POETAS MALLORQUINES

SECCIÓN LITERARIA. 

POETAS MALLORQUINES (1). (Extracto de REVISTADE ESPAÑA Y SUS PROVINCIAS DE ULTRAMAR)

(1) En nuestro número del 15 del pasado octubre prometimos para el siguiente el artículo de los poetas cubanos, cosa que no pudo tener tampoco efecto por lo que dijimos aquel día; y hoy, que íbamos a cumplir con esta deuda, nos ha parecido también suspenderlo, para dar en su lugar el que acabamos de recibir extendido por el conocido literato el señor don Joaquín María Bover, residente en Palma de Mallorca, y que viene a ser como el ensayo crítico de los poetas de aquel suelo. De este modo, habiendo ya publicado el artículo de los poetas canarios, seguirá este y después el de los cubanos, más distantes que unos y otros de nuestra madre patria. La erudición y la crítica que se notan en este trabajo no desdicen por cierto de las prendas que este autor ha manifestado en otros. Hubiéramos querido en obsequio de su pensamiento y del gusto de nuestros lectores darlo íntegro: pero, no nos lo permiten los límites estrechos de que disponemos para las demás materias. 

Mallorca, madre fecunda de hombres en todos conceptos eminentes, ha producido también, desde la antigüedad más remota, vates que supieron distinguirse en los certámenes que celebraban las academias de Barcelona y Tolosa. En el siglo XIII (sólo se lee III), cuando la rima vulgar empezaba y era tan estimada la que se llamó gaya scienciaBernardo Mogoda, uno de los caballeros que siguieron a don Jaime I en la conquista de esta isla, creído en el instinto de vaticinar y en el influjo de las estrellas, escribió en el estilo bíblico y oriental muchas predicciones de prosperidades y de infortunios. 

Con las estrofas que siguen parece que quiso pintar la derrota que en 1343 experimentó D. Jaime III último rey de Mallorca.

Lo rey se despedía 

ab sola una galera; 

vindrá á la ribera

ja destrosada. 

Dient ab ven (veu) alzada: 

lo reina per qui sona, 

dirán: per la corona 

aragonesa." 


Els contraris l' han presa 

despres de la victoria; 

per eterna memoria 

será perduda. 


En la plassa venzuda 

corps y voltons carnatje 

faran en lo ribatje

dels homens presa. 


Por aquel mismo tiempo vino al mundo Raimundo Lulio, aquel ingenio asombroso que antes que Bacon de Verulamio alzase el noble grito de libertad filosófica y mucho antes que el célebre Erasmo diera al orbe literario días de gloria y honor a las ciencias útiles; dotado por la naturaleza de vastos y grandiosos proyectos, de sublime talento y comprensión universal, dio un agigantado paso en la escabrosa senda del saber, y sepultando en el olvido las ridículas formas del ergotismo, al través de la atmósfera de oscurantismo en que yacían sepultados los pueblos de la Europa, cultivando las lenguas orientales, y observando el majestuoso y sencillo curso de las leyes que rigen al orbe físico, dio el ejemplo, que sirvió de pauta a los restauradores de las ciencias, de establecer sobre la observación y experiencia los conocimientos físicos, que auxiliados de las matemáticas son deudores a Lulio de los rápidos progresos que Newton y demás sabios de primer orden hicieron en el vasto campo de la naturaleza. El inventor de la aguja náutica y del ácido nítrico, el hombre grande de su tiempo, el mallorquín Raimundo Lulio, (Ramón o Ramon Lull) escribía a sus discípulos del colegio de Miramar en esta isla: 

Rey poderos de l' alta cort divína 

quil fragil hom volgués ab vos vnir, 

teniu recort dels qui triste ruina 

de mort cruel en esta vall mesquina 

volen per vos passar y sofferir: 

Datslos esforz d' honrar y venerarvos 

yab (y ab : y con) alta veu tots temps glorificarvos. 


Frares menors ab ven (veu) clar argentina 

recordats ja de qui 's volgué vestir 

la nostra carn obrint del cel la mina, 

á Miramar á la gent mallorquina 

y al seu gran rey han fet prest construir: 

aquets, Senyor, iran tots per loarvos (pone lo-arvos) 

á convertir los moros en amarvos. 


¿Qué tarden donchs de sonar llur botzina 

los precadors que volen Deu servir, 

bísbes, abats, priors quin la fusina 

d' aquest mon trist per lór fan contramina 

los pobres tots dexant de fam perir? 

Que fan los reis que tarden en mostrarvos 

quel seu tresor es sols en exalzarvos? 


Grans y mitjans y chichs dins la cortina 

d' oprobis grans me volen escarnir; 

y amor ab plors y greus suspirs refina 

mon esperit en vos qui sou la tina 

del meu cos trist quis vol en vos languir: 

lenteniment, volér en recordarvos 

aumenten ja y en tot temps desitxarvos. 


Servir donchs vull, humil verge Maria, 

de mon poder, puis desitg esperanza 

prest m'ha tramés. Blanquerna ¿quin sabria 

dir hon teniu la vostra cetla pia 

perqu' hey servis l' Etern yo sens tardanza? 

y 'l meu desitg pogués tot saciarse 

en ell en qui tot sol pot alegrarse. 

El mismo Lulio empieza así su excelente plegaria al (pone la) Todopoderoso, plegaria que no ha visto aún la luz pública:

(Gerónimo Rosselló publica Obras rimadas de Ramon Lull escritas en idioma catalan-provenzal en 1859, seguidas de un glosario de voces anticuadas. El siguiente poema aparece con ligeras variantes) 

Alt en lo cel hont es la cort divina 

Ma pensa veu ab fervor inflamat 

que vos, Señyor, plorau de la ruina 

del mal etern á hont lo mon camina 

y est gran mal vos te granment irát. 


Plorau, Señyor, que mos ulls plorarán 

ab dolros plant vos faran compañía 

Señyor plorau que a Miramar irán (pone írán) 

faels sarvents que per vos penarán 

portant silicis dejunant cada dia. 

Mirau Señyor las nafras canceradas etc. (Atentos a: las, nafras, canceradas)

A principios del siglo XIV floreció el anónimo conocido con el nombre de mercader mallorquí, quien en una de sus poesías expresa elegantemente el desdén: 

Cercats duy may, ja siats bella e pros 

quels vostres pres e laurs eris plasents: 

car vengút es lo temps quem aurets menys; 

nom anziura vostro sguard amoros 

ne la semblanza gaya; 

car trobat nay 

altre quim play 

sol que luy playa 

altra sens vos perque lin voltray be 

e tindrem car s' amor que axis convé. 

Otro poeta floreció por aquel mismo tiempo que es notable por la pureza de versificación y por la perfección de lenguaje. Hablamos de Lorongo, hijo de Ferrario Roselló (Rosselló), consejero del rey don Jaime III de Mallorca y hermano de Saura casada con el infante don Sancho de este reino. Escribió un epitalamio al casamiento de su tía Blanca con el conde de Cardona y es de notar lo dulce y sentimental de la segunda estrofa. 

A vos jo li dou le blanque doncele, 

á vos alt Señyor de tant clar linatje: 

ella es de mon quor rique maravele, 

de vostra notblia molt brilant estrele 

y á vostra quorona será un adornatje. 


Si donchs la teniu ab molt gran valia 

y de ses virtuts n' estau molt prendat, 

el meu sperit, Blanque perla mia, 

el jorn que ixquires de ma compañya 

quedá ab plor y dol del tot ofuscat. 


Si arnesos y lansas y escuts y quoronas 

aportau señyor dels inclits passats 

qui tembran las armas dels Folchs y Cardonas 

que en tantas asañyas tan altas personas 

molts de sarrayns veren traspasats; 


La vostra motler ab roitjios pavesos 

y ab virtuts y merits yl vostro blassó 

y vostre notblía y fets gentilesos 

ab los de lurs avis serán adornesos 

ab barras y sanch del rey de Aragó

Generalizado el gusto a la poesía lemosina necesario era un libro que fijase las reglas para aprender a escribirla con toda perfección. Este libro apareció a mediados del siglo XIV siendo su autor el mallorquín Berenguer Noya.

Romeo Burguera, (Romeu Bruguera) célebre dominico, privado íntimo del rey Felipe el Hermoso, a quien ayudó en la expulsión de los templarios, compuso varios tratados ascéticos en poesía lemosina. Su Biblia rimada é en romans, es una verdadera traducción de la latina llamada aurora que en el siglo XII escribió Pedro de Riga, reducida a contar aisladamente en verso los principales sucesos de la historia sagrada con algunos de los sapienciales, inclusos los macabeos. Bruguera siguió el orden que tienen en la Biblia los libros históricos, sin omitir el de los proverbios, cuya traducción es graciosísima. Concluye con el Apocalipsis. Para muestra de su lenguaje copiaremos los versos con que termina el prólogo.

Asó ay de lati en romans tornat 

á honor de la contessa que Deus guard 

d'Ampurias marchessa á nom (1) 

(1) Creemos que esta marquesa de Ampurias es la hija de Guillermo de Peralta, vizconde de Cabrera, que murió a principios del siglo XIII según el historiador Bosch. 

E fo fila dun gran rich hom 

que fo vezcomte de Cabrera 

é lexá esta hereteyre 

de Muntsoriu e del vezcomptat 

tot quan havia la laxat 

de Cataluñya porta flor 

denseñyament é de valor, 

de franquea de gai parlar, 

dumilitat crey no ha par, 

de Deu li plats souen parlar 

molt dejunar e molt horar. 

La poesía académica o latina no empezó a cultivarse por mallorquines hasta principios del siglo XV. Entonces perdieron su boga los versos bárbaros y leoninos, y el canónigo Esperandeo Español, el caballero Arnaldo Descósy Antonio Geraldino, escribieron hexámetros muy dignos de la época de León X. De este último copiaremos los que puso sobre el sepulcro de Raimundo Lulio

sepulcro de Raimundo Lulio. Ramon Lull.


Clauditur hac Lulli Raimundi corpus in arca 

egregia quem stirpe tulit Gymnecia tellus. 

Mollis amator erat primaevo in flore juvente, 

mortali implicitur cura; mox pectora mutans 

in coelum tollensque oculos, peritura reliquit 

inventa est sordes; lateque est divinitus illi 

infusum ingenium, naturae arcana resolvens; 

perque omnes errans artes coelique recessus 

edidit in toto celebranda volumina mundo. 

Ipse quoque inmenso solers errabit in orbe, 

ut Christi leges alio sub sole locatos 

funderet in populos, paganaque pectora nostrae 

verteret ad cultum fidei, Christumque docéret 

esse Deum atque hominem genitrice e virgine natum

qua propter quando divis gens hunc barbara saxis

agressa est, cessit Libitis detrusus ab oris, 

dumque solum natale petit, Balearica regna

in patria senior prospectu fessus obivit. 

Español escribió a la memoria de su padre, que fue uno de los héroes que más se distinguieron en la defensa de Rhodas (Rodas), contra la invasión del Soldán (sultán) de Egipto que tuvo lugar en 1439, los versos que siguen: 

Hic hic Spagnolius tuus o Majorica tutor 

Cujus est a proavis durat in urbe domus 

Ausus multa quidem fungens tot honoribus urbis 

Effulsitque loco mens bona semper opum 

concordes animo natos sex forte reliquit 

creverat undeno mira nepote quies 

Trinacriam atque Rhodon ductae Hariamque triremis 

plausibus hic praetor laetitiaque fuit 

naumachia duros fausta mox fuderat hostes 

id Maetona ducem prospiciens coluit 

quumque diu Cyprus premeretur fessa tirano 

insiluit classis sub cruce vasta Rodi

cui fervens inerat coram Balearicus ardor 

hoc acamas celebris consule mons gemuit 

contigit hinc tanden per lustra ophtalmia septem 

lumina cesserunt tabuit inde caro 

dicamus is nataeque duae Leonoraque conjux 

prima jacet simul hic natus ex alia 

nunc igitur gaudere juvat compage negata 

en à morte pius quisque resurget ovans. 

En los versos de Arnaldo Descós se observa una elegancia de lenguaje y una pureza de latinidad que pueden competir con las producciones de los autores clásicos. Descós fue uno de los literatos más conocidos de su época. En sus epístolas hace mención honorífica de su maestro el célebre Pedro Daqui, de su condiscípulo Juan de Malleon, obispo de Salamanca y de su amigo Bernardo Bohil, delegado apostólico en la expedición de Colón a las Indias. Así se expresa Descós en una de sus producciones: 

Si divum, ut fama est, servat tutela poetas, 

nunc ades, et gressus dirige virgo meos. 

Nil prossunt mussae, nil carminis auctor Apollo, 

ut possim justos nunc reperire pedes. 

Oh utinam versu tantas exponere laudes 

possem ut tam faustum nunc celebrare diem! 

Ergo subvenias inopi tua sacra canenti, 

conceptum ut referam, qui sine labe fuit. 

También cultivó Descós la poesía vulgar o lemosina, y en una, dedicada a la Purísima Concepción, son notables los versos que siguen: 

Perque es mastér que vos Verge sagrada 

ab vostro fill siau la nostra guia, 

clarificau la pensa entenebrada, 

y subveniu me llengua poc limada

que us puga dír ab nova melodia 

noves loors de vostre gran altesa 

qui de tot crim é pecat fou illesa.

(Se concluirá en el próximo número.) 

(Continuación.) 

Raimundo Lulio, como dice Quadrado, era en aquel tiempo la fuente que inspiraba a los poetas y en que bebían nuestros sabios: en su honor y en su nombre se exigían cátedras, en su honor se celebraban certámenes como el famoso de 1502, y la prensa mallorquina apenas ha sudado sino comentarios a sus obras. ¡Bien merecía esto y mucho más el hombre extraordinario que por dos siglos tuvo por discípulo al mundo entero! En el citado certamen de 1502 se distinguieron los poetas Antonio Massot, Gaspar de Verí (Veri), Jorge Albér y Juan Odón Menorca. De todos ellos hay excelentes composiciones: todos se lucieron a la par, y Gaspar de Veri, a quien se adjudicó el premio, recitó una larga poesía en la que es notable esta estrofa: 

Ram, on se cull, de flors molta natura 
l'ull qui preveu, en evitar lo mal 
segura mar, qui en lo temporal 
lo navegant, eximeix de presura 
rosa suau, als doctes qui refrega 
pom redolent, de un saber infús 
capsa d'unguents, on no ha res confús 
aigua de font, qui los provectes rega. 

El esclarecido literato Nicolás de Pax uno de los primeros catedráticos de la universidad de Alcalá, muy favorecido de su fundador el célebre cardenal Jiménez de Cisneros, habla del monte de Rauda, monumento que la naturaleza quiso prevenir para mostrar al orgullo mallorquín el teatro de las visiones misteriosas del gran Raimundo Lulio, en los términos siguientes: 

Rauda tenens regni centrum Balearis, ab alto 
aequor et ingentes undique monstrat agros. 
Panditur ad Phoebi radios, umbracula passim 
prospectus varios concava saxa parant. 
Elevat ingenium, curas expectorat omnes 
totaque vivaci pectora membra novat. 
Hic bibit infusum Raymundus dogma supernè; 
hic quoque mirandum condidit artis opus. 
Angelus hic illi visus, pastoris amictu, 
praebuit et meritis oscula multa libris. 
Dixit eos varia passuros multa sub hoste; 
sed foire pro sancta fortia tela fide. 
Tunc erecta sacrum collustrans cella cacumen, 
plena venustatis Gratia nomen habet. 
hinc manare potest doctrinae splendor in orbem, 
hinc sibi perniciem secta maligna timens. 

Por este tiempo el virtuoso sacerdote Francisco Prats ya había publicado en prosa y verso su devotísima contemplació y su poema del Sacrament de bona gracia. Empieza este último con la estrofa que sigue: 

Caritat me forsa, y ley me incita 
loar lo misteri de laucaristía 
lo poc exercici los señys me desvía 
en loc baix me posa y el desitg limita 
la ploma es presta y no gos escriure
perque la invidia rependre amenasa
las nafres ya em dolen y treball me brasa
sol Crist Deu y home men pot fer desliure. 


Jaime de Oleza y Zanglada hijo de una familia ilustre en la que se radicó el cultivo de los conocimientos humanos, escribió en excelentes dísticos latinos un libro de lege cristiana et de cuadruplici peste mundi, en el que apoya su doctrina con bellas razones y sólidas sentencias. En esta obra reprende los vicios, detesta la escuela de los nominales, demuestra la vanidad de las predicciones astrológicas, y confunde la filosofía de Averroes y de todos los antiguos. Este mismo Oleza escribió en rima otras varias obras y un cancionero teologal y espiritual. Como muestra de su numen poético copiaremos el epigrama que dirigió al doctor Caldentey con motivo de haber publicado un tratado del maestro Gerson; 

Perstrinxit legis praxim: moresque Joannes 
cui de Gersono nomen habere datur. 
Si ergo tuum lector pectus coelestia tangunt: 
hunc eme: plus solus que ubi mille dabit. 
Iste docet mores sacros: animunque perornat: 
vitaque sit nobis qua peragenda via. 
Quid sit honestum: quid justum: quid denique sanctum: 
quidve pium monstrat: quae fugienda mala: 
detegit hic coelum: et callem flagrantis averni: 
neu phleget honteis afficere malis. 
Ad summam hic vigili ducit rectore carinam: 
quae mundi immergi naufraga possit aquis. 
Huic igitur grates tanto pro munere lector 
redde: sed est nobis gratia habenda magis. 
Ille opus exegit: fateor: sed copia habendi: 
nostra est per terras multiplicata manu. 

Del citado Jayme de Oleza fue hijo Francisco, quien con motivo del dolor que le causó la muerte de su esposa doña Beatriz de Sant Martí, escribió el excelente poema titulado menosprecio del mundo, anticipando en él la versificación majestuosa y pura de León y Garcilaso. Con dificultad se 
encontrará elegía más tierna y suave. Empieza así: 

Ab manta de plors el cel se cobria. 
Y tota la terra mostrava gran dol, 
mirand d'aquest mon del tot se partia 
la qui de virtuts granment resplandia 
tristor señyalava la lluna y el sol. 
Oh triste jornada! oh cruel partida! 
oh perdua digna de plor y lament 
morir la qui era de tants bens complida 
y de tantas gracias estaba ennoblida 
que loar ni plañyer nos pot dignament. 

Describiendo el día del juicio final, pone en boca del Juez eterno las palabras siguientes, dignas del poeta Dante. Dirigiéndose Dios a los buenos les dice: 

Veniu beneits del meu Etern Pare 
puis treballs y penas en lo mon sentis 
posseiu lo regna preniulo desdara 
car puis meu servit es just queus ampare 
yus done per premi letern paradis. 
Donat meu á beura cuant yo sedetjaba 
haveume vestit essent despullát 
haveume pascút cuant yo fametjava 
haveume acollit cuant peregrinava 
y essent en la carcer heume consolát. 

Con los versos que siguen habla Dios a los malos, pintándoles el horror de las penas del infierno. 

Per darvos lo sou vos crida y espera 
de plors y suspirs ab grans atambors; 
los crits serán pifres, les flamas bandera, 
fereu escuadrons de nova manera 
ab molts arcabusos de cruels dolors. 

Dins lo foch ardent feréu ordenanza 
ab gran desconcert tot temps caminant, 
tindreu dura guerra ab tota ultransa, 
de pan (pau) no tenint ya mes esperanza 
los uns contra els altres granment batallant. 

Ni es cansaran mai los potents ministres, 
ni porán morir los qui penarán; 
rebrán de continu encontres sinistres; 
seran los jamechs clarins e ministres 
qui en tal exercit tot temps sonaran. 

Miraume las nafres vui com resplandexen, 
las cuals mai volgues vivint contemplar! 
Mirau los assots cuant bells aparexen! 
Mirau vui la creu que els bons tots conexen! 
No volteu la cara que be es de mirar. 

Ni Rioja cantó con más sublimidad y energía lo vano y fugitivo de las grandezas del mundo. 

Tengan de continu en nostra memoria 
los treballs y penas de nostres pasats. 
Mirem los sepulcres dels rich (richs) y sa gloria, 
y las grans banderas señyals de victoria, 
apres de tants plers hon son arribats. 
Mirém del gran Cesar los fets valerosos 
quil mon ab batallas ha tot subyugat, 
mirem de Annibal los actes famosos 
y dels Scipions los fets gloriosos 
escer ya no res vuy tot lo pasat. 

Ahon son las honras que han alcanzadas, 
y los tants triunfos de gloria gran? 
hon las pedras finas en or engastadas 
y las ricas robas de perlas brodadas? 
mirau vui que son, mirau hon están! 

Hon son las viandas granment esquisidas 
en los convits bells tots plens de delit? (delit : deleite)
Ahont las gran casas honradas, fornidas, 
y d'or y d' atzur pintadas guarnidas? 
Mirau com es tot vui ya preterít! (pretérito : pasado) 

Al mismo Francisco de Oleza debió el mundo literario una preciosa arte poética escrita en lemosín con el título de Nova art de trovar. Tratando en el prólogo del abandono en que se hallaba la poesía dice: 

L'art estava sepultada 
en sepulcra lemosí
mes ara desenterrada 
y molt ben afeyzonada
para tot bon us y fí, 
la us dona un malorquí

Entre los varios ejemplos de poesías de todas clases, es notable esta preciosa quintilla: 

Las testas y las costellas 
que tu veus en lo fossar 
spinadas y cañyellas
personas foren molt bellas, 
y tu comells has tornar. (com ells : como ellos, como ellas)

Un hijo del citado Francisco, llamado Jaime de Oleza y San Martí, escribió un hermoso poema en que Jesucristo abre una justa, y como mantenedor de ella sale triunfante de los vicios y de la muerte.
Cuando en 1541 vino a esta isla el rey don Carlos I, los mallorquines Juan Genovard (Ginovart), Pedro Autich (Antich), Gaspar Vidal, Tomás Marcer y Jayme Romañyá hicieron lucir su numen poético. Lamentándose el primero de la decadencia de Mallorca dirigió al monarca los preciosos dísticos que siguen: 

Dum fortuna dabat, titulis quod pingerer auri, 
invidisse mihi plurima regna putes. 
Non eram ab infroenis numidis direpta, sed illi 
nomine pallebant candidiore meo. 
Tunc mea tercentum complebant littora puppes, 
mercibus et variis, Carole, dives eram; 
nunc jaceo infelix: vix sum miserabilis ulli, 
vixque meo possum tutior esse sinu. 
Quare moesta, precor, prisco me redde nitori, 
ponendo numidis dura lupata feris; 
respice sollicitam, Caesar (pone Coesar), mitissime princeps; 
principis est, miseros erupuisse malis. 

Romañyá, a más de las diferentes poesías que escribió en dicha ocasión, fue autor de una comedia latina sobre el rico epulón, titulada Gastrimargus, miserable imitación de las de Plauto y Terencio. Esta comedia, ya que no por su mérito, es interesante para la historia del arte dramático, porque puede decirse que se le ve en ella en su primer desarrollo y como en su infancia. Por su asunto, tomado de la historia sagrada, pertenece a los misterios, a los que en los siglos medios debió su origen el teatro moderno, al paso que en sus formas y en su lenguaje, aunque rudo muchas veces y sin combinación métrica de ningún género, se observan reminiscencias de los autores clásicos latinos que con tanto ardor eran estudiados e imitados en el siglo XVI. 
En este mismo siglo floreció el erudito sacerdote Dionisio Pon (Pont), que solía firmar sus poesías con el anagrama de Disiponsi. En su curioso poema de la batalla de Lepanto, habla de las proezas del capitán don Juan Despuig y Mir, y dice: 

Que ilustre gent castellana 
aportaba don Joan, 
gent tudesca, italiana, 
que hauran fet de tallár carn. 

De Mallorca, isla dorada, 
es allí Puig capitá, 
que dels moros de Granada 
porta la gent carnisada, 
que per ell pochs turchs y há. 

Per totas parts esta nova 
fará de asó gran sentit: 
tant lo rich, com home y dona, 
tot estament de persona 
prega per ell dia y nit. 

Entusiasta Dionisio Pont por las glorias de su patria, las cantó con la exageración que se lee en el siguiente epigrama que publicó como propio el cronista D. Juan Dameto, a quien tanto imita en los plagios, aunque con menos circunspección, otro cronista de nuestros días: 

Divitias natura parens balearibus omnes 
contulit, et divum munera quisque sua. 
Insula dives opum, Neptuni pulcher ocellus, 
Mars hic imperium possidet, atque Venus. 
Palladis hic domus est, Cererisque et grata Lydi 
gaudia, cum garis aurea Flora tuis. 
Ambit aquis Nereus pro muro spumens omnem 
aequoreis largè, divitiisque beat. 
Dotibus his prestat cunctas Majorica tellus; 
hic mihi certa quies vivere, et opto mori. 

Contemporáneos a los poetas de que acabamos de hacer mención fueron el P. Antonio Pon, arzobispo de Oristañy, y el doctor Benito Español, sacerdote de gran virtud y doctrina, a quien Francisco de Oleza dedicó su menosprecio 
del mundo. Contestó a la dedicatoria con estos hermosos versos: 

Mostrau lobra vostra puis es be rimada 
y donaune copia á qui la volrá 
que vostra señyora qui visque honrada 
y ab molt bona fama está sepultada 
al cel ab los angels sen alegrará. 

Y las vostras coplas serán unas mostras 
de homens y donas segons he legit 
y ab tals sentecias per las vidas nostras 
qui volrá entendre los documens vostras 
tendrá en memoria lo mon aborrit. 

Yo per la part mia per fervos servicis 
en totas mes horas ne faré records 
que puis en sa vida fou tants beneficis 
per lanima sua faré sacrificis 
legint cada dia lofici de morts. 

Almoines, responsos, faré per aquella 
moltas oracions per ella diré 
y ab cremants civis (ciris) en vostra capella 
ofertas y misas cantaré per ella 
y sobre el sepulcre sovint absolré. 

Dos poetas mallorquines encontramos también en el siglo XVI que hacen versos en castellano, pero estos versos, desnudos de toda energía, pueden reputarse por una prosa cortada por sílabas determinadas. El doctor en artes y medicina Damián Carbó, haciendo alarde de sus blasones y de sus gloriosos ascendientes, escribió al pie de su escudo de armas: 

La banda y saetas que veis y señales 
son armas sin duda que los mis pasados 
carbones dejaron con autos nombrados 
de fama y de gloria todas inmortales. 

Y fueron fundadas por autos de reyes 
que aquellas en pago de tantos servicios 
a ellos han dado grandes beneficios 
no siendo ingratos con muy justas leyes. 

De Roma Senados leemos que fueron 
y por el mal Sila no sin guerra fuerte 
cuarenta mil dellos todos duna muerte 
con Mario Carbó juntos recibieron. 
Hernando de la Cárcel cantó el desgraciado suceso del destrozo de una nave llamada San Roque, salvada por el capitán Juan de Luca, cuyo canto empieza así: 

Suele la necesidad 
ser tan diestra en cualquier hora 
que tenga oportunidad, 
que de cualquier novedad 
es muy perfecta inventora: 
y no sólo inventa y traza 
lo que es muy dificultoso, 
que aun en lo peligroso 
se pone sin mano escasa 
con corazón animoso. 

Concluye del modo siguiente: 

Saltó en tierra Luca luego 
y contando el caso, agro, 
muchos sespantan del ruego 
mas los que tienen sosiego 
van diciendo que es milagro. 
Y pues que vino a alcanzar 
Juan de Luca tal victoria 
contra infieles, viento y mar, 
roguemos al que es sin par 
que nos de al cabo la gloria. 

Los poetas mallorquines que más se distinguieron en el siglo XVII fueron: Mateo Descallar y Damato, hijo de una familia ilustre, de quien es un excelente canto a la virgen María: Nicolás Oliver y Fullana, capitán del ejército de Felipe IV, a quien sirvió en las guerras de Cataluña, y después fue 
cosmógrafo y cronista de Carlos II. Describió las islas Baleares con las octavas siguientes: 

El balear dominio se compone 
de varias islas, fuerte y abundante 
sobre las ondas, y marcial se opone 
con gran castillo al émulo arrogante. 
La de Mallorca, regia se propone 
del mar mediterráneo sol brillante; 
siendo Menorca, Ibiza y Formentera, 
sus más lucientes rayos y Cabrera. 

Yace en el quinto clima, inexpugnable (pone inespugnable)  
del báleo solio el mallorquín estado, 
por sus bélicos hijos formidable, 
y sus crujientes hondas celebrado: 
de Aragón margarita inestimable, 
en la navegación aventajado, 
vestido de frondosas maravillas 
con dos ciudades y opulentas villas. 

La real Palma en la mano aragonesa, 
de Mallorca metrópoli valiente, 
dio laurel digno a la cartaginesa 
y al gran Meleto nombre permanente. 
Mahometanas coronas interesa 
de insignes reyes tronco floreciente, 
puerto de fama, población de lustre 
con mitra episcopal y gente ilustre. 

Entre dos promontorios se levanta 
ciudad Alcudia, desde que aplaudida 
al mayor Carlos su obediencia canta: 
por el coral que pesca conocida. 
Lluchmayor de sus villas se decanta 
famosa por la lid que en su florida 
campaña dio del rey Jaime tercero 
la vida y cetro al enemigo acero. 

Campos, por sus salinas es famosa; 
bellísima y fructífera Porreras; 
Bollenza por sus mirtos prodigiosa; 
Artá milagros toda y primaveras; 
Sineu de los romanos plaza hermosa; 
Felanix, Petra y Manacor guerreras; 
Alaró con castillo inexpugnable, 
riquísima Inca y Soller admirable. 

La fértil isla de Menorca tiene 
una ciudad llamada Ciudadela 
en la agradable costa que contiene 
muralla que defiende y juez que cela. 
Del gran Magon fundada se previene, 
donde el audaz contrario no recela, 
Mahón, que entre otros pueblos se encastilla; 
sublime puerto y generosa villa. 

Sigue Ibiza de pinos coronada, 
dando nombre a su isla inaccesible; 
por el fuerte castillo tan nombrada, 
como por sus vecinos invencible. 
Hoy se ve Formentera despoblada; 
Cabrera se propone apetecible; 
cobrando fama entre otras Cunillera 
del ínclito Annibál patria guerrera. 

A mediados de este mismo siglo, floreció Rafael Bover (pone Bovér), a quien Quadrado llama el Garcilaso mallorquín. La siguiente muestra de su numen lírico hará conocer a nuestros lectores la exactitud de tal comparación. 

Aldea qui ets tan trista 
y sens remei algun per me tristeza, 
si no cegar ma vista, 
puis no tinc altra cosa que aspereza, 
en un camp sens verdura 
rahó es que yo muyra ab tal postura. 

Posát en esta aldea 
un pobre y trist pastor se lamentaba
ausent per sa idea
de lo que en aquest mon mes adoraba:
ja finirá sa vida
per no haberí en el camp cosa florida. 

Cert es, señora mia, 
que ya en el mes present los camps estaban 
tots verts ab gran porfia, 
y de ells a son temps fruits aguardaban; 
mes ab seguedad tanta 
no hayá fruit que esperar ya de tal planta. 

Si lo temps fes mudanza 
convertintse me pena áb alegría, 
se creu mia esperanza 
de que lo sech de vert se vestiria, 
y la favera ab flor, 
Cullint de totas parts lo fruit millor. 

No te esquives, pastora, 
de lo que yo te escric ab esta lira, 
que mon cor te adora: 
abrassét en amor y no en ira, 
Perdona ma osadia 
que per servirte a tu yo moriria. 

En el romance que sigue, agotó Bover la suavidad de sus tonos, e hizo triunfar el tiernísimo dialecto mallorquín. 

No te espantes que yo cant, 
perque men pren com es cisna, 
qui cuant ya no te esperanzas 
contant acaba sus dias. 
Com veix que ma desventura
de poder parlarte hem priva, 
de est molt que ma vida acapia, 
puis de aliment me servia. 
Mos ulls llamentan y ploran, 
mon cor se romp com a vidra, 
mas entrañas se arrebasan, 
ma esperanza se mostia etc. 

Pertenecen también al siglo XVII Jaime Pujol abogado, autor de un poema en elogio del serenísimo infante D. Juan, y el doctor Antonio Gual, presbítero y canónigo de esta santa iglesia, digno imitador de Góngora. Entre otras poesías de este último tenemos el poema épico que escribió en 1646 con motivo de la pacificación de los partidos que dividían la nobleza mallorquina. Sus versos son excelentes, y como muestra de ellos copiaremos las octavas que siguen: 
….....
El puesto de dos vallas guarnecido, 
y en ellas dos informes arrimados 
bultos, que de lo humano se han vestido 
al yerro de las lanzas destinados: 
un duro azote de la diestra asido, 
y de sendos broqueles amparados; 
vestida ricamente de oro y grana 
el aurora salió aquella mañana. 
…....
Despertaron al sol confusas voces, 
festivo aplauso, alegres alaridos 
del vulgo y de la plebe que veloces 
se anticipan al puesto mal sufridos, 
No Ceres tal, a las villanas hoces 
los campos da de espigas guarnecidos, 
como se vieron por distancias tantas 
cubrir la arena las humanas plantas. 
…........
Juan Odón de Togores se descubre 
sobre un delfín terrestre que de estrellas 
la escama siembra de oro, que le cubre, 
de blancos grifos con labores bellas: 
su faz, que nube del plumaje encubre, 
por el campo marcial siembra centellas: 
y habiéndose ostentado reverente 
de su mantenedor se puso enfrente. 

Cuatro veces al son de los metales 
los polos de cristal se estremecieron; 
y del averno oscuro en los umbrales, 
de las herradas plantas se sintieron 
otras tantas los golpes desiguales 
con que el globo los brutos sacudieron, 
dejando con airoso movimiento 
de astillas cada cual poblado el viento. 

En el siglo XVIII florecieron don José de Pueyo y Pueyo, marqués de Campo Franco, que hizo ostentación de su excelente numen en la multitud de poesías que compuso en latín, castellano y francés: don Miguel Bover y Ramonell, autor de la comedia titulada la conquista de Mallorca, de la que habla Moratín en sus Orígenes del teatro español: el padre Ramón Nicolau, monje cartujo, que escribió en verso latino hexámetro la vida de Jesús, María y José: el doctor don Antonio González que tan al vivo expresó su melancolía y tristeza en su Teatro de la muerte, y don Luis Focos traductor de la Merope de Maffey y de la comedia El enfermo imaginario de Moliere y autor de un poema épico de la conquista de Orán. 
Difusos seríamos si hubiésemos de hacer mención de los poetas mallorquines del siglo XIX, y más difusos si hubiésemos de detenernos en el examen de sus producciones. Sin embargo, no debemos pasar en silencio los nombres de don Antonio Llodrá, don Juan Nicolau, don Juan Muntaner y García, canónigo de esta santa iglesia y arzobispo electo de Caracas, don Leonardo Planes, don Nicolás Armengol, don Nicolás Campaner, oidor de esta real audiencia, don Pedro Andreu y don Vicente Far. Todos ellos han dejado 
conceptuosos versos y de todos ellos hemos hablado detenidamente en nuestro diccionario de escritores mallorquines. 

De los que actualmente viven omitimos hacer mención, atendida la diversidad de su mérito, temerosos de herir la modestia de los unos, hablando de ellos con el elogio que merecen, y la susceptibilidad de los otros, pasándolos en silencio. 
Palma 19 de octubre de 1850. 

JOAQUÍN MARÍA BOVER. 

José María Heredia, poeta cubano, a mi querida (soneto)

POETAS CUBANOS. 
(extracto de 
REVISTA DE ESPAÑA Y SUS PROVINCIAS DE ULTRAMAR, tomo 1, parte 2)

Por causas independientes a nuestra voluntad no podemos dar en este número el artículo que con semejante epígrafe daremos a luz en el próximo. Pero publicamos en su lugar un soneto inédito del célebre vate Heredia, cuyo original merecimos en la ciudad de Matanzas de la isla de Cuba a individuos respetables de su familia, para que formase como un recuerdo entre los varios autógrafos que contiene nuestro álbum. Hé aquí este nuevo rasgo del cantor del Niágara

José María Heredia, Cuba, cubano, cantor del Niágara, a mi querida


A MI QUERIDA.

Ven, dulce amiga, que tu amor imploro; 

luzca en tus ojos esplendor sereno, 

mientras desciende en ondas a tu seno 

de tus cabellos fúlgidos el oro. 


¡Oh mi único placer! ¡Oh mi tesoro! 

cómo de gloria y de ternura lleno 

estático te escucho, y me enajeno 

en la argentada voz de la que adoro! 


¡Oh! llégate a mi pecho apasionado: 

ven, hija celestial de los amores, 

descansa aquí donde tu amor se anida. 


¡Oh! nunca te separes de mi lado, 

y ante mis pasos, de inocentes flores 

riega la senda fácil de la vida. 

//

ODA AL NIÁGARA

https://www.ecured.cu/Oda_al_Ni%C3%A1gara

Dadme mi lira, dádmela, que siento


en mi alma estremecida y agitada


arder la inspiración. ¡Oh! ¡Cuánto tiempo


en tinieblas pasó, sin que mi frente


brillase con su luz!... Niágara undoso,


sola tu faz sublime ya podría


tornarme el don divino, que ensañada


me robó del dolor la mano impía.


Torrente prodigioso, calma, acalla


tu trueno aterrador; disipa un tanto


las tinieblas que en torno te circundan,


y déjame mirar tu faz serena,


y de entusiasmo ardiente mi alma llena.


Yo digno soy de contemplarte: siempre


lo común y mezquino desdeñando,


ansié por lo terrífico y sublime.


Al despeñarse el huracán furioso,


al retumbar sobre mi frente el rayo,


palpitando gocé: vi al océano


azotado del austro proceloso,


combatir mi bajel, y ante mis plantas


sus abismos abrir, y amé el peligro,


y sus iras amé: mas su fiereza


en mi alma no dejara


la profunda impresión que tu grandeza.


Corres sereno y majestuoso, y luego,


en ásperos peñascos quebrantado,


te abalanzas violento, arrebatado,


como el destino irresistible y ciego.


¿Qué voz humana describir podría


de la sirte rugiente


la aterradora faz? El alma mía


en vagos pensamientos se confunde


al contemplar la férvida corriente,


que en vano quiere la turbada vista


en su vuelo seguir al borde oscuro


del precipicio altísimo: mil olas,


cual pensamiento rápidas pasando,


chocan y se enfurecen,


y otras mil y otras mil ya las alcanzan


y entre espuma y fragor desaparecen.


Mas llegan... saltan... El abismo horrendo


devora los torrentes despeñados;


crúzanse en él mil iris, y asordados


vuelven los bosques el fragor tremendo.


Al golpe violentísimo en las peñas


rómpese el agua, salta, y una nube


de revueltos vapores


cubre el abismo en remolinos, sube,


gira en torno, y al cielo


cual pirámide inmensa se levanta,


y por sobre los bosques que le cercan al solitario cazador espanta.


Mas ¿qué en ti busca mi anhelante vista


con inútil afán? ¿Por qué no miro


alrededor de tu caverna inmensa


las palmas, ¡ay!, las palmas deliciosas,


que en las llanuras de mi ardiente patria


nacen del sol a la sonrisa, crecen,


y al soplo de la brisa del océano


bajo un cielo purísimo se mecen?


Este recuerdo a mi pesar me viene...


Nada, ¡oh, Niágara!, falta a tu destino,


ni otra corona que el agreste pino


a tu terrible majestad conviene.


La palma y mirto, y delicada rosa,


muelle[13] placer inspiran, y ocio blando


en frívolo jardín: a ti la suerte


guarda más digno objeto y más sublime.


El alma libre, generosa y fuerte


viene, te ve, se asombra,


menosprecia los frívolos deleites,


y aun se siente elevar cuando te nombra.


¡Dios, Dios de la verdad! En otros climas


vi monstruos execrables


blasfemando tu nombre sacrosanto,


sembrar horror y fanatismo impío,


los campos inundar con sangre y llanto,


de hermanos atizar la infanda guerra,


y desolar frenéticos la tierra.


Vilos, y el pecho se inflamó a su vista


en grave indignación. Por otra parte


vi mentidos filósofos que osaban


escrutar tus misterios, ultrajarte,


y de impiedad al lamentable abismo


a los míseros hombres arrastraban.


Por eso siempre te buscó mi mente


en la sublime soledad: ahora


entera se abre a ti; tu mano siente


en esta inmensidad que me circunda,


y tu profunda voz bajo mi seno


de este raudal en el eterno trueno.


¡Asombroso torrente!


¡Cómo tu vista mi ánimo enajena,


y de terror y admiración me llena!


¿Do tu origen está? ¿Quién fertiliza


por tantos siglos tu inexhausta fuente?


¿Qué poderosa mano


hace que al recibirte


no rebose en la tierra el océano?


Abrió el Señor su mano omnipotente;


cubrió tu faz de nubes agitadas,


dio su voz a tus aguas despeñadas,


y ornó con su arco tu terrible frente.


Miro tus aguas que incansables corren,


como el largo torrente de los siglos


rueda en la eternidad: así del hombre


pasan volando los floridos días


y despierta el dolor...! ¡Ay!, ya agotada


siento mi juventud, mi faz marchita


y la profunda pena que me agita


ruga mi frente de dolor nublada.



Nunca tanto sentí como este día


mi mísero aislamiento, mi abandono,


mi lamentable desamor... ¿Podría


un alma apasionada y borrascosa


sin amor ser feliz?... ¡Oh! ¡Si una hermosa


digna de mí me amase,


y de este abismo al borde turbulento


mi vago pensamiento


y mi andar solitario acompañase!...


¡Cuál gozara, al mirar su faz cubrirse


de leve palidez, y ser más bella


en su dulce terror, y sonreírse


al sostenerla en mis amantes brazos!...


¡Delirios de virtud!... ¡Ay!, desterrado,


sin patria, sin amores,


solo miro ante mí llanto y dolores.


¡Niágara poderoso!,


oye mi última voz: en pocos años


ya devorado habrá la tumba fría


a tu débil cantor. ¡Duren mis versos


cual tu gloria inmortal! Pueda piadoso


al contemplar tu faz algún viajero,


dar un suspiro a la memoria mía.


Y yo, al hundirse el sol en occidente,


vuele gozoso do el Criador me llama,


y al escuchar los ecos de mi fama


alce en las nubes la radiosa frente.


Poema del Niágara online, descargable aquí:

https://biblioteca.org.ar/libros/11368.pdf

Más información sobre el autor y el poema aquí:

https://verbiclara.wordpress.com/2012/07/28/niagara-poema-de-jose-maria-heredia/

https://es.wikipedia.org/wiki/Oda_al_Ni%C3%A1gara

https://www.poeticous.com/heredia/niagara?locale=es

https://lyricstranslate.com/es/ni%C3%A1gara-niagara.html

https://www.ecured.cu/Oda_al_Ni%C3%A1gara

http://www.los-poetas.com/c/here1.htm

ETC...

CONTINUACIÓN SOBRE LOS POETAS CUBANOS. 

Cuando ya había visto la luz pública el número anterior de nuestra Revista, en el que hablamos en general de la marcha que ha seguido en la isla de Cuba la poesía, y acompañamos a nuestras indicaciones la reseña cronológica que nos había dirigido otro amigo sobre sus principales vates; recibimos los periódicos de aquella isla, y con ellos el Faro de la Habana del 28 de noviembre pasado, en el que encontramos un razonado artículo sobre la misma materia, artículo que no ha podido llegar más a tiempo, para no interrumpir en este la copia que con tanto gusto vamos a hacer del propio. 

Él es como el juicio crítico y filosófico de nuestra anterior reseña, y estamos muy conformes con su autor en las calificaciones que hace en general de sus poetas compatricios (o compatriotas), si bien prescinde de Plácido, cuando este formó casi por sí un género aparte. Y entiéndase que no nos referimos al hombre, sino al poeta. Él es por lo tanto el complemento de aquella, y si lo hubiéramos extendido, no podría ser más a propósito.

Complácenos además, el que sin un virtual acuerdo, lo hayamos tenido con el propio autor en las ideas que antecedimos en aquel número, a la carta de nuestro amigo. Allí hablamos de la crisis que había formado en la antigua poesía de Cuba el poeta Heredia, y esto propio nos lo confirman sus líneas: allí nos hicimos cargo de la incorrección de las formas de otros, y esta imparcialidad no se echa de menos en este ameno y crítico artículo.

Advertimos sin embargo, que tanto este escritor como el ilustrado de nuestra anterior reseña, parten ambos de Cequeira para tejer la serie cronológica de los poetas de aquel país tomándolo como el más antiguo, cuando nosotros recordamos que ya antes que este, se había dado a conocer en 1788 por su elogio en verso a los príncipes de Asturias, el pardo Manuel del Socorro Rodríguez. Pero a este hombre singular, prosista y latino a la vez, ya lo daremos a conocer en otro de nuestros números. Por hoy, hé aquí como se expresa el periódico referido: 

RÁPIDA OJEADA SOBRE LA POESÍA LÍRICA DE CUBA. 

"Antes de exponer a los lectores del Faro nuestras opiniones sobre la poesía lírica de Cuba, debemos advertirles que no es nuestro ánimo revelar dogmas ni erigir doctrinas, sino relatarles con la claridad posible cuanto hayamos observado; aventurando alguna vez nuestro servicio, para cumplir con un deber de conciencia, al que cedemos sin pretensiones y sin revestirnos de autoridad judicial; cuyo menor inconveniente sería carecer de jurisprudencia para nuestras decisiones, ya por la debilidad de nuestras fuerzas, ya por lo arduo del empeño. - Vamos sólo a intentar la enumeración de los poetas que más se han distinguido y la clasificación de los diversos géneros a que más especialmente se haya consagrado cada uno.

Nadie ignora que la poesía tiene tres grandes sentimientos: amor a la divinidad; amor a la patria y amor a la mujer; que desfallece si no canta a Dios con toda su grandeza, a la patria con todas sus magnificencias y a la mujer con su virtud, su hermosura y sus atractivos. Entonces la poesía tiene coronas de flores para la mujer, laureles para la patria, y alas de oro y cristal para remontarse al cielo. Pero cuando falta ancho campo a la imaginación y no existe el sentimiento religioso, cuando se cree ver en la mujer la causa de los males que nos afligen, desconociéndose que ha nacido para ser nuestra compañera, y convirtiéndola en instrumento vil de nuestros goces y placeres, la poesía en ese caso es semejante a la verde planta que por falta de riego palidece y se marchita abrasada por los ardientes rayos del sol. Sin embargo, nosotros que no tenemos que lamentarnos, por esa parte, porque la religión se entrevé en nuestros cantos, y porque la mujer derrama azucenas por nuestras sendas y luz por nuestros horizontes; nosotros que contemplamos la tierra alzándose con sus torrentes y sus flores, el mar con sus magníficos estruendos, las aves con sus cantos, el aura melancólica con sus gemidos y el bosque con el susurro de sus hojas; nosotros, en fin, que cantamos inspirados por el sentimiento de lo bello, al conocer que el amor a la divinidad y que el amor a la mujer son los que más resuenan en las cuerdas de la lira de nuestra poesía, no negaremos el poco adelantamiento que en ella se nota, porque causas no desconocidas acaso, se oponen a su progreso cortando el vuelo a la imaginación, y porque tal vez no habrá ningún género que se haya cultivado tanto como el lírico, lo que hace, sin duda, que encontremos falta de originalidad en las producciones, a excepción de las de algunos que ciertamente no pertenecen al número de aquellos que tienen una reputación usurpada. Pero hay más: la poesía es una parte de nuestra literatura: la literatura lo es de nuestra civilización: la historia de nuestra civilización apenas ha nacido. ¡Cuánto tiempo no hay, pues, que esperar todavía!

Por otra parte, la poesía es flor muy escondida y poco estimada en este siglo positivo, y ha sido bastante desatendida entre nosotros, quizás por los que con más razón que otros debieron prestarle su apoyo y que despertando de la indolencia de su espíritu se han elevado después con alas de hielo, entre la duda y la fé, luchando el corazón con la cabeza y escribiendo para sí mismos; de ese modo no han dejado principio alguno fijo, ni consecuencia conocidamente útil.

Hechas estas explicaciones que hemos creído necesarias vamos a ocuparnos ligeramente en estos mal trazados renglones, de cada uno de nuestros poetas líricos que más se han distinguido, como dijimos al principio.

Apareció Zequeira sonando la trompeta épica, y demostró una fecundidad extraordinaria en la mayor parte de sus producciones. Entre estas existen algunas jocosas; pero nosotros creemos que ese género no era legítimo del poeta de que hablamos, sino aquel que revela la majestad de Píndaro en sus cantos serios. Díganlo el poema la "Batalla de Cortés” y la oda al "Dos de mayo." 

Heredia, que por orden de fecha se halla colocado en el segundo lugar merece sin disputa el primero. Heredia es el Homero de Cuba, según un sabio crítico. A un sentimiento delicado supo hermanar la vigorosa entonación que se observa en su oda al "Niágara" y la solemne majestad que se advierte en uno de sus himnos. Aquella gala en el decir, aquellas imágenes, aquella armonía conmovedora, sólo nos han sido trasmitidas por su pluma. El lugar que dejó vacante con su muerte no ha sido ocupado todavía.

Milanés con menos estro que los dos anteriores, es en nuestro concepto, superior al primero, y casi se halla colocado al lado del segundo. - La originalidad de sus pensamientos, su filosofía y el fin moral que lleva cada una de sus producciones, revelan que pertenece a una época algo más adelantada en cultura. Sus poesías son más meditadas en el fondo; pero menos correctas en la forma que las otras. Él es el único que se ha trazado en una nueva escuela, de la que es y será jefe en su país. La reflexión y el examen sobresalen en sus versos, y la fuerza lógica que encierran no los hace carecer del vuelo del entusiasmo. Un corazón lleno de ternura unido al más bello espiritualismo y las ideas elevadas juntas a la inspiración forman, por decirlo así, su fisonomía moral. Milanés es el astro que derrama su luz sobre el lóbrego campo donde la humanidad se agita, levantando el prolongado clamor de sus pasiones y de sus padecimientos.

El cantor de la "Siempreviva”, con más genio que saber, es más popular que ninguno. Los dos de que ya hemos hablado, son, en nuestra humilde opinión, de un mérito más elevado; pero la especialidad de talento del que hablamos le reserva un lugar aparte en las letras. Sus composiciones están salpicadas de poesía por donde quiera. Imágenes atrevidas, originalidad, símiles oportunos, sentimiento y un encanto singular siempre. Fue un modelo de facilidad en la versificación y no muy correcto por no haberla pulido más.

Orgaz demuestra una imaginación llena de vigor y de lozanía. Sus concepciones están pobladas de rasgos valientes. 

Turla ostenta la filosofía del hombre que piensa, medita y vuelve sus ojos hacia la humanidad. Sus versos están llenos de sentimiento.

Briñas pertenece sin duda a la escuela de Milanés. Sus mismos giros, su misma moralidad, ideas originales y más gala en el decir.

Palma tiene alguna semejanza con Heredia en el sentimiento, y en lo demás revela haberse impregnado en la poesía desconsoladora de Byron. En obsequio de la imparcialidad, versifica con más esmero que produce hermosos pesamientos (pensamientos). 

Tolón es poeta dulce, melodioso; melancólico y hace sentir. Reúne a lo expuesto la originalidad. 

Jiménez de León es también original. Sus versos demuestran ser hijos de una imaginación fecunda y privilegiada. Donde quiera se encuentra un pensamiento revestido con todos los atavíos de una mente rica de bellezas y harto florida. Hay en sus producciones algunas bastantes a darle un buen nombre; pero da a conocer, en las otras, el abandono con que ha mirado su instrucción.

Blanchié y Mendive están colocados en una misma altura. Igual expresión, sencillez, dulzura, armonía, elegancia en las formas y fluidez.

Foxá es tierno. Imita el sentimentalismo de Lamartine y sobresale en las composiciones amatorias y descriptivas. Ha ensayado tendencias filosófico-sociales; pero demuestra bastante flojedad en la expresión. Su hermano era de un mérito incontestablemente superior.

Hay también algunos otros que revelan buenas disposiciones; pero alguna que otra composición suelta que ha visto a (la) luz, no es bastante para dárnosle a conocer en toda su extensión como deseamos. 

Los demás que han publicado colecciones, en nuestro concepto no se hallan a la altura de los que hasta aquí nos han ocupado; por tal motivo le (les, los) hemos suprimido; quizás con la intención de ocuparnos de ellos en un segundo artículo.

En conclusión, anhelamos el progreso de nuestra poesía y que talentos del temple de alguno de nuestros malogrados poetas, no lleguen a segarse en flor, cuando están reclamando con esmero cultivo. ¿Estamos acaso, tan abundantes de luz, que debemos ver con indiferencia apagarse los astros que principian a brillar con tanto esplendor y que han alcanzado más de una vez una mirada de nuestra madre la civilizada Europa? - Dédalo. 

(Tres años después de estos textos, en 1853, nació el conocido poeta cubano José Martí.)