Al tren. En el tren. Leopoldo Alas, Clarín.

AL TREN (en chapurriau)

Leopoldo Enrique García-Alas y Ureña (Clarín).

Lo duc del Pergamino, marqués de Numancia, comte de Peñasarriba, consellé de ferrocarrils de vía ampla y de vía estreta, ex ministre de estat y de Ultramar...


Lo duc del Pergamino, marqués de Numancia, comte de Peñasarriba, consellé de ferrocarrils de vía ampla y de vía estreta, ex ministre de estat y de Ultramar... está que bufe y agarre lo sel... ras del coche de primera en les mans; y al seu juissi té raó que li sobre. Figúronse vostés que ell ve desde Madrid sol, tombat tot lo llarg que es a un reservat, en lo que ha tingut que contentás, perque no va ñabé a la seua disposissió, per torpesa dels empleats, ni coche-llit, ni cosa pareguda. Y ara, cuan milló dormíe, a mija nit, a la mitat de Castilla, li obrin la porta del seu departamén y li demanen mil perdóns... perque té que admití la compañía de dos viachés nada menos: una siñora enlutada, cuberta en un vel espés, y un tinén o teniente de artillería.

¡De cap manera! No ña cortessía que valgue; lo noble español es mol inglés cuan viache y no se entreté en miraméns medievals: defén lo home lo seu resservat poc menos que al sport que ha adeprés a Eton, a Inglaterra, lo noble duc castellá, estudián inglés.

¡Un consellé, un senadó, un duc, un ex-ministre, consentí que entron dos desconeguts al seu coche, después de habé consentit en pressindí de una berlina-llit, al que té dret! ¡impossible! ¡Allí no entre ni una mosca!

La dama de dol, avergoñida, confusa, procure desapareixe, buscá refugi a consevol furgó aon pugue ñabé gossos mes fins... pero lo tinén de artillería li tanque lo pas ocupán la eixida, y en molta tranquilidat y finura defén lo seu dret, lo dels dos.

- Caballé, no nego lo dret de vosté a reclamá contra los descuidos de la Compañía... pero yo, y per lo vist esta siñora tamé, ting billet de primera; tots los demés coches de esta classe venen plens; an esta estassió no ña manera de aumentá lo servissi... aquí ñan assientos de sobres, y aquí mos embutirem. Lo jefe de la estassió apoye en timidés la pretensió del tinén; lo duc se creix, lo jefe sedix... y lo artillé cride a un cabo de la Guardia Sivil, que, enterat del cas, aplique la ley marsial al reglamén de ferrocarrils, y decrete que la viuda (ell la creu viuda) y lo seu tinén se quedon al resservat del duc, sense perjuissi de que este se queixo dabán de qui correspongue.

Pergamino proteste; pero acabe per calmás y hasta li oferix un magnífic puro al militar, del que acabe de sabé, acsidentalmen, que va al expresso a incorporás al seu regimén, que se embarque cap a Cuba.

- ¿Aixina que va vosté a Ultramar a defendre la integridat de la patria? - Sí siñó, al radé sortech (o sorteo) me ha tocat la china.- ¡Y vaya chinada? -
Dixo a ma mare y a la meua dona dolentes y dixo dos chiquets de menos de sing añets. - be, sí; es lamentable... ¡Pero la patria, lo país, la bandera!

- Ya u crec, siñó duc. Aixó es lo primé. Per naixó hi vach. Pero séntigo separám de lo segón. Y vosté, siñó duc, ¿aón sen va?

- Phs... per lo pronte a Biarritz, después al Nort de Fransa... pero tot aixó está mol vist; passaré lo Canal y repartiré los mesos de agost y de setembre entre la isla de Wight, Cowes, Ventnor, Ryde y Osborn...
La dama del dol y del vel, ocupe silensiosa un racó del resservat. Lo duc no sen fixe en ella. Después de repassá un periódic, seguix la conversa en lo artillé, que es de poques paraules.

- Alló está mol mal. Cuan yo, per novatada de ministre, vach admití la cartera de Ultramar, pera adependre, me vach convense de que tenim que cauterisá la administrassió ultramarina, si se vol salvá.

- Y vosté ¿no va pugué aplicál?

- No vach tindre tems. Vach passá al estat, per los meus merits y servissis. Y ademés... ¡ñan tans compromisos! Oh, pero la insensata rebelió no durará; los nostres

héroes defenen alló com a leóns; miro vosté que es magnífica la mort del general Zutano... víctima de la seua valentía a la acsió de Tal... Zutano y un atre valén,

un capitá... Lo capitá... no sé cuáns, van perí o morí allí pel mateix valor y lo mateix patriotisme que los mes renombrats martirs de la guerra. Zutano y lo atre, lo capitá aquell, se mereixen estatues; lletres de or a una lápida del Congrés... Pero de totes maneres, alló está mol futut... No tenim una administrassió... Conque ¿vosté se quede aquí pera pendre lo tren que lo porto a Santander? pos venga, bona sort, mols llorés y poques bales... Y si vol vosté algo per aquí... ya sap vosté, lo meu tinén, durán lo estiu, isla de WightCowesRydeVentnor y Osborn...

Lo duc y la dama del dol y lo vel se queden sols al resservat. Lo ex-ministre procure, en discressió relativa, conversá.

La dama conteste en monossílabos, y a vegades en señes.

Lo de Pergamino, despechat, se aburrix. A una estassió, la enlutada mire en impassiensia per la finestreta.

- ¡Aquí, aquí! - cride de repén -; Fernando, Adela, aquí...

Una parella, tamé de dol, entre al resservat: la enlutada del coche los abrasse, plore damún del pit de l´atra dona, sofocán los gañols. Lo tren seguix lo seu viache. Despedida, abrassos un atra vegada, ploreres...

Se van torná a quedá sols la dama y lo duch.
Pergamino, mort de impassiensia, se aventure al terreno de les possibles indiscressións. Vol sabé a tota costa lo origen de aquelles penes, la causa de aquell dol... Y obté freda, seca, irónica, entre llágrimes, esta breve resposta:

- Soc la viuda del atre... del capitá Fernández.

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EN EL TREN.


El duque del Pergamino, marqués de Numancia, conde de Peñasarriba, consejero de ferrocarriles de vía ancha y de vía estrecha, ex ministro de Estado y de Ultramar… está que bufa y coge el cielo… raso del coche de primera con las manos; y a su juicio tiene razón que le sobra. Figúrense ustedes que él viene desde Madrid solo, tumbado cuan largo es en un reservado, con que ha tenido que contentarse, porque no hubo a su disposición, por torpeza de los empleados, ni coche-cama, ni cosa parecida. Y ahora, a lo mejor del sueño, a media noche, en mitad de Castilla, le abren la puerta de su departamento y le piden mil perdones… porque tiene que admitir la compañía de dos viajeros nada menos: una señora enlutada, cubierta con un velo espeso, y un teniente de artillería.

¡De ninguna manera! No hay cortesía que valga; el noble español es muy inglés cuando viaja y no se anda con miramientos medioevales: defiende el home de su reservado poco menos que con el sport que ha aprendido en Eton, en Inglaterra, el noble duque castellano, estudiante inglés.

¡Un consejero, un senador, un duque, un ex-ministro, consentir que entren dos desconocidos en su coche, después de haber consentido en prescindir de una berlina-cama, a que tiene derecho! ¡Imposible! ¡Allí no entra una mosca!

La dama de luto, avergonzada, confusa, procura desaparecer, buscar refugio en cualquier furgón donde pueda haber perros más finos… pero el teniente de artillería le cierra el paso ocupando la salida, y con mucha tranquilidad y finura defiende su derecho, el de ambos.

-Caballero, no niego el derecho de usted a reclamar contra los descuidos de la Compañía… pero yo, y por lo visto esta señora también, tengo billete de primera; todos los demás coches de esta clase vienen llenos; en esta estación no hay modo de aumentar el servicio… aquí hay asientos de sobra, y aquí nos metemos.

El jefe de la estación apoya con timidez la pretensión del teniente; el duque se crece, el jefe cede… y el artillero llama a un cabo de la Guardia civil, que, enterado del caso, aplica la ley marcial al reglamento de ferrocarriles, y decreta que la viuda (él la hace viuda) y su teniente se queden en el reservado del duque, sin perjuicio de que éste se llame a engaño ante quien corresponda.

Pergamino protesta; pero acaba por calmarse y hasta por ofrecer un magnífico puro al militar, del cual acaba de saber, accidentalmente, que va en el expreso a incorporarse a su regimiento, que se embarca para Cuba.

-¿Con que va usted a Ultramar a defender la integridad de la patria?

-Sí señor, en el último sorteo me ha tocado el chinazo.

-¿Cómo chinazo?

-Dejo a mi madre y a mi mujer enfermas y dejo dos niños de menos de cinco años.

-Bien, sí; es lamentable… ¡Pero la patria, el país, la bandera!

-Ya lo creo, señor duque. Eso es lo primero. Por eso voy. Pero siento separarme de lo segundo. Y usted, señor duque, ¿a dónde bueno?

-Phs… por de pronto a Biarritz, después al Norte de Francia… pero todo eso está muy visto; pasaré el Canal y repartiré el mes de Agosto y de Septiembre entre la isla de Wight, Cowes, Ventnor, Ryde y Osborn…

La dama del luto y del velo, ocupa silenciosa un rincón del reservado. El duque no repara en ella. Después de repasar un periódico, reanuda la conversación con el artillero, que es de pocas palabras.

-Aquello está muy malo. Cuando yo, allá en mi novatada de ministro, admití la cartera de Ultramar, por vía de aprendizaje, me convencí de que tenemos que aplicar el cauterio a la administración ultramarina, si ha de salvarse aquello.

-Y usted ¿no pudo aplicarlo?

-No tuve tiempo. Pasé a Estado, por mis méritos y servicios. Y además… ¡hay tantos compromisos! Oh, pero la insensata rebelión no prevalecerá; nuestros héroes defienden aquello como leones; mire usted que es magnífica la muerte del general Zutano… víctima de su arrojo en la acción de Tal… Zutano y otro valiente, un capitán… el capitán… no sé cuántos, perecieron allí con el mismo valor y el mismo patriotismo que los más renombrados mártires de la guerra. Zutano y el otro, el capitán aquél, merecen estatuas; letras de oro en una lápida del Congreso… Pero de todas maneras, aquello está muy malo… No tenemos una administración… Conque ¿usted se queda aquí para tomar el tren que le lleve a Santander? Pues ea; buena suerte, muchos laureles y pocos balazos… Y si quiere usted algo por acá… ya sabe usted, mi teniente, durante el verano, isla de Wight, Cowes, Ryde, Ventnor y Osborn…

El duque y la dama del luto y el velo quedan solos en el reservado. El ex-ministro procura, con discreción relativa, entablar conversación.

La dama contesta con monosílabos, y a veces con señas.

El de Pergamino, despechado, se aburre. En una estación, la enlutada mira con impaciencia por la ventanilla.

-¡Aquí, aquí! -grita de pronto-; Fernando, Adela, aquí…

Una pareja, también de luto, entra en el reservado: la enlutada del coche los abraza, sobre el pecho de la otra mujer llora, sofocando los sollozos.

El tren sigue su viaje. Despedida, abrazos otra vez, llanto…

Quedaron de nuevo solos la dama y el duque.

Pergamino, muerto de impaciencia, se aventura en el terreno de las posibles indiscreciones. Quiere saber a toda costa el origen de aquellas penas, la causa de aquel luto… Y obtiene fría, seca, irónica, entre lágrimas, esta breve respuesta:

-Soy la viuda del otro… del capitán Fernández.

FIN.

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DE TESTAMENS, INVENTARIS, CODICILS, E DONACIONS
per causa de mort. En los Notaris son les Tatxes seguens.

PRIMO de bens valens fins, a cent liures. XX. Sol.

Item de cent liures fins a trecentes liures. XXX. sol.

Item de 300. liures fins a 500. liures. ij. liu. v. sol.

Item de 500. liures fins en 1000. liures. iij. Liures.

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Item de valents mes de 10000. liures quant que sia, xx li.
E mes avant vltra les taxacions hagen los dits Notaris per cascun die que traballaran, ells, o llurs subrogats en ferlo (fer-salto línea-lo) Testament, Inventari, y Encant, si es dins lo lloch ahont seran domiciliats, vij. soly vj. din. e si es fora lo lloc ahont seran domiciliats. xv. sol.

DE ESPOLITS.

PRIMO fins 50. liures de Dot hajen haver xv. sol.

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E si es mes de dos milia muntan a iiij. sol. per centenar mes avant de les cinch liures x. sol. ab aço que no excedesca de xx. liu. En tot.

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PRIMO fins a cinquanta liures de preu. j. liura.

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Item de 200. liures fins (fius) a 300. liures 1. liura.

Item de 300. liures fins a 500. liu. 1.liu.10.sol.

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Item de 10000. liures & vltra. 20.liu.

DILACIONS VLTRA MARINAS.
Menorca, Esvissa. xxx. dies

Barcelona, valencia (con minúscula). dos mesos.
Portugal, Granada, e qualsevol Regne de Castilla, França, Serdeña, Corcega. iiij. mesos.

Sicilia, Napols, Roma Genova, Rodes. vj. mesos.

Castell Sant Pera, Chipre, Alexandria, Venecia,
Flandes, Inglaterra, y altres parts. 8. mesos.

Indias Occidentales de la nova España. 18. mesos.

Y del Peru. 2. Añys.

les IORNADES QVE LOS PORTADORS DE LLETRES

tenen en les Viles per executar, y quantes dietes a cade Vila.

Alaro.

Algaida.

Alcudia cade die.

Artá cade die.
Andrax.

Bañabufar.

Benyamar.

Benisalem.

Buñola.

Campos.

Campanet.

Calvia.

Falanix. cade die.

Inca, cade die.

Lluch major, cade die.

Manacor, cade die.

Muro cade die.

Montuiri.

Marratxi.

Porreres.

Pollença.

Pobla.

Pétra.

Purpuñent.

Soller.

Selva.

Sencelles.

Santañi.

Sineu cade die.
Santa Maria del cami
Sant Iuan de Sineu.

Santa Margarita de Muro.

Stellenchs.

Valldemussa.

Dilluns. j.

Dimecres j.

Liuramens Dimecres. iij.

Liuramens Divendres. iiij.

Dijous. ij.

Dilluns. ij.

Dimars. ij.

Dimecres. j.

Divendres. j.

Dilluns. ij.

Dilluns. iij.

Dimecres. j.

Liuraments Dilluns. ij.

Liuramens Dijous. ij.

Liuramens Dimecres. ij.

Liuramens dimars. i.j.

Liuramens Dijous. ij.

Dimars. ij.

Dimars. j.

Dilluns. ij.

Cade die. iij.

Divendres. ij.

Dimars, é Disapte. ij.

Dilluns. j.

Cade die. ij.

Dilluns. ij.

Dimars. ij.

Dimars. iij.

Liuramens Dimecres. ij.
Divendres. j.
Divendres. j.
Divendres. ij.
Dilluns. ij.
Dimecres. j.


NVPCIES.

Toto Anni tempore, praeterquam ab Adventu vsque in diem Epiphaniae, & a feria quarta cinerum, vsque in octavam Paschatis, permittuntur nuptiae.

ADVENT.
Lo Diumenge mes prop de Sant Andreu, y si sera en Diumenge, lo matex Diumenge.
Que sint cause, & qui sunt Actus, qui, & quae diebus feriatis possint (possnnt) tractari, & fieri.
Haec faciunt causas testis tractare diebus.
Pax, scelus admissum, manumissio, res peritura.
Terminus expirans: mora, testis abesse uolentis.
Cumque potestatis patriae. jus filius exit.

QVATVOR ANNI TEMPORA.
Pentecost, (cruz) Luciam, Cineres, & Crucem.
Post Pentecost, Crucem, Luciam, Cineres, debent jeiunia dici.
(dibujo)

INDEX.

(Se omite. No coincide con el formato doc, ni HTML. Empieza en la página 412 del pdf. Es interesante como glosario para investigar el léxico de la lengua mallorquina, mallorquín, mallorquí. FINAL DEL LIBRO.)

Lo Trovador Mallorquí. El Trovador Mallorquín. José Taronjí.

Lo Trovador Mallorquí.

El Trovador Mallorquín.

Lo Trovador Mallorquí.  El Trovador Mallorquín.



Poesías escritas en mallorquín literario.
Acompañadas de versión castellana;
por
D. José Taronjí.

Presbítero,

Doctor en Sagrada Teología,
canónigo de la insigne iglesia del Sacro-Monte,
Catedrático de Retórica y Poética
en el Colegio-Seminario de San Dionisio.

Palma de Mallorca.

Tipografía de Bartolomé Rotger.

1883.

Licencia del Ordinario.

Examinada por especial encargo la presente colección de poesías líricas mallorquinas, con su correspondiente versión castellana, Su Excelencia Ilustrísima, ha tenido á bien conceder permiso y licencia para que pueda imprimirse y publicarse.

Palma 9 de Setiembre de 1882.
Guillermo Puig.
Canónigo Srio.

Prólogo.

Tras algunos años de espera, debidos á las circunstacias de mi accidentada vida, puede ver la luz el primer volúmen de mis versos mallorquines. En 1877, al publicar la obra sobre el Estado religioso y social de la isla de Mallorca, anuncié la publicación de LO TROVADOR MALLORQUÍ; no me ha sido posible hasta hoy realizar lo prometido. No tarda quien llega, afirma un refrán; y ménos tarda aún, como de fijo deben de asegurar los que algo entiendan del estado de nuestro comercio de libros y arte de imprimir, el que á traves de los obstáculos aludidos, llega á ver, si bien imperfectamente, efectuada la difícil empresa. Hecha esta necesaria aclaracion, tocaríame, a fuer de buen padre, enterar al público de lo que concierne á la historia y cualidades de mis poesías, pobres hijas de mi imaginacion juvenil, nacidas al calor del sentimiento patrio, iluminadas por el rayo vivificante de la Fe católica; y á guisa de prólogo, insertar largos capítulos de teoría literaria tocantes al fondo y a la forma, al medio de expresion y á los ideales de estos versos. Mas ¿para qué? Aquí están ellos mismos: hablen y respondan, sin necesidad de abogados enojosos, pues valor tienen de presentarse, sencillamente y sin pueriles temores ni vanos alardes, ante el tribunal de la crítica ilustrada.
Veinte años escasos contaría yo, cuando sentíme impulsado por la poderosa corriente de renovacion literaria, que los vientos del Mediterráneo, desde las costas de Cataluña traían á Mallorca. La voz de la antigua patria catalano-aragonesa, envuelta en los misterios y atractivos de lo pasado; el sentimiento religioso, puro, vivo, resplandeciente en mi familia y en la Isla entera, como la llama del hogar; las suaves emociones que experimentaba mi corazon, al escuchar los cantos populares de boca de las aldeanas mallorquinas, incomparable tipo de belleza, en el fondo de blancos almendrales, á orillas de *tados arroyuelos, ó a lo largo de las azules playas, cuando murmura dulcemente el mar dormido; la delicada pasion de mi alma, exhalándose en entusiastas discursos, al contemplar los muchos monumentos que el genio del Arte, por la Fe dirigido, levantó en el pequeño territorio de mi patria; todo, todo me impelía a tomar parte en la que se ha llamado la nueva cruzada; todo convidaba á sentarse en el banquete de los hijos de los dioses, todo ponía en mis manos el arpa sonorosa. La naturaleza cultivada con sus encantadoras armonías; el cielo eternamente azul, que, cual inmenso pabellon de seda, cobija las altísimas cumbres; el mar, ya sosegado, ya furiosamente revuelto contra la escollera de rocas que defiende el N. de la Isla; el derruido castillo, baluarte un tiempo de la independencia cristiana; la cabaña del leñador amparada de los vientos por el añoso ramaje de las encinas; la espesa cabellera de pinares que cubre las graciosas vertientes de los cerros: hé ahí las fuentes de mi inspiracion poética.
Al fijar la atencion en las vicisitudes de la humana vida, la complicada urdimbre de acontecimientos, prósperos y adversos, que la constituyen, levanta ó abate el espíritu; el cual se dilata en las expansiones de legítima alegría, ó se contrae bajo el peso del infortunio, ó saca, en su meditacion científica, provechosas lecciones de las alegorías é imágenes de la naturaleza . El espíritu se encuentra mecido en una onda de luz; ó vaga de pronto en menguada circulación de tinieblas.
Y, por otra parte, mirando la cruz de Jesucristo, símbolo sublime de nuestra civilizacion, coronar las esbeltas torres de las parroquias, lo mismo que el pajizo techo de selváticas ermitas, llevé mi alma á la soledad; y, en el silencio de la oracion, por el camino del deber, los ejemplos de Dios y de los mártires y santos infundiéronme ¿por qué no decirlo?, la gracia del amor, para cantar, con pobrísimos pero sentidos acentos, en mi nativo restaurado lenguaje mallorquin, ó catalan literario los afectuosos temores y esperanzas del alma cristiana, los encantos y grandezas de la Religion, la caridad heróica, nuestros destinos inmortales.
Por eso la presente coleccion de poesías se divide en tres libros, cuyos títulos indican suficientemente el asunto: Recuerdos de la patria; Las luces y las sombras; Granos de incienso.

Preludi.

LO PRIMER CANT DEL TROVADOR.

The first, the first! ...oh!
nought like it.
Our after years can bring.
(Francis Brown.)

Su baix la forta alzina
Qu´ombreja la marjada,
Y rossinyols estoja
Ab son negrench fullatje.
Un jovenet s´hi veya
Com l´auba clarejava.
¿Qué hi fa en aquestes hores?
Tant dematí ¿quí aguarda?
¿Ascolta per ventura
La suau remor de l´aygua
Del torrentol vehí
Cobert de flors boscanes?

PRELUDIO.
EL PRIMER CANTO DEL TROVADOR.

Cabe la robusta encina que se levanta en el bancal, y en su negruzco ramaje esconde nidos de ruiseñores;
A la claridad del alba, vese delicado mozo.
¿Qué hace allí á estas horas? ¿A quién busca tan de mañana?
¿Escucha tal vez el suave rumor del arroyo, que corre cerca, oculto en bosquecillo de flores?

¿Quí es lo galant jove?
Riallera té la cara,
Cabells abundantíssims
Li besan ses espatles.
Com si hagués foch intern
Inquieta n´es sa marxa,
Y axí com raig de sol
Llambrejan ses ullades.
Lo jovencell ¿qué porta,
¿Qué porta en ses mans d´ángel?
La clau de l´harmonía,

la joya d´ell: Un arpa.
Y alegre la punteja,
Mentres lo Sol dexantne
Los cims de l´alta serra,
Lo mira ab ulls de pare.
___
M´han dit en la vila
(Axí canta´l jove)
Que som un trovayre,
Que gloses sé fer;
M´han dit les donzelles
Que veu melodiosa
No hi há com la mía,
Que som llur plaher.
No sé lo que pugan
Mes veus agradarles,
No sé si mos cántichs
Ne son un tresor;
Mes sé qu´una harpeta
M´han dat, y que vibra
Gratíssimes notes
Si la polso jo.

¿Quién es ese simpático jóven? Risueña cara tiene; abundantísima cabellera flota sobre sus hombros.
Demuestra inquietud en sus pasos, como si fuego interno le aquejase; sus miradas relampaguean, como rayo de sol.
¿Qué lleva el niño, qué lleva en sus manos de ángel? La llave de la armonía, la prenda de su amor: UN ARPA.
Alegremente la hace vibrar, miéntras el Sol, abandonando las cumbres de la alta sierra, le mira con ojos de padre.
___
Y canta:
- “Dijéronme en el pueblo que soy trovador, que sé componer canciones; dijéronme las doncellas que no hay voz tan melodiosa como la mía, que yo soy su encanto.
“No sé hasta qué punto les gustan mis armonías; no sé si mis cánticos son un tesoro: pero me han dado un arpa, y ésta, cuando la pulso, despide gratísimos sones.

Sols quinze vegades,
En tota ma vida,
De la Primavera
N´he vist lo tornar;
Mes sént una espurna
De foch dintre l´ánima;
Y el cor se desperta,
Y ´m plau lo cantar.
¿Quí som? ¿Per qué ´m crida
La gent admirada?
¿Per qué de mí brollan
Suavíssimes veus?
¿Per qué conmoguda
m´ascolta ma mare?
Per qué s´en glorían
De mí ´ls parents meus?...
Tot, tot, vol parlarme.
La gaya fonteta
De dolços murmuris
Ne fa veu per mí.
¿Quí som? ¿Per qué ´ls núbols,
Les flors y les aygues,
Sa vida me contan
Per ferme sentir?
L´Altíssim tal volta
M´envía á la Terra,
Dels hòmens per calma.
De dòls per espant;
Y arreu les criatures,
Vehent m ´arribada,
Me diuen: Poeta,
Comença ton cant.

Áun sólo quince veces he visto la vuelta de la primavera; mas siento chispas de fuego en el alma; el corazon se despierta, y me gustan los cantares.
¿Quién soy? ¿Por qué me llama con cierta admiracion la gente? ¿Por qué se escapan de mi boca suavísimas palabras? ¿Por qué conmovida me escucha mi madre? ¿Por qué mis parientes hablan de mí con complacencia?
Todo quiere hablarme. La gaya fuentecilla sírvese de dulces murmullos al dirigirse a mí. ¿Quién soy? ¿Por qué las nubes, las flores y las aguas me cuentan su vida, comunicándome sus sentimientos?
Tal vez el Altísimo me envía á la Tierra, para mitigar los dolores de los mortales. Y las criaturas todas, al ver mi llegada, me dicen: Poeta, empieza tu canto.

¡Qué hermosa es la Terra!
¡Qué bella es Natura!
M´ encisa de l´auba
Lo joch matiner.
Qué bella es l´aubada
Quant surt enllestida,
De flors primerenques
Regant lo planter.
Lo Sol qui s´axeca,
De llum les ratxades
Envía benévol
Per serres y valls.
L´oratje qui corre
sorprén les espigues.
¡Quín goig!; al sentirho
Defugen traballs...
___
Mon pit té molta d´ansia
Del goig d´esta ventura;
La gloria y la bellesa
Saltar me fan lo cor.
La mar, los cels, les aures
Me diuen tendres coses,
De santa Fe ´l tresor.
¡Oh, vull cantar! ¡No´s pérdia
Ma veu en mes entranyes!
Ara, en ma jovenesa,
Mos lays entonaré;
Y quant les venes flonjes
Me tornin de vellesa,
Encara al mon y als hòmens
Adeu cantant diré!

¡Qué hermosa es la Tierra! ¡Qué bella es Natura! ¡Qué encantadores los juegos del alba, al aparecer ésta con su brillante atavío, rociando los planteles de tempranas flores!
El SOL se levanta; desparrama benévolamente raudales de luz por sierras y valles. Pasa la brisa matinal, sorprendiendo las espigas. ¡Qué gozo! Las penas huyen...
___
Mi corazón ansía gozar tanta ventura; mi corazon salta de contento por la gloria y la belleza. El mar, los cielos, las auras me dicen ternuras inefables; y el tesoro de la santa Fe híncheme el pecho de armonía.
¡Quiero cantar! ¡No vaya a perderse la voz en mis entrañas! Ahora, en la juventud, entonaré mis cantares. Y cuando la vejez afloje mis venas, todavía cantando diré adios al mundo y á los hombres!

¿Sentíu la cantoría
Que ´s pert per l´enramada?
Dolcíssima ressona
Com los gemechs del ayre.
N´es la cançó primera
Que n´ix del fons d´un ánima;
Del Home d´harmonía
N´es lo suspir del auba.
Primicies del Ingeni,
Preludi d´entussiasme;
Del jove Trovador
N´es la primer cantada.

Abril de 1872.


¿Oís el eco, que se pierde por la espesura? Resuena dulcísimo como los gemidos del aire.
Es la canción primera, que sale del fondo de un alma. Es el suspiro de alborada del Hombre del Ritmo.
Primicias del ingenio, preludio de entusiasmo; primera cantata del jóven Trovador.

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LLIBRE PRIMER.
RECORDANCES DE LA PATRIA.
___

I
Á MALLORCA x
---
Poesía premiada en lo certámen de Montpeller de 31 de Mars de 1875, convocat per la “Société pour l´étude des langues romanes.”
Desde ton trono escumós,
Desde ta cadira d´algues,
Reb mes tendres cantoríes,
Mes senzilles codolades.
***

Ben hajas, Illa preciosa,
Que ets per mí l´estel del auba;
Terra de les ones filla,
Mallorca mía, ¡ben hajas!
Oh sant niu de ma naxença
Jardinet de los meus pares,
Que ´l Creador fa florir
Pera la nostra alegransa.

Continúa aquí

vita christi en romanç, Isabel de Villena

Açi comença hun vita christi en romanç per que los simples e ignorants puguen saber e contemplar la vida e mort del nostre redemptor e senyor Jesus amador nostre. al qual sia donada gloria e honor de totes les obres nostres com a faedor e ordenador de aquelles.


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  • ASIN ‏ : ‎ B098WDBDWZ
  • Tapa blanda ‏ : ‎ 664 pàgines
  • ISBN-13 ‏ : ‎ 979-8533393508
  • Peso del producto ‏ : ‎ 1.09 kg
  • Dimensiones ‏ : ‎ 15.24 x 3.81 x 22.86 cm


Kempis  Vita Christi POR Sor Ysabel  DE Villena Letra Gótica. Libro *Rarísimo Impreso *año (en lugar de virgulilla ñ hay ^ circunflejo desplazado a la derecha) 1497. Incunables 1973 (BNE)
 
Vita Christi de la Reuerent Abb´adl´atínta. (la t está damún de la radera a. pareix un muixó. (Abbadessa de la Trinitat)




Vita Christi, final


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Lo Decamerón en CHAPURRIAU

JORNADA DÉSSIMA. NOVELA DÉSSIMA.


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Lo marqués de Saluzzo, obligat per los rogs dels seus vassalls a pendre dona, pera péndrela al seu gust tríe a la filla de un aldeá, de la que té dos fills, y después li fa creure que están morts. Mes abán, mostranli aversió y fen vore que ha pres un atra dona, fa torná a casa a la seua propia filla com si fore la futura dona; habén aventat de casa en camisa a la seua dona, trobanla tan passién en tot, mes volguda que may la fa torná a casa, li amostre als seus fills ya criats y com a marquesa la honre y la fa honrá.


Lo marqués de Saluzzo, obligat per los rogs dels seus vassalls a pendre dona, pera péndrela al seu gust tríe a la filla de un aldeá, de la que té dos fills, y después li fa creure que están morts. Mes abán, mostranli aversió y fen vore que ha pres un atra dona, fa torná a casa a la seua propia filla com si fore la futura dona; habén aventat de casa en camisa a la seua dona, trobanla tan passién en tot, mes volguda que may la fa torná a casa, li amostre als seus fills ya criats y com a marquesa la honre y la fa honrá.

Acabada la llarga novela del rey, que mol los habíe agradat a tots per lo que mostraben en los seus gestos, Dioneo va di rién:

- Lo bon home que esperabe a la nit fé baixá la coa tiessa no tos haguere donat mes de dos sous per totes les alabanses que li feu a micer Torello. Y después, sabén que sol faltabe ell per narrá, va escomensá:
Benignes siñores meues. Me pareix que este día de avui ha estat dedicat als reys, als sultáns y a gen pareguda; y per naixó, pera no apartám massa de vatres, vach a contatos una historieta de un marqués; no una cosa magnífica, sino una solemne barbaridat, encara que acabare be. No li aconsello a dingú que la imito, perque va sé una gran llástima que an aquell li ixquere be.
Fa ya mol tems, va sé lo mes gran de la casa dels marquesos de Saluzzo un jove de nom Gualtieri, que están sense dona y sense fills, no passabe en atra cosa lo tems mes que en la setrería y en la cassera, y ni de pendre dona ni de tindre fills sen ocupaben los seus pensaméns; cosa per la que sel podríe tindre per sabut.
Aixó no los agradabe als seus vassalls, y moltes vegades li van demaná que prenguere dona, pera que ell no se quedare sense hereus y ells sense futur siñó, oferinli trobani una tal, de tal pare y tal mare dessendén, que bona esperansa pugueren tindre, y alegrás mol en alló. A lo que Gualtieri va contestá:

- Amics meus, me obliguéu a fé algo que había dessidit no fé may, considerán lo difíssil que es trobá algú que be se adapto a les costums de un, y mol abunde lo contrari, y lo dura que es la vida del qui topete en una dona que no li convé. Y di que creéu per les costums dels pares y les mares coneixe a les filles, en lo que argumentáu que me la dareu tal que me agradará, es una tontada; encara coneixenlos, són moltes vegades los fills diferéns y les filles diferentes dels pares y les mares. Pero ya que en estes cadenes voleu lligám, vull donatos lo gust; y pera que no tinga que queixám de dingú mes que de mí, si mal vingueren les coses, vull sé yo mateix qui la troba, assegurantos que, sigue qui sigue la que yo tría, si no es com a Siñora acatada per vatros, experimentareu peral vostre mal la pena que me es pendre dona contra la meua voluntat, sol pera contentatos a vatros.

Los valerosos homens van contestá que estaben de acuerdo en que ell se dessidiguere a pendre dona. Li habíen agradat a Gualtieri fée mol tems les maneres de una pobre joveneta que vivíe a una vila prop de casa seua, y pareixenli mol hermosa, va pensá que en ella podríe tindre una vida mol felís; y per naixó, sense buscá mes, se va proposá casás en ella; y fen cridá a son pare, que ere mol pobre, va convindre en ell péndrela per dona. Fet aixó, va fé Gualtieri reunís a tots los seus amics de la comarca y los va di:

- Amics meus, hau volgut y voleu que me dessidixca a pendre dona, y me hay disposat an alló mes per compláuretos a vatros que per dessich de dona que tinguera. Sabeu lo que me vau prometre: es a di, que estaríeu conténs y acataríeu com a Siñora a consevol que yo triara; y per naixó, ha arribat lo momén en que yo cumpliré la meua promesa y en que vatros cumpligau la vostra. Hay trobat una jove del meu gust mol prop de aquí que pendré per dona y la portaré a casa de aquí pocs díes: y per naixó, penseu en prepará una bona festa de bodes y en ressibila honradamen, pera que me puga sentí satisfet en lo cumplimén de la vostra promesa, com vatres podeu sentitos en la meua.

Los homens bons, tots conténs, van contestá que los pareixíe be, y que, fore qui fore, la tindríen per Siñora y la acataríen en totes les coses com a Siñora; y después de aixó tots se van ficá a prepará una bona y alegre festa, y lo mateix va fé Gualtieri. Va fé prepará unes bodes grandíssimes y hermoses, va invitá a mols dels seus amics, paréns, a mols gentilhomens y a datres dels voltáns; y ademés de aixó va fé tallá y cusí moltes robes hermoses y riques, segóns les mides de una jove que en la figura se apareixíe a la joveneta en la que se habíe de casá, y ademés de aixó se van prepará sinturóns, anells y una rica y bella corona, y tot lo que se nessessitáe pera una ressién casada.
Arribat lo día que se habíe fixat pera la boda, Gualtieri, a la hora de tersia, va montá a caball, y tots los demés que habíen vingut a honrál; y tenín dispostes totes les coses nessessaries, va di:

- Siñós, es hora de aná a buscá a la novia.

Y ficanse en camí en tota la seua comitiva van arribá a la aldea della Cipolla; y arribats a casa del pare de la mossa, micer Luiggi Arrufatti (Giannúculo al original), y trobanla an ella que tornabe de la fon de la Tegula en un cante de aigua, afananse pera aná después en atres dones a vore la novia de Gualtieri, cuan la va vore Gualtieri la va cridá per lo seu nom - es a di, Griselda - y li va preguntá aón estabe son pare; a lo que ella va contestá vergoñosamen:
- Siñó meu, está a casa.

Entonses Gualtieri, ficán lo peu an terra, mananlos a tots que se esperaren, va entrá sol a la pobreta casa, aon va trobá al pare della, y li va di: - Hay vingut a casám en Griselda, pero antes vull que ella me digue una cosa dabán de tú. Y li va preguntá si sempre, si la preníe per dona, lo complauríe y no se enfadaríe per res que ell diguere o faiguere, y si li faríe cas, y moltes atres coses, y a tot va contestá ella que sí. Entonses Gualtieri, prenenla de la ma, la va portá fora, y en presensia de tota la seua comitiva y de tots los demés bachillés va fé que se despullare, y fen vindre los vestits que li habíe manat fé, rápidamen la va fé vestís y calsás, y damún del pel, que lo portabe despentinat y casi estarrufat, va fé que li ficaren una corona, y después de aixó, maravellanse tots, va di:

- Siñores y Siñós, esta es la que vull que sigue la meua dona, si ella me vol per home.

Y después, giranse cap an ella, que estabe avergoñida y tremolosa, li va di: - Griselda, ¿me vols per home?

A lo que ella va contestá: - Siñó meu, sí.

Y ell va di: - Y yo te vull per dona.

Y en presensia de tots se va casá en ella; y fenla montá a un palafrén, ben acompañada, se la va emportá a casa seua. Van ñabé allí grans y hermoses bodes, y una alifara com si haguere pres per dona a la filla del rey de Fransa. La jove dona, en los vestits nous, pareixíe que haguere cambiat lo ánimo y lo comportamén. Ere, com ya ham dit, hermosa de figura y de cara, y pareixíe agradable, plassentera y cortés, y no filla de Luiggi y pastora de ovelles; de lo que fée maravillás a tot lo món que antes la habíe conegut; y ademés de aixó ere tan obedienta al seu home y tan servissial que ell se teníe per lo mes felís y lo mes pagat home del món; y de la mateixa manera, en los subdits del seu home ere tan grassiosa y tan benigna que no ñabíe cap dells que no la vullguere y que no la honrare de grado, rogán tots per lo seu be, per la seua prosperidat y per la seua exaltassió, dién (los que solíen di que Gualtieri habíe sigut poc discret al péndrela per dona) que ere lo mes discret y lo mes sagás home del món, perque ningú mes que ell haguere pogut vore may la alta virtut de ella, amagada daball dels pobres draps y del hábit de villana. Y en ressumen, no sol al seu marquesat, sino a tot arreu, antes de passá mol tems, va sabé ella fé parlá del seu valor y de les seues bones obres. No habíe viscut mol tems en Gualtieri cuan se va quedá preñada, y al seu momén va parí una chiqueta, de lo que Gualtieri va fé una gran festa. Pero poc después, venínseli al ánimo un extrañ pensamén, aixó es, de voldre en llarga experiensia y en coses intolerables probá la seua passiensia, primé la va ferí en paraules, mostranse enfadat y dién que los seus vassalls estaben mol desconténs della per la seua baixa condissió, y espessialmén desde que veíen que teníe dessendensia, y de la filla que habíe naixcut no féen mes que murmurá. Estes paraules va sentí la Siñora, y sense cambiá de gesto ni de bon talante, va di:

- Siñó meu, féu de mí lo que cregau que milló sigue per al vostre honor y felissidat, que yo estaré completamen contenta, perque sé que soc menos que ells y que no era digna de este honor al que vos per la vostra cortessía me vau portá.

A Gualtieri li va agradá mol esta resposta, veén que no habíe entrat an ella la soberbia per cap honor dels que ell o atres li habíen fet. Poc tems después, habenli dit a la seua dona que los seus subdits no podíen soportá an aquella chiqueta naixcuda della, informán a un criat seu, lo va enviá a dili:

- Siñora, si no vull morí ting que fé lo que lo meu siñó me mane. Me ha manat que prenga an esta filla vostra y que...- y no va di res mes.

La Siñora, sentín estes paraules, veén la cara del criat, y enrecordansen de les paraules dites, va compendre que li habíe manat que la matare; per lo que rápidamen, prenenla de la cuna, besanla y beneínla, encara que gran doló al cor sentire, sense cambiá lo gesto, la va ficá als brassos del criat y li va di:

- Prenla, fes tot lo que lo teu siñó y lo meu te ha manat fé; pero no dixos que los animals y los corvs la devoron, a no sé que ell u haygue manat aixina.

Lo criat, prenén a la chiqueta, contanli a Gualtieri lo que habíe dit la Siñora, maravellanse de la seua passiensia, la va enviá a Bolonia a casa de un parén, roganli que may diguere de quí ere filla, que la criare y educare. Va passá después que la Siñora se va torná a quedá embarassada, y al seu tems va parí un fill mascle, lo que mol va contentá a Gualtieri; pero no teninne prou en lo que habíe fet, en un cop mes fort va torná a ferí a la seua dona, y en cara enfadada li va di un día:

- Dona, desde que has tingut este fill mascle, de cap manera puc viure en esta gen meua, pos tan se lamenten de que un net de Luiggi haygue de sé lo seu siñó después dels meus díes, per lo que crec que, si no vull que me avíon de la marca (marquesat), tindré que fé lo que vach fé latra vegada, y al final dixát y pendre un atra dona.
La dona lo va escoltá en passiensia y sol va contestá:

- Siñó meu, pensa en contentát a tú mateix y satisfés los teus gustos, y no pensos en mí, perque no vull res que a tú no te agrado.

Al cap de uns díes, Gualtieri, de aquella mateixa manera que habíe fet en la filla, va maná fé en lo fill, y fen vore que lo habíe fet matá, lo va enviá a Bolonia a criás, com habíe enviat a la chiqueta. De aixó, la dona, ni datra cara va ficá ni datres paraules va di que cuan la chiqueta, de lo que Gualtieri mol se maravellabe, y se afirmabe an ell mateix que cap atra dona podríe fé lo que ella fée: y si no fore que la habíe vist mol afectuosa en los fills, se haguere cregut que fée alló pera no preocupás mes dells. Los seus vassalls, creén que habíe fet matá als seus fills, lay reprochaben mol y lo reputaben de home cruel, y teníen gran compassió de la seua dona. Ella, en les dones que en ella se dolíen dels fills morts, no va di res may, pos alló ere lo que volíe lo que los habíe engendrat.

Habén passat mols añs después del naiximén dels chiquets, pareixenli tems a Gualtieri de fé la radera proba de la passiensia della, a mols dels seus los va di que de cap manera podíe soportá mes lo tindre per dona a Griselda, y que sen donabe cuenta de que habíe obrat mal y juvenilmen, y per naixó volíe demanali al Papa que li donare dispensa y bula pera pendre un atra dona y aburrí a Griselda. De aixó lo van rependre mols homens bons, als que los va contestá que se faríe aixina.
La seua dona, sentín estes coses, pareixenli que tindríe que torná a casa de son pare, y potsé a pasturá ovelles com habíe fet abáns, y vore a un atra dona tindre an aquell al que ella volíe tan com podíe, patíe mol; pero, tal com habíe patit atres injuries de la fortuna, aixina se va disposá a soportá esta. No mol tems después, Gualtieri va fé vindre cartes falsificades de Roma, y los va amostrá als seus subdits que lo Papa, en estes bules, li habíe donat dispensa pera pendre un atra dona y dixá a Griselda; per lo que, fenla vindre dabán dell, en presensia de mols li va di:

- Dona, per bula del Papa puc triá un atra dona y dixát a tú; y com los meus antepassats han sigut grans gentilhomens y Siñós de este domini, mentres los teus sempre han sigut llauradós y ganadés, vull que no sigues mes la meua dona y que ten entornos a casa de Luiggi en la dote que me vau portá, y yo después pendré per dona a un atra que hay trobat apropiada pera mí.

La dona, sentín estes paraules, no sense grandíssim esfors (superió a la naturalesa de les dones) se va aguantá les llágrimes, y va contestá:

- Siñó meu, yo sempre hay sabut la meua baixa condissió, y que de cap modo era apropiada a la vostra noblesa, y lo que hay tingut en vos, de Deu y de vos sabía que ere, y may com a meu u vach tindre, sino que sempre u vach vore com a prestat; voleu que tos u torna y a mí me té que agradá tornátosu: aquí está lo vostre anell, en lo que tos vau casá en mí, preneulo. Me maneu que me emporta la dote que tos vach portá, no me caldrá cap bestia de cárrega, perque de la memoria no me sen ha anat que me vau pendre despullada; y si creéu honesto que lo cos al que hay portat fills engendrats per vos sigue vist per tots, despullada men entornaré; pero tos rogo, en recompensa de la virginidat que tos vach portá y que no me puc emportá, que al menos una camisa damún de la meua dote vullgau que puga emportám.

Gualtieri, que mes ganes teníe de plorá que de atra cosa, quedanse, sin embargo, en la cara impassible, va di: - Pos empórtat una camisa.

Tots los que estaben allí li rogaben que li donare un vestit, pera que no fore vista la que habíe sigut la seua dona durán tretse añs o mes eixí de casa seua tan pobra y tan vilmen com ixí en camisa; pero van sé vanos los rogs, per lo que la Siñora, en camisa, descalsa y en lo cap descubert, encomananlos a Deu, va eixí de casa y va torná en son pare, entre les llágrimes y singlots de tots los que la van vore.
Luiggi, que may se habíe pogut creure que Gualtieri teníe a la seua filla per dona, y cada día se esperabe que passare aixó, habíe guardat les robes que se habíe tret lo matí que Gualtieri se va casá en ella; per lo que, portánleshi y vestinse ella en elles, a les faenetes de la casa paterna se va entregá com abáns solíe fé, soportán en ánimo lo du assalt de la enemiga fortuna.
Gualtieri los va fé creure als seus subdits que habíe triat a una filla dels comtes de Pánago; y fen prepará grans bodes, va enviá a buscá a Griselda; cuan ella va arribá, li va di:

- Portaré a la Siñora en la que me acabo de prometre y vull honrala cuan arribo per primera vegada. Ya saps que no ting a casa dones que sápiguen arreglám les cámares ni fé moltes coses nessessaries pera tal festa; y per naixó, tú, que milló que dingú coneixes les coses de esta casa, fica en orden lo que se té que fé, fes que se inviton les dames que te paregue y ressibixles com si fores la Siñora de la casa; después, acabades les bodes, podrás entornaten a casa teua.

Encara que estes paraules foren atres tantes puñalades al cor de Griselda, com no habíe pogut aventá l´amor que sentíe per nell, va contestá: - Siñó meu, estic preparada a féu.

Y entrán en la seua roba parda y basta an aquella casa de aon poc abáns habíe eixit en camisa, va escomensá a agraná les habitassións, a ordenales, a tapissá les sales, a fé prepará la cuina, y totes les demés coses, com si fore una humilde criadeta de la casa, fenu en les seues propies mans; y no va descansá hasta que u va tindre tot amanit com conveníe. Y después de aixó, fen invitá de part de Gualtieri a totes les dames de la comarca, se va esperá a la festa, y arribat lo día de la boda, encara que vestida en pobres robes, va ressibí en ánimo y porte señorial a totes les dames que van acudí. Gualtieri, que habíe fet criá a Bolonia als seus fills per los seus paréns (que per lo seu matrimoni perteneixíen a la familia dels comtes de Pánago), tenín ya la chiqueta dotse añs y sén la doneta mes maja que may se habíe vist, y lo chiquet ne teníe sis, habíe enviat un missaché a Bolonia al seu parén, roganli que vinguere a Saluzzo en la seua filla y lo seu fill, y que portare en ell una bona comitiva, y que los diguere a tots que portabe a la chiqueta pera sé la seua dona, sense manifestali a dingú quí ere ella. Lo gentilhome, fen lo que li demanabe lo marqués, ficanse en camí, después de uns díes, en la joveneta, en son germanet y en una noble comitiva, a la hora de minjá va arribá a Saluzzo, aon tots los llauradós y mols atres veíns dels voltáns esperaben an esta nova dona de Gualtieri. Ella, ressibida per les dames, entrán a la sala aon estaben parades les taules, Griselda, tal com estabe vestida, eixinli alegremen a trobala, li va di: - ¡Benvinguda sigue la meua Siñora!

Les dames, que mol li habíen rogat a Gualtieri en vano que faiguere que Griselda se quedare a una cámara, o que ell li dixare algún dels vestits que van sé seus, se van assentá a la taula y se va escomensá a serviles. La joveneta ere observada per tots, y tots díen que Gualtieri habíe fet bon cambi, y entre les demés Griselda la alababe mol, an ella y a son fratello. Gualtieri, al que ya li pareixíe habé vist del tot la passiensia de la seua dona, veén que en res la cambiabe lo extrañ de aquelles coses, li va pareixe ya hora de tráurela de la amargura que soportabe daball del impassible gesto; per lo que, fenla vindre, en presensia de tots, sonrién, li va di: - ¿Qué te pareix la meua dona?

- Siñó meu - va contestá Griselda -, me pareix mol maja; y si es tan discreta com hermosa, lo que crec, no dudo de que viureu en ella com lo mes felís siñó del món; pero tos rogo que les ferides que li vau fé a la que va sé abáns la vostra dona, no les hi faigau an esta, que crec que no podríe patiles, tan per la pronta edat com perque está educada a la blanó, mentres que latra estabe educada a la durissia, en fatigues continues desde chicoteta.

Gualtieri, veén que ella se creíe que aquella siríe la seua dona, la va fé assentás a la seua vora y li va di: - Griselda, ya es hora de que cullgues lo fruit de la teua llarga passiensia, y de que los que me han jusgat com a cruel y bestial sápiguen que lo que vach fé u féa en vistes a un fin, volén enseñát a sé dona, y an ells sabé triala y guardala, y lográ yo la pas perpetua mentres vixquera en tú. Cuan vach tindre que pendre dona, pensaba que no u conseguiría; per naixó, pera probá si ere sert, de totes les maneres que ya saps te vach ficá a proba. Y com no hay vist may que ni en paraules ni en acsións te haigues apartat dels meus dessichos, pareixenme que ting en tú la felissidat que dessichaba, vull tornát en un instán lo que durán mols añs te vach pendre, y en molta dolsó curát les ñafres que te vach fé. Per naixó, en alegre ánimo, ressibix an esta que creus que sirá la meua dona, y a son germanet, com als teus fills y meus: són los mateixos que tú y mols atres hau cregut que yo había fet matá cruelmen. Yo soc lo teu home, que te vull sobre totes les coses, y crec que no ña datre que tan com yo pugue está contén de la seua dona.

Y dit aixó, la va abrassá y la va besá, y jun en ella, que plorabe de alegría, ficanse en peu, van aná aon estabe la seua filla, tota parada, que habíe estat escoltán estes coses; y abrassanla tendramen, y tamé a son germá, van traure del seu error an ella y a tots los atres que allí estaben. Les dames, contentíssimes, eixecanse, sen van aná a la alcoba de Griselda, li van traure les seues robotes y la van vestí en un noble vestit dels seus, y com a Siñora, que inclús u pareixíe en los seus drapots, la van portá a la sala. Y fen allí en sons fills maravellosa festa, están tots contentissims en estes coses, se va allargá la alifara mols díes; y van tindre a Gualtieri com a discretíssim, encara que massa agre e intolerable van jusgá lo experimento que habíe fet en la seua dona, y discretíssima sobre totes van jusgá a Griselda.
Lo comte de Pánago sen va entorná a Bolonia al cap de uns díes, y Gualtieri, retirán a Luiggi de la seua faena, com a sogre lo va ficá en un estat en que va viure honradamen y en gran felissidat, y aixina va acabá la seua vellea. Y ell después, casán áltamen a la seua filla, va viure mols añs felís en Griselda, honranla sempre tan com podíe.

Tamé damún de les cases pobres plouen del sel los espíritus divinos, y a les cases reals aquells que siríen mes dignes de guardá gorrinos que de tindre señorío sobre los homens. ¿Quí, apart de Griselda, haguere pogut, en la cara alegre, patí les dures probes a que la va sotsmetre Gualtieri? Li haguere estat mol ben mereixcut trobán una que, cuan la haguere aviat de casa en camisa, se haguere fet espolsá de manera que se haguere guañat un bon vestit.

Habíe acabat la historia de Dioneo, y mol habíen parlat della les siñores, uns reprochán una cosa, atres alabanne un atra, cuan lo rey, eixecán la cara al sol y veén que ya estabe mes cacho de la hora de vespres, sense alsás, va escomensá a parlá aixina.

- Esplendoroses siñores, com crec que sabéu, lo bon sentit dels mortals no consistix sol en tindre a la memoria les coses passades o coneixe les preséns, sino que per les unes y les atres lo sabé vore les futures es reputat com a talento grandíssim per los homens eminéns. Natros, com sabeu, demá fará quinse díes, pera tindre algún entretenimén, conservá la nostra salut y vida, dixán la melancolía, los dolós y les angusties que per la nostra siudat se veuen continuamen, desde que va escomensá este pestilén tems, vam eixí de Florencia. Aixó, segóns lo meu juissi, u ham fet honestamen, perque, si hay sabut mirá be, a pessá de que se han contat alegres histories, potsé despertadores de la concupiscencia, dels bon minjás y mol beure, de la música y los cántics (coses que inclinen als caps debils a coses poc honestes) cap acte, cap paraula, ni per la vostra part ni per la nostra hay vist que haguere de sé reprochada. Continua honestidat, continua concordia, continua germanó y familiaridat me ha paregut vore y sentí, lo que, sense duda, pera honor y servissi vostre y meu me es mol volgut. Y per naixó, pera que no sigue massa llarga esta costum y que no se faigue molesta, y pera que dingú pugue reprochá la nostra llarga estansia aquí, habén cadaú de natros disfrutat la seua jornada en lo honor que ara me correspón a mí, me pareix, si vatros voleu, que siríe convenién entornamon ya al puesto de aon vam eixí. Sense contá en que, si ton fixeu, la nostra compañía (que ya ha sigut coneguda per moltes atres) podríe multiplicás de manera que mos traguere tota la nostra felissidat; y per naixó, si aprobeu la meua opinió, conservaré la corona que me hau ficat hasta la nostra partida, que voldría que fore demá de matí. Si creéu que té que sé de un atre modo, ting ya pensat quí té que coronás lo día siguién.
La discussió va sé llarga entre les siñores y entre los jovens, pero al final van pendre lo consell del rey, y van dessidí fé lo que ell habíe dit. Fen cridá al senescal, va parlá en ell sobre cóm se teníe que arreglá tot per al matí siguién, y llissensiada la compañía hasta la hora de sopá, se va ficá de peu.

Les siñores y los demés, eixecanse, com estaben acostumats, se van entretindre, y arribada la hora de la radera sena a la masada, se van assentá, van minjá y beure, y después van escomensá a cantá y a tocá instruméns; y dirigín Laureta una dansa, li va maná lo rey a Fiameta que cantare una cansó. Ella va escomensá aixina:

Si Amor no vinguere en sels,

no siría yo dona,

encara que aixó me alegrare, y a consevol.

Si la alegre juventut

del amán guapo a la dona agrade,

ossadía o valor,

o fama de virtut,

talento, cortessía, y honrat parlá,

o lo humor encantadó,

yo soc, per la seua salut,

una que pot vore

a la meua esperansa esta visió sansera.

Pero com be vech

que datres dames la meua siensia tenen,

me mórigo de temó

creén que lo dessich

aon yo l´hay ficat a ficá venen:

al que es lo lladre

de la meua alma,
y de este modo en lo meu doló,

mal vech que tornará

la que ere la meua ventura verdadera.

Si li veiguera lealtat

al meu siñó, tal com li vech valor,

selosa no estaría,

pero es tan gran verdat

que moltes van buscán amán,

y a tots ells los vech falsía.

Aixó me desespere, y moriría;

y que pedré lo seu amor
sospecho, que un atra mel robará.

Per Deu, a cada una

de vatres li rogo que no intento

fém en aixó ultraje,

que, si u faiguere alguna

en paraules, señes o datres coses,

li juro que siríe lo meu coraje

capás de fela triste,
en la llengua no se pot

contá lo que per tal locura patiríe.

Cuan Fiameta habíe acabat la seua cansó, Dioneo, que estabe a la seua vora, li va di enriensen: - Siñora, siríe gran cortessía que lo donareu a coneixe a totes, pera que per ignoransia no tos fore arrebatada la vostra possessió, y que tos enfadareu.

Después de esta, sen van cantá moltes atres; y están ya la nit abansada, cuan va voldre lo rey, tots sen van aná a descansá.
Y al apareixe lo nou día, eixecanse tots, habén ya lo senescal aparellat totes les coses, detrás de la guía del rey, cap a Florencia sen van entorná; y los tres jovens, dixán a les set siñoretes a Santa María la Nova, de aon habíen eixit en elles, se van despedí delles, y tots sen van entorná a les seues cases.


CONCLUSIÓ DEL AUTÓ.

Nobilíssimes joves per les que hay passat tan llarga fatiga pera conseguí lo seu consol, crec que (habenme ajudat la divina grassia per los vostres piadosos rogs, segóns jusgo, mes que per los meus merits) hay acabat cumplidamen lo que al escomensá la presén obra vach prometre que faría. Per naixó, a Deu primeramen y después a vatres donán les grassies, es tems de consedili descáns a la ploma y a la fatigada ma. Pero abáns de consedílay, intentaré contestá algunes cosetes, que potsé alguna de vatres o atres pugueren preguntás. Ñaurá algunes de vatres que diguen que al escriure estes noveles me hay pres massa libertats, com la de fé di algunes vegades a les siñores, y mol assobín escoltá, coses no mol apropiades ni pera que les diguen ni pera que les escolton les dames honestes.
Aixó yo u nego, perque no ña res tan deshonest que, si en honestes paraules se diu, sigue una taca pera dingú; lo que me pareix habé fet aquí prou be.
Pero suposem que sigue aixina, no vull reñí en vatres perque sé que me venseríeu. Pera contestatos per qué u hay fet aixina, moltes raóns me se ocurrixen enseguida. Primeramen, si algo de aixó ña an alguna historieta, la calidat de les noveles u ha requerit, les que, si en ulls raonables se miraren per persones enteses, mol claramén se voríe que sense habé traissionat la seua naturalesa no haguera pogut contales de un atra manera. Y si potsé an elles ña algún trosset, alguna parauleta mes pujadeta de lo que tolere alguna santurrona, dic que no me se té que reprochá a mí habeles escrit, ya que no sels reproche als homens ni a les dones lo di tots los díes forat, clau, morté, salchicha, melóns, pepino, y una gran cantidat de paraules paregudes. Sense contá en que a la meua ploma no se li té que consedí menos autoridat que al pinsell del pintó, al que sense cap reproche (o al menos just), dixem que pinto no ya a San Miquial ferí a la serp en la espasa o en la llansa y a San Jorge lo dragó cuan vol, sino que pinte a Cristo mascle y a Eva femella, y an aquell mateix que va voldre morí per la salvassió de la naturalesa humana a la creu, unes vegades en un clau y datres en dos, lo enclave an ella. Ademés, mol be pot vores les coses que se conten de la iglesia, de la que en paraules honestíssimes se té que parlá (encara que a les seues histories sen trobon moltes mes allá de les escrites per mí), y de les escoles dels filóssofos, aon la honestidat se requerix tan com a datres parts. Ni entre clérigs ni entre filóssofos, a cap puesto, mes que als jardíns, y com a entretenimén, entre persones jovens encara que madures y no influensiables per les noveles, va ñabé un tems al que lo aná en les bragues al cap pera salvá la vida no los sentabe tan mal a les persones honestes.
¿Quí no sap que lo vi es una cosa mol bona per als vius, segóns Cincilione y Escolario y mols atres, y que pera qui té fiebre es mala cosa?
¿Direm, entonses, que perque perjudique als que tenen fiebre es roín?
¿Quí no sap que lo foc es mol útil, y hasta nessessari als mortals?
¿Direm, que perque creme cases, pobles y siudats, que es roín?
Les armes defenen la vida dels que passíficamen volen viure; y tamé maten als homens moltes vegades, no per maldat del arma, sino de qui les fa aná.
Cap servell aigualit va entendre may rectamen una paraula; y aixina com los honestos tot u aprofiten, los que no són tan honestos no poden contaminá als ben disposats, igual que lo fang als rayos del sol o les marranades de la terra a la bellesa del sel.
¿Quíns llibres, quínes paraules, quíns papés són mes sanos, mes dignes, mes reveréns que la divina Escritura? Y mols ne han ñagut que, interpretanlos perversamen, an ells mateixos y a datres han portat a la perdissió. Cada cosa en sí mateixa es bona pera algo, y mal empleada pot sé nossiva o roína pera moltes; y aixó vull di de les meues noveles. Lo que vullgue traure de elles mal consell o males obres, rebuscán, lo traurá; y al que busco utilidat y fruit no lay negarán, y sempre sirán tingudes per útils y honestes si se llichen o conten en les ocasións y a les persones pera les que han sigut contades. Lo que tingue que resá parenostres o fé coques de castaña pera lo seu confessó, que les dixo apart, que elles no correrán detrás de dingú pera fés lligí, encara que les beates les diguen (y tamé les faiguen) alguna que atra vegada. Ñaurá tamé algúns que dirán que ne ñan algunes que haguere sigut milló que no hi estigueren.
U consedixco: pero yo no podía ni debía escriure mes que les que habíen sigut contades, y per naixó los que les van contá hagueren tingut que contales totes bones, y yo les haguera escrit totes bones.
Pero si vullguere pensás que yo hay sigut de estes lo inventó y lo escritó, que no u hay sigut, no men avergoñiría de que no foren totes bones, perque no ña cap maestre, de Deu pera aball, que faigue totes les coses be y cumplidamen a gust de tots.
Carlo Magno, que va sé lo primé en creá paladíns, no ne va pugué creá tans que per ells mateixos pugueren formá un ejérsit. A la multitut de les coses li convé que ne ñaguen de totes les calidats. No trobareu cap finca tan ben llaurada y conreada que an ella no se trobon ortigues, coscolls, gram, llicsóns, regalissia, carts, boches, mesclats en les millós plantes. Sense contá en que, al tindre que parlá en jovenetes simples, com sou la majoría de vatres, haguere sigut una tontada lo fatigás buscán coses mol exquisites y parlá en cuidadet. Pero, ressumín, al que está lligín estes lletres, que se dixo les que li moleston y que llixgue les que li agradon: pera no engañá a dingú, porten al fron escrit lo que al seu interió amagat contenen. Y encara crec que ñaurá qui digue que ne ñan de massa llargues; als que repetixgo que lo qui té datres coses que fé, pert lo tems lliginles, tamé si foren mes curtes.
Y encara que ha passat mol tems desde que vach escomensá a escriure hasta este momén en que arribo al final de la meua fatiga, no me sen ha anat del cap que hay oferit este traball meu als ossiosos y no als atrafegats; y al qui llich pera passá lo tems res li pot resultá llarg, si li servix pera lo que vol. Les coses curtes convenen milló als estudiosos (que no traballen pera passá lo tems, sino pera féu aná útilmen) que a vatres, dones, que tot lo tems que tos sobre lo gasteu en amorosos plaés; y ademés de aixó, com ni a Atenas, ni a Bolonia, ni a París hau de estudiá, convé parlatos mes llárgamen que als que tenen lo ingenio agudisat per los estudis. Y no dudo que ñaurán algunes que diguen que les coses contades están massa plenes de chistes y de bromes, y que no es propi de un home serio y de pes habeles escrit aixina. An estes ting que donáls les grassies, perque, mogudes per un bondadós sel, se preocupen mol de la meua fama. Pero tamé hay de contestá aixina: confesso que soc home de pes y que moltes vegades u hay sigut a la meua vida; y per naixó, an aquelles que no coneixen lo meu pes, los dic que no soc serio, sino que soc tan ligero que me aguanto hasta al aigua; y considerán que los sermóns dels flares pera que los homens se corregixquen de les seues culpes, la majoría plens de frasses ingenioses, de bromes y de bufonades, vach jusgá que les mateixes no los vindríen mal a les meues noveletes, escrites pera esbarrá la melancolía de les dones. Pero, si massa sen enrigueren en aixó, les lamentassións o trenos de Jeremíes, la passió del Salvadó y los remordiméns de la Magdalena podrán fássilmen curales.
¿Y quí podríe pensás que encara ñague gen que digue que ting una llengua roína y venenosa perque an algún puesto escric la verdat dels flares? A les que aixó diuen ña que perdonales, perque no es de creure que datra cosa mes que una justa raó les mogue, perque los flares són bones persones y fugen de la incomodidat per l´amor de Deu, y molen cuan lo caz está a cormull y no u conten; y si no fore perque tots fan una mica de auló a choto mogut, mol mes agradable siríe lo seu manjar. Confesso, sin embargo, que les coses de este món no tenen cap estabilidat, sempre están cambián, y aixina podríe passá en la meua llengua; esta, no confián yo en lo meu propi juissi, del que desconfío tan com puc en los meus assuntos, no fa mol me va di una veína meua que ere la milló y la mes dolsa del món: y en verdat que cuan aixó va passá ñabíen poques de les pressedéns noveles que faltaren per escriure.
Y dixán ya a cada una di y creure lo que vullguen, es tems de acabá les meues paraules, donán les grassies humilmen an aquell que después de tan llarga fatiga, en la seua ajuda me ha portat al dessichat final; y vatres, amables dones, quedeutos en pas en la seua grassia, y enrecordeuton de mí si auncás an alguna algo de lo lligit li haygue ajudat.

AQUÍ ACABE LA DÉSSIMA Y RADERA JORNADA DEL LLIBRE TITULAT DECAMERÓN, APELLIDAT PRÍNCIPE GALEOTO.