 1 c. 47. p. 2, c. 170. Flor. lib. 4, c. 11. Pujades Cor. de Cat. lib. 2, c. 18 y 19.) esto sucedió hasta el año antes de Cristo 231. 

Por este tiempo, se juzga vinieron los africanos Rubricatos, que de su nombre, o por el río tomó el nombre Rubricata, fundada a la boca del río, colonia cartaginesa, celebrada, y muy poblada. 

(5: Argaiz fund. de Esp. pág. 30 y 40. Marin. de rebus Hisp. lib. 1 de fluminibus (de los ríos). Cris. de Cat. p. 1, c. 9 § 4.)

Queriendo Amiclar el dominio de la tierra, emprendió el viaje hacia Barcelona, y su suegro Asdrúbal, por la costa con su armada marítima, juzgando en el dominio de esta tierra, asegurar lo que poseía dentro de España: pasó Amiclar por los Cossetanos, se opusieron fuertes, tuvieron varios encuentros, y algunas batallas; pero a la fin venció Amiclar, y dominó de Ebro a Llobregat. 

No obstante la disminución del ejército, se alentó a pasar a la Lacetania, tuvo mayores empeños, guerreó con varia suerte hasta llegar a Besòs: se juntó la comarca, le impidió el paso del río; y alentados los catalanes pelearon con el ejército enemigo, que hubo de retirarse, y fortificarse en su plaza de armas: allá acudieron los nuestros con varios asaltos, entrando en sus líneas, quemaban, mataban, y hacían muchos prisioneros; obrando esto el natural valor, falto de arte, y disciplina militar.

Fueron tan extremados estos pueblos, que como refieren las historias, vencido, confuso, y admirado Amiclar, se retiró como pudo, y se fortificó en Barcelona, y Monjuique, resguardado por el sitio, y armada marítima que condujo al puerto Asdrúbal; y aun no juzgándose seguro, fortificó a Barcelona, le dio gran ámbito, y la puso en defensa con el puerto, que creo es el viejo, del lugar que llamamos Nuestra Señora del puerto

(6: A partir de aquí se omiten las notas al pie que no sean específicas.) 

Llegaron a Cataluña las noticias de las victorias de Alexandro, y voló la fama por toda España: determinaron los españoles de esta provincia, enviar a Maurino Catalán a Babilonia a Alexandro Magno, para darle el parabién de sus triunfos, y suplicarle les asistiese contra los cartagineses: estimó Alexandro la fineza, y prometió favor; pero su temprana muerte marchitó las bien fundadas esperanzas.

4-1, De la venida de los marselleses, fundación de Ampurias, y como dilató su dominio Cartago en España.

Libro 4 de los Anales de Cataluña. 

Entran los cartagineses, y guerra contra los catalanes: entrada de los romanos, hasta sacar a los de Cartago de España: y vuelta a Roma de Publio Cornelio Scipion. 

Capítulo 1.

De la venida de los marselleses: fundación de Ampurias, y como dilató su dominio Cartago en España.

Todavía hasta este tiempo olvidan las historias a Cataluña, puede ser que como no entraban con grande poder los extraños, fuesen poco admitidos (N. E. Y puede ser que, como no existía, no la nombren los autores); y aunque entrasen con poder, si faltó el agasajo, fuesen vencidos; y que solicitasen antes los cartagineses vencedores asegurarse de las otras Provincias, para poder con mayor seguridad dominar la nuestra, dejándola por entonces en su quietud, y gobierno.

Parece que ya Cartago quiso dominar a Cataluña, enviando a España para refuerzo de su ejército 500 ciudadanos de la misma república, y luego Sapho hijo de Asdrúbal para guerrear en la Mauritania, y últimamente Himilco, y Hannon con orden de obligar con el agrado, y destreza: arte que les dio a Mallorca, y de allí solicitaron la amistad de los saguntinos que no alcanzaron; y es cierto era el camino más trillado, y seguro para el dominio de esta Provincia, por ser (estar) Sagunto tan cerca, y tan unida con los pueblos de Cataluña como se refirió cap. 6, lib. 3. (1: Marin. lib. 1, cap. 20. Flor. lib. 2, cap. 44 y 46, y lib. 3, c. 24. Garibay lib. 5, cap. 7. Beuter lib. 1, cap. 13. Pujades Cor. de Cat. lib. 2, c. 11 y 12.)

Pasaron estas cosas, del año 478 hasta 333 antes de Cristo.

Por este tiempo los de Marsella, buenos amigos de Cataluña (N. E. no van a ser amigos, si les cogen el oro y la plata y los atontados no dicen ni “escolta noi, això és meu”), no se olvidaron, y quisieron venir a buscar la plata de sus minas que habían dejado, armaron su flota en ocho bajeles grandes, y otros pequeños, llenos de pueblo, hombres, mujeres, y niños, intentaron el desembarco en la playa de Rosas: no les pareció a los naturales admitir tanto pueblo, tomaron las armas los lugares vecinos , y los pueblos Indigetes.

Otra causa da Beuter, que era venir esta armada, cuando los pueblos Portusios tenían cruel guerra contra los Laletanos, y Gerundenses por los términos, que había años que duraba, y temiendo los Indigetes que esta armada no viniese a favor de los contrarios en daño suyo, tomaron las armas, y les impidieron el desembarco.

Sea como quisieren, se retiraron los de Marsella, pararon a la isla de las Medas, y la poblaron; pero siendo el lugar corto para tanto pueblo, enviaron a la tierra firme de nuestros Celtas Indigetes, algunas barcas con los más viejos, y autorizados sujetos, llevando ramos de olivo en las manos en señal de paz, que les logró audiencia, en la cual publicaron venir amigos, y de paz, que eran de Marsella, que como había crecido tanto aquel pueblo, el común les enviaba a poblar otras tierras, eligiendo aquella por la unión de los Phocenses, y marselleses que estaban en Alba; y que les suplicaban les concediesen las Medas, sin embargo, ni oposición: a la cortés embajada de los de Marsella, respondieron nuestros catalanes celtas, que les concedían lo que pedían, asegurándolos de su amistad, y protección. (N. E. Las palabras exactas fueron “això està fet.”)   

Se conservaron algún tiempo los de Marsella en las Medas; pero como el lugar era corto, y el pueblo grande, no era fácil mantenerse, y resolvieron participar a sus amigos su intento de mudar terreno: los cuales vista su industria, y buena ley, les concedieron la tierra firme del lugar corto de Alba. El cual con la diligencia, aplicación, y arte creció tanto, que fue lugar nombrado. Viéndose los de Marsella poblados en Alba, con los Indigetes antiguos, les rogaron permitiesen fabricar una muralla para la división de las dos naciones, quedando los de Marsella a la parte del mar, para su trato, y los Indigetes a la de tierra (N. E. Seguramente no sabían nadar ni conocían el pescado de mar): lo concedieron nuestros paisanos; se ensanchó, se dilató; y creció el pueblo, con el comercio, artes, y aplicación, a ser la más frecuentada, y nombrada ciudad de España: acudían de la mayor parte de Europa tratantes con varias haciendas; tenían sus juntas, ferias, y dilatado comercio, y de este comercio mudó Alba su antiguo nombre en Emporium (N. E. me suena a latín), hoy Ampurias. (2: Episc. Gerun. in Par. c. de Urbibus quae fuerunt. Viladamor cap. 13. Flor. lib. 3, c. 23. Garibay lib. 5 c. 9. Beuter lib. 1 c. 12 y 13. Tito Livio dec. 4, lib. 3, cap. 4. D. Antonio Agustín Dialog. 6. Pujades Cor. de Cat. lib. 2, cap. 13, 14 y 15. Marsil. Cris. de Cat. p. 1, c. 9 § 9.)   

De los tratos de aquel pueblo, y en particular del esparto, nació otro mejor pueblo, que fue la gran ciudad de Junquera, después catedral insigne, hoy sólo ejemplo de las injurias del tiempo. 

Fue Ampurias la ciudad de mayor comercio de España, poblada de los catalanes Indigetes, y de los marselleses, y Phocenses, divididos por la gran muralla, y con los romanos que admitieron, se formó de tres naciones tan célebre Emporio: para sus navíos, y contratos fabricaron un puerto muy capaz, del cual se hallan indicios en el convento de los padres Servitas, y para su defensa duplicados muros: para la fertilidad de sus campos las acequias de Ter, Fluvià, y Verges, con ilustres edificios para su adorno, y con buena, y numerosa casería para treinta mil familias que la habitaban: amiga, y enemiga de los romanos, y su colonia, obispado gobernando los Godos; y aunque derruida, es cabeza del condado de Ampurias, (3: Pujades citado, y Cris. de Cat.) hasta nuestro tiempo: desde los años 478 antes de Cristo hasta el de 335 pasaron en Cataluña los referidos sucesos. Por este tiempo enviaron embajada muy cumplida los de Marsella a los Celtas Indigetes, para darles gracias de haber admitido a sus paisanos, y del buen trato, y uniformidad de vida: pasada esta urbanidad por medio de los de Marsella, se tuvo noticia en Cataluña de los romanos. (4: Flor. lib. 3, cap. 11. Beuter lib. 1, cap. 14. Viladam. cap. 14. Garibai lib. 5, cap. 5. Pujades Cor. de Cat. lib. 2, cap. 16.)

Como veremos en el siguiente capítulo.

Ter, riu, río, river, Fluss, fluvium, flum