Byung-Chul Han , la expulsión de lo distinto


Byung-Chul Han , la expulsión de lo distinto

Este nuevo ensayo de Byung-Chul Han rastrea el violento poder de lo igual en fenómenos tales como el miedo, la globalización y el terrorismo, que son los que caracterizan la sociedad actual.

Los tiempos en los que existía el otro han pasado. El otro como amigo, el otro como infierno, el otro como misterio, el otro como deseo van desapareciendo, dando paso a lo igual. La proliferación de lo igual es lo que, haciéndose pasar por crecimiento, constituye hoy esas alteraciones patológicas del cuerpo social. 

Lo que enferma a la sociedad no es la alienación, la sustracción, la prohibición ni la represión, sino la hipercomunicación, el exceso de información, la sobreproducción y el hiperconsumo

La expulsión de lo distinto y el infierno de lo igual ponen en marcha un proceso destructivo totalmente diferente: la depresión y la autodestrucción.



Megan Maxwell , y a ti qué te pasa ?


Megan Maxwell , y a ti qué te pasa ?


Si te gustó ¿Y a ti qué te importa?, no te puedes perder esta divertidísima comedia romántica en la que el amor es como el viento: no se ve, pero se siente.

Menchu, a la que conocimos en ¿Y a ti qué te importa?, ha dejado su trabajo en el parador de Sigüenza y está desarrollando su propia empresa de creación de páginas web. Siempre ha estado enamorada en silencio de Lucas, compañero de Juan en la base de los GEOS, pero cansada de sus desplantes, decide hacer un cambio en su vida e irse a Los Ángeles a pasar un tiempo en casa de Tomi, primo de su íntima amiga, la actriz Stella Noelia Rice Ponce.

Tomi es un gurú de la moda y la convencerá de que se haga un cambio radical para que se saque todo el partido y deje de ser un patito normal para convertirse en un cisne precioso.

Entretanto, Noelia, Juan y algunos amigos, entre los que se encuentra Lucas, acuden a Los Ángeles para celebrar el cumpleaños de Tomi. Cuando el GEO descubre a la nueva Menchu, se queda sin palabras, y más viendo que un famoso director de cine no se separa de ella. 
¿Será capaz de conseguir que vuelva a fijarse en él o, por el contrario, Menchu lo ignorará del mismo modo que había hecho él con ella? 


Y a ti qué te importa ? Megan Maxwell



Noelia Estela Rice Ponce es una famosa actriz de Hollywood de origen español acostumbrada al glamour y a la fama. En la campaña de promoción de su última película viaja a España donde, por casualidades del destino, se reencuentra con Juan Morán, un joven al que conoció años atrás en Las Vegas... y al que esperaba no volver a ver jamás.

Juan trabaja ahora como GEO y está acostumbrado a toda clase de peligros y a la discreción que le exige su profesión, así que lo que menos le apetece es ver a una estrellita de Hollywood revoloteando a su alrededor.
Pero cuando el destino se conjura en tu contra es inútil resistirse.

Colom, 500 anys enganyats

Des dels Estats Units d’AmèricaCharles J. Merrill, professor de la universitat de Mount Saint Mary, ha estudiat durant divuit anys tota la informació i les teories existents sobre els orígens de Cristòfol Colom. Per tant, les seves conclusions, publicades a l’estat de Washington el 2008 amb el títol Colom of Catalonia: Origins of Cristopher Colombus revealed, no són fruit de l’apassionament propi de qui vol «llaurar cap a casa».

Amb aquest llibre, Merrill demostra amb rigor que el descobridor d’Amèrica era un català que mantenia una antiga enemistat vers la família dels Reis Catòlics, i per això els monarques van ocultar la catalanitat de Colom i van fomentar la idea que era italià. Però li van donar els calerons per el viatge malgrat la enemistat, i la pela és la pela.

La mentida va guanyar credibilitat perquè es va anar repetint (com Espanya ens roba) de forma autoritzada fins que es va convertir en un dogma històric. Però, com diu l’autor: «Fins a cert punt, és possible que el mateix Colom i la seva família acceptessin aquest engany. Devien tenir-hi les seves raons. Però no hi ha cap motiu perquè nosaltres hi estiguem d’acord.»

Quan va escriure aquest llibre, Charles J. Merrill era professor de llengües a la Universitat de Mount Saint Mary, a l’estat nord-americà de Maryland. Es va llicenciar pel Dartmouth College i va cursar estudis de postgrau i doctorat a la Duke University. Ha realitzat extensos estudis sobre literatura medieval catalana i va participar en un documental del Discovery Channel sobre la vida de Cristòfor Colom.
Actualment viu a Roma, on estudia per ordenar-se sacerdot catòlic.


Colom, 500 anys enganyats


















Origen , Dan Brown




Robert Langdon, profesor de simbología e iconografía religiosa de la universidad de Harvard, acude al Museo Guggenheim Bilbao para asistir a un trascendental anuncio que «cambiará la faz de la ciencia para siempre». 
El anfitrión de la velada es Edmond Kirsch, un joven multimillonario (como Elon Musk) cuyos visionarios inventos tecnológicos y audaces predicciones lo han convertido en una figura de renombre mundial. 

Kirsch, uno de los alumnos más brillantes de Langdon años atrás, se dispone a revelar un extraordinario descubrimiento que dará respuesta a las dos preguntas que han obsesionado a la humanidad desde el principio de los tiempos. 

¿DE DÓNDE VENIMOS? ¿ADÓNDE VAMOS

Al poco tiempo de comenzar la presentación, meticulosamente orquestada por Edmond Kirsch y la directora del museo Ambra Vidal, estalla el caos para asombro de cientos de invitados y millones de espectadores en todo el mundo. 


Ante la inminente amenaza de que el valioso hallazgo se pierda para siempre, Langdon y Ambra deben huir desesperadamente a Barcelona e iniciar una carrera contrarreloj para localizar la críptica contraseña que les dará acceso al revolucionario secreto de Kirsch

Perseguidos por un atormentado y peligroso enemigo, Langdon y Ambra descubrirán los episodios más oscuros de la Historia y del extremismo religioso. Siguiendo un rastro de pistas compuesto por obras de arte moderno y enigmáticos símbolos, tendrán pocas horas para intentar desvelar la fascinante investigación de Kirsch… y su sobrecogedora revelación sobre el origen y el destino de la Humanidad. 

ORIGEN se desarrolla íntegramente en España. Barcelona, Bilbao, Madrid y Sevilla son los escenarios principales en los que transcurre la nueva aventura de Robert Langdon. 


De la mano del autor de El código Da Vinci, el lector recorrerá escenarios como el Monasterio de Montserrat, la Casa Milà (La Pedrera), la Sagrada Familia, el Museo Guggenheim Bilbao, el Palacio Real o la Catedral de Sevilla

Como ya sucedió con París en El código Da Vinci, con Roma en Ángeles y demonios o con Florencia en Inferno, los escenarios de las novelas de Dan Brown siempre han sido un elemento clave en sus tramas.




Historias de un náufrago hipocondriaco, José A Gómez Iglesias

El autor del momento desembarca en ESPASA es POESÍA.


Un tema sobrevuela por encima del resto: el amor. Escrito desde el corazón, con atención a los pequeños detalles que hacen de la cotidianidad del amor lo que nos permite sobrevivir. De forma sencilla, pero directa. Dando rienda suelta a la imaginación en situaciones especiales de la vida de cualquier persona. Sentimientos, cambios, recuerdos, chicas y chicos, momentos, tristezas y alegrías. No hay poesía ni línea recta. Hay sentimientos. Todos los que da el amor. Todos los que alguna vez vivimos. Aunque no los esperáramos. Aunque fueran sucediendo.

Historias de un náufrago hipocondriaco, José A Gómez Iglesias

Mirar en Casa del Libro y en Amazon.es

La última raya, Javier Jorge

La última raya, Javier Jorge



Maldito sea el dilema de saber que el verdadero amor de mi vida apareció demasiado pronto y me castigo pensando que la vida que quiero vivir significa sacrificar un amor que jamás volveré a encontrar.

La última raya, Javier Jorge.

LOS LECTORES HAN DICHO:

ENGANCHA desde la primera página – M. Ángel Marín

Es tan REAL que a veces parece que el protagonista te HABLA. – Jaime Parada

IMPACTANTE, REALISTA, DURA, ÚNICA – Anahí Aragón

DEVORAS el libro. – María Izquierdo

Te IDENTIFICAS con sus pensamientos – Rocío Martín

Tengo 27 años y jamás, jamás me he leído un libro. Estoy ENGANCHADÍSIMO. – Sito Ochoa

Escrita SIN TAPUJOS – María J. Setién

ESTILO ÚNICO, personal, diferente – Elisabeth Ferrer

NUNCA había leído nada parecido – Inés B

NO PUEDES PARAR de leer – Carlos Nieto

Un LENGUAJE ACTUAL, fresco, de la calle – Esther C.

Un REALISMO poco corriente – Virginia S.

RITMO trepidante, altamente ADICTIVO – María Pérez

Un libro FRESCO, DIRECTO, SINCERO, sin rodeos, sin florituras – Rebe Rombita

LOS CRÍTICOS HAN DICHO...

‘La última raya’ es emoción en carne viva. La historia y la forma en que es narrada emanan juventud, rabia y muchas ganas de contar algo ante lo que la mayoría mostrarían pudor.
Y esa es la gracia de la novela. Que cuenta las desilusiones de cualquiera, de forma desgarradora. Javier Jorge nos brinda un relato frenético y vertiginoso, que devoras en pocos días y que gusta porque relata muchos de esos sentimientos que muchos tienen y muy pocos son capaces de expresar en voz alta. Y él lo hace. No os dejéis engañar por el título. Hay mucha fiesta en ‘La última raya’. Y también sexo, pero sobre todo hay desamor. Hacia una mujer y desamor con la vida misma.
— Luis Garrido-Julve

‘La última raya’ late. Respira. Suda. Vibra. Sacude. Llora. Gime. No hay concesiones a la emotividad fácil, no hay edulcorantes, no hay rebeldía de postal, no hay poses ni pudores. Hay una verdad que seduce a lectores muy distintos, porque se ven en ella. La novela de Jota es un río de vida que te arrastra y consigue que sientas, que vivas, en él.
— Imma Muñoz (El Periódico)

‘La última raya’ no es una lectura convencional. Es una lectura psicológica, social, personal, individual, radical, urbana, violenta, y de conciencia. Es un viaje desde la personalidad propia. Me está costando plasmarlo en palabras. Culpa tuya, Javier. Me has descolocado, totalmente. Te lo agradezco enormemente.


— Mucha Más Literatura

Memoria del comunismo, Federico Jiménez Losantos

Cien años y cien millones de muertos después, ¿por qué el comunismo sigue siendo una ideología respetada?




Buceando en las fuentes originales de Marx, Bakunin y Lenin al Che o Pablo Iglesias este libro explica la naturaleza real del comunismo, sus raíces filosóficas y políticas, los errores habituales sobre su historia y el hecho más terrible: que, cien años y cien millones de muertos después, siga siendo una ideología respetada entre políticos, profesores y periodistas.

En dos países europeos, Rusia y España, se intentó crear en el siglo xx un régimen comunista. En Rusia, tras cinco años de feroz guerra civil de Lenin contra su pueblo, el comunismo triunfó.

En España, tras una atroz guerra civil de tres años, perdió. Pero se discute el papel de Stalin en la guerra de Paracuellos y la muerte de Nin al oro del Banco de España y se oculta la actuación de los dos comunismos españoles: el marxista del PCE, el PSOE bolchevizado o el POUM; y el bakuninista de la CNT-FAI, que impuso el terror rojo en Cataluña con la ayuda entusiasta de Companys.

Ni la Rusia bajo la Cheka ni la España bajo las checas (españoles bajo checas no) se recuerdan hoy. Solo eso y el éxito de la propaganda soviética desde 1917 explican la irrupción y el éxito de Podemos.

¿Por qué se creían los bolcheviques con derecho a imponer a todos su idea de sociedad y a asesinar a los que la rechazaban e incluso a los que no llegaban a hacerlo?

Esta es la gran cuestión del siglo que el mundo lleva a cuestas desde que Lenin tomó el poder: ¿por qué los comunistas se creen legitimados para robar y matar en nombre de una utopía que apenas esconde su afán de poder ilimitado?

Lo peor del sistema de Lenin no es que se crea con derecho a imponer su dictadura y a matar a sus opositores, sino que las sociedades democráticas acepten ese derecho a robar y matar de los comunistas. Esta Memoria del comunismo recuerda por qué sucede. Y cómo, conociendo su historia y la de España, cabe evitarlo.

Javier Sierra, el fuego invisible

El secreto más importante de la humanidad está a punto de ser revelado.

David Salas, un prometedor lingüista del Trinity College de Dublín, se encuentra, después de aterrizar en Madrid para pasar sus vacaciones, con Victoria Goodman, una vieja amiga de sus abuelos y con su joven ayudante, una misteriosa historiadora del arte. Ese hecho trastocará sus planes y lo empujará a una sorprendente carrera por averiguar qué ha sucedido con una de los alumnos de la escuela de literatura que regenta lady Goodman. Para su sorpresa, la clave parece esconderse en el mito del grial y su vinculación con España.

Remotas iglesias románicas de los Pirineos, colecciones de arte en Barcelona, libros antiguos y extraños códigos en piedra se alinean en una trama llena de intriga que nos hará pensar sobre el origen de toda inspiración, literatura y arte verdaderos.

extraños códigos en piedra


El día que se perdió la cordura. Javier Castillo.

Amor, odio, destino, extrañas prácticas, intriga y acción trepidante inundan las páginas de una novela que se ha convertido en todo un fenómeno editorial antes de su publicación en papel.

«A veces el destino nos pone a prueba para que sepamos que existe».

Centro de Boston, 24 de diciembre, un hombre camina desnudo con la cabeza decapitada de una joven. El doctor Jenkins, director del centro psiquiátrico de la ciudad, y Stella Hyden, agente de perfiles del FBI, se adentrarán en una investigación que pondrá en juego sus vidas, su concepción de la cordura y que los llevará hasta unos sucesos fortuitos ocurridos en el misterioso pueblo de Salt Lake diecisiete años atrás.

Con un estilo ágil lleno de referencias literarias - García Márquez, Auster, Orwell o Stephen King - e imágenes impactantes, Javier Castillo construye un thriller romántico narrado a tres tiempos que explora los límites del ser humano y rompe los esquemas del género de suspense.

Los lectores han dicho:

«Enhorabuena a Javier Castillo, un buen descubrimiento, un thriller muy bien llevado, con personajes muy dispares que se van entremezclando de forma poco predictiva. Podría salir una muy buena película de suspense».

Lorenzo Silva, el urinario


Urinarios , tengo mal la espalda, no levantar peso



Lorenzo Silva, el urinario

Al hilo de dos largas cartas dirigidas a un juez, un joven y aparentemente exitoso asesor bancario desgrana sus inquietudes y desvelos, la amargura que se oculta tras la fachada de triunfo social.

En palabras de su autor, El urinario «forma una trilogía con La flaqueza del bolchevique y El ángel oculto. Las tres aluden a las nostalgias y las pérdidas de los estafados por el modo de vida que la actual organización del mundo impone a la mayoría de las personas. 

Tengo la sensación, equivocada o no, de que esas personas (personas normales, que no anodinas, porque casi nadie lo es) tienden a estar insuficientemente representadas en la literatura (que prefiere ocuparse de seres bohemios, excesivos o desorbitados, a veces inexistentes). 

Esta laxa trilogía vendría a ser mi homenaje a ellas.»

Poemas de Luis de Góngora y Argote

hermana Marica

A Córdoba, soneto

a-cierta-dama-que-se-dejaba-vencer

Góngora, retrato, Velázquez

Góngora, firma, signature, Unterschrift



Aquí entre la verde juncia
Quiero (como el blanco cisne
Que envuelto en dulce armonía,
La dulce vida despide)

Despedir mi vida amarga
Envuelta en endechas tristes,
Y querellarme de aquélla
Tan hermosa como libre.

Descanse entre tanto el arco
De la cuerda que le aflige,
Y pendiente de sus ramos
Orne esta planta de Alcides,

Mientras yo a la tortolilla
Que sobre aquel olmo gime,
Le hurto todo el silencio
Que para sus quejas pide.

Bellísima cazadora,
Más fiera que las que sigues
Por los bosques cruel verdugo
De mis años infelices:

Tan grandes son tus extremos
De hermosa y de terrible,
Que están los montes en duda
Si eres diosa o si eres tigre.

Préciaste de tan soberbia
Contra quien es tan humilde
Que, considerados bien,
Todos los monteros dicen

Que los dos nos parecemos
Al roble que más resiste
Los soplos del viento airado:
Tú en ser dura, yo en ser firme.

En esto sólo eres roble,
Y en lo demás flaca mimbre,
No sólo a los recios vientos,
Mas a los aires sutiles.

Ya no persigues, cruel,
Después que a mí me persigues,
A los ciervos voladores
Ni a los fieros jabalíes.

Ni de tu dichoso albergue
Las nobles paredes visten
Los despojos de las fieras
Que, como a mí, muerte diste.

No porque no gustes de ello,
Sino porque no te obligue
El encontrarme en la caza
A que siquiera me mires.

Los monteros te suspiran
Por todos estos confines,
Y el mismo monte se agravia
De que tus pies no le pisen,

Por el rastro que dejaban
De rosas y de jazmines,
Tanto que eran a sus campos
Tus dos plantas dos abriles.

Haz tu gusto, que yo quiero
Dejar (pues de ello te sirves)
El espíritu cansado
Que mis flacos miembros rige.

Conseguiremos en esto
Ambos a dos nuestros fines:
Tú el de cruel en dejarme,
Yo el de leal en morirme.

Tú, rey de los otros ríos,
Que de las sierras sublimes
De Segura al Oceano
El fértil terreno mides,

Pues en tu dichoso seno
Tantas lágrimas recibes
De mis ojos, que en el mar
Entran dos Guadalquivires,

Ruégote que su crueldad
Y mi firmeza publiques
Por todo el húmedo reino
De la gran madre de Aquiles,

Porque no sólo en las selvas,
Mas los que en las aguas viven
Conozcan quién es Daliso
Y quién es la ingrata Nise.

A Don Fray Pedro González de Mendoza y Silva,

Consagróse el seráfico Mendoza,
Gran dueño mío, y con invidia deja
Al bordón flaco, a la capilla vieja,
Báculo tan galán, mitra tan moza.
Pastor que una Granada es vuestra choza,
Y cada grano suyo vuestra oveja,
Pues cada lengua acusa, cada oreja,
La sal que busca, el silbo que no goza,
Sílbelas desde allá vuestro apellido,
Y al Genil, que esperándoos peina nieve,
No frustéis más sus dulces esperanzas;
Que sobre el margen, para vos florido,
Al son alternan del cristal que mueve
Sus ninfas coros, y sus faunos, danzas.

A DON LUIS DE ULLOA,

Generoso esplendor, sino luciente,
No sólo es ya de cuanto el Duero baña
Toro, mas del Zodíaco de España,
Y gloria vos de su murada frente.
¿Quién, pues, región os hizo diferente
Pisar amante? Mal la fuga engaña
Mortal saeta, dura en la montaña,
Y en las ondas más dura de la fuente:
De venenosas plumas os lo diga
Corcillo atravesado. Restituya
Sus trofeos el pie a vuestra enemiga.
Tímida fiera, bella ninfa huya:
Espíritu gentil, no sólo siga,
Mas bese en el arpón la mano suya.

A DON PEDRO DE CÁRDENAS

Salí, señor don Pedro, esta mañana
A ver un toro que en un Nacimiento
Con mi mula estuviera más contento
Que alborotando a Córdoba la llana.
Romper la tierra he visto en su abesana
Mis prójimos con paso menos lento,
Que él se entró en la ciudad tan sin aliento,
Y aún más, que me dejó en la barbacana.
No desherréis vuestro Zagal, que un clavo
No ha de valer la causa, si no miente
Quien de la cuerda apela para el rabo.
Perdonadme el hablar tan cortésmente
De quien, ya que no alcalde por lo Bravo,
Podrá ser, por lo Manso, presidente.

A DON SANCHO DÁVILA,

Sacro pastor de pueblos, que en florida
Edad, pastor, gobiernas tu ganado,
Más con el silbo que con el cayado
Y más que con el silbo con la vida;
Canten otros tu casa esclarecida,
Mas tu Palacio, con razón sagrado,
Cante Apolo de rayos coronado,
No humilde Musa de laurel ceñida.
Tienda es gloriosa, donde en lechos de oro
Victorïosos duermen los soldados
Que ya despertarán a triunfo y palmas;
Milagroso sepulcro, mudo coro
De muertos vivos, de ángeles callados,
Cielo de cuerpos, vestuario de almas.

A DOÑA BRIANDA DE LA CERDA

Al sol peinaba Clori sus cabellos
Con peine de marfil, con mano bella;
Mas no se parecía el peine en ella
Como se obscurecía el sol en ellos.
Cogió sus lazos de oro, y al cogellos,
Segunda mayor luz descubrió aquella
Delante quien el Sol es una estrella
Y esfera España de sus rayos bellos.
Divinos ojos, que en su dulce Oriente
Dan luz al mundo, quitan luz al cielo,
Y espera idolatrallos Occidente.
Esto Amor solicita con su vuelo,
Que en tanto mar será un arpón luciente
De la Cerda inmortal mortal anzuelo.

A DOÑA CATALINA DE LA CERDA

Tres veces de Aquilón el soplo airado
Del verde honor privó las verdes plantas,
Y al animal de Colcos otras tantas
Ilustró Febo su vellón dorado,
Después que sigo (el pecho traspasado
De aguda flecha) con humildes plantas,
(¡Oh bella Clori!) tus pisadas sanctas
Por las floridas señas que da el prado.
A vista voy (tiñendo los alcores
En roja sangre) de tu dulce vuelo,
Que el cielo pinta de cient mil colores,
Tanto, que ya nos siguen los pastores
Por los extraños rastros que en el suelo
Dejamos, yo de sangre, tú de flores.

A FRANCISCO DE QUEVEDO,

Anacreonte español, no hay quien os tope,
Que no diga con mucha cortesía,
Que ya que vuestros pies son de elegía,
Que vuestras suavidades son de arrope.
¿No imitaréis al terenciano Lope,
Que al de Belerofonte cada día
Sobre zuecos de cómica poesía
Se calza espuelas, y le da un galope?
Con cuidado especial vuestros antojos
Dicen que quieren traducir al griego,
No habiéndolo mirado vuestros ojos.
Prestádselos un rato a mi ojo ciego,
Porque a luz saque ciertos versos flojos,
Y entenderéis cualquier gregüesco luego.


Los gregüescos o greguescos son un tipo de calzas o calzón masculino, corto y abombachado.

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Gregüescos
De supuesto origen militar, se puso de moda en España en el transcurso del siglo XVI al XVII, adoptando luego diversas formas y medidas en la Europa occidental y las cortes españolas de Ultramar, como evolución de las botargas y otros tipos de calzas, dando lugar luego a los follados o afuellados.

Don Juan de Austria, hijo bastardo de Carlos I de España, con pantalón a la griega, hacia 1580. En un retrato atribuido a Juan Pantoja de la Cruz y depositado en el Monasterio del Escorial.
Don Juan de Austria, hijo bastardo de Carlos I de España, con pantalón a la griega, hacia 1580. En un retrato atribuido a Juan Pantoja de la Cruz y depositado en el Monasterio del Escorial.


Aparecen descritos –en su variada tipología– o ridiculizados por algunos de los mejores autores del Siglo de Oro Español, como Cervantes, Lope, Tirso o Quevedo;​ y fueron pintados por Diego Velázquez, Bartolomé González o Alonso Sánchez Coello y otros artistas de las principales cortes europeas, como Tiziano.
http://resikom.adw-goettingen.gwdg.de/abfragebegriffe.php?optionID=23
  • Albizua Huarte, Enriqueta (1988). «apéndice». El traje en España: un rápido recorrido a lo largo de su historia. En: Laver, James. Breve historia del traje y la moda (2006 edición). Madrid: Cátedra. pp. 283-357. ISBN 8437607329.
  • Bandrés Oto, Maribel (2002). La moda en la pintura: Velázquez. EUNSA. ISBN 8431320389.
A FRAY ESTEBAN IZQUIERDO

La Aurora de azahares coronada,
Sus lágrimas partió con vuestra bota,
Ni de las peregrinaciones rota,
Ni de sus conductores esquilmada.
De sus risueños ojos desatada,
Fragrante perla cada breve gota,
Por seráfica abeja fue devota,
A bota peregrina trasladada.
Uvas os debe Clío, mas ceciales;
Mínimas en el hábito, mas pasas,
A pesar del perífrasis absurdo.
Las manos de Alejandro hacéis escasas,
Segunda la capilla del de Ales
Izquierdo Esteban, si no Esteban zurdo.

A JUAN DE VILLEGAS

En villa humilde sí, no en vida ociosa,
Vasallos riges con poder no injusto,
Vasallos de tu dueño, si no augusto,
De estirpe en nuestra España generosa.
Del bárbaro ruido a curïosa
Dulce lección te hurta tu buen gusto;
Tal del muro abrasado hombro robusto
De Anquises redimió la edad dichosa.
No invidies, oh Villegas, del privado
El palacio gentil, digo el convento,
Adonde hasta el portero es Presentado.
De la tranquilidad pisas contento
La arena enjuta, cuando en mar turbado
Ambicioso bajel da lino al viento.

A JUAN RUFO

Cantastes, Rufo, tan heroicamente
De aquel César novel la augusta historia,
Que está dudosa entre los dos la gloria
Y a cuál se deba dar ninguno siente.
Y así la Fama, que hoy de gente en gente
Quiere que de los dos la igual memoria
Del tiempo y del olvido haya victoria,
Ciñe de lauro a cada cual la frente.
Debéis con gran razón ser igualados,
Pues fuistes cada cual único en su arte:
Él solo en armas, vos en letras solo,
Y al fin ambos igualmente ayudados:
Él de la espada del sangriento Marte,
Vos de la lira del sagrado Apolo.

A JUAN RUFO, JURADO DE CÓRDOBA

Culto Jurado, si mi bella dama
En cuyo generoso mortal manto
Arde, como en cristal de templo santo,
De un limpio amor la más ilustre llama
Tu musa inspira, vivirá tu fama
Sin invidiar tu noble patria a Manto,
Y ornarte ha en premio de tu dulce canto
No de verde laurel caduca rama,
Sino de estrellas inmortal corona.
Haga, pues, tu dulcísimo instrumento
Bellos efectos, pues la causa es bella;
Que no habrá piedra, planta, ni persona,
Que suspensa no siga el tierno acento,
Siendo tuya la voz, y el canto de ella.

A JÚPITER,

Tonante monseñor, ¿de cuándo acá
Fulminas jovenetos? Yo no sé
Cuánta pluma ensillaste para el que
Sirviéndote la copa aún hoy está.
El garzón frigio, a quien de bello da
Tanto la antigüedad, besara el pie
Al que mucho de España esplendor fue,
Y poca, mas fatal, ceniza es ya.
Ministro, no grifaño, duro sí,
Que en Líparis Estérope forjó
(Piedra digo bezahar de otro Pirú)
Las hojas infamó de un alhelí,
Y los Acroceraunios montes no.
¡Oh Júpiter, oh, tú, mil veces tú!

A LA ARCADIA

Por tu vida, Lopillo, que me borres
Las diez y nueve torres del escudo,
Porque, aunque todas son de viento, dudo
Que tengas viento para tantas torres.
¡Válgame los de Arcadia! ¿No te corres
Armar de un pavés noble a un pastor rudo?
¡Oh tronco de Micol, Nabal barbudo!
¡Oh brazos Leganeses y Vinorres!
No le dejéis en el blasón almena.
Vuelva a su oficio, y al rocín alado
En el teatro sáquenle los reznos.
No fabrique más torres sobre arena,
Si no es que ya, segunda vez casado,
Nos quiere hacer torres los torreznos.

A LA BAJADA DE MUCHOS CABALLEROS DE MADRID

¡A la Mamora, militares cruces!
¡Galanes de la Corte, a la Mamora!
Sed capitanes en latín ahora
Los que en romance ha tanto que sois duces.
¡Arma, arma, ensilla, carga! ¿Qué? ¿Arcabuces?
No, gofo, sino aquesa cantimplora.
Las plumas riza, las espuelas dora.
¿Ármase España ya contra avestruces?
Pica, Bufón. ¡Oh tú, mi dulce dueño!
Partiendo me quedé, y quedando paso
A acumularte en África despojos.
¡Oh tú, cualquier que la agua pisas leño!
¡Escuche la vitoria yo, o el fracaso
A la lengua del agua de mis ojos!

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Ándeme yo caliente Y ríase la gente.
Traten otros del gobierno
Del mundo y sus monarquías,
Mientras gobiernan mis días
Mantequillas y pan tierno,
Y las mañanas de invierno
Naranjada y aguardiente,
Y ríase la gente.
Coma en dorada vajilla
El príncipe mil cuidados,
Cómo píldoras dorados;
Que yo en mi pobre mesilla
Quiero más una morcilla
Que en el asador reviente,
Y ríase la gente.
Cuando cubra las montañas
De blanca nieve el enero,
Tenga yo lleno el brasero
De bellotas y castañas,
Y quien las dulces patrañas
Del Rey que rabió me cuente,
Y ríase la gente.
Busque muy en hora buena
El mercader nuevos soles;
Yo conchas y caracoles
Entre la menuda arena,
Escuchando a Filomena
Sobre el chopo de la fuente,
Y ríase la gente.
Pase a media noche el mar,
Y arda en amorosa llama
Leandro por ver a su Dama;
Que yo más quiero pasar
Del golfo de mi lagar
La blanca o roja corriente,
Y ríase la gente.
Pues Amor es tan cruel,
Que de Píramo y su amada
Hace tálamo una espada,
Do se junten ella y él,
Sea mi Tisbe un pastel,
Y la espada sea mi diente,
Y ríase la gente

Amarrado al duro banco

Amarrado al duro banco
De una galera turquesca,
Ambas manos en el remo
Y ambos ojos en la tierra,
Un forzado de Dragut
En la playa de Marbella
Se quejaba al ronco son
Del remo y de la cadena:
«¡Oh sagrado mar de España,
Famosa playa serena,
Teatro donde se han hecho
Cien mil navales tragedias!,
»Pues eres tú el mismo mar
Que con tus crecientes besas
Las murallas de mi patria,
Coronadas y soberbias,
»Tráeme nuevas de mi esposa,
Y dime si han sido ciertas
Las lágrimas y suspiros
Que me dice por sus letras;
»Porque si es verdad que llora
Mi captiverio en tu arena,
Bien puedes al mar del Sur
Vencer en lucientes perlas.
»Dame ya, sagrado mar,
A mis demandas respuesta,
Que bien puedes, si es verdad
Que las aguas tienen lengua,
»Pero, pues no me respondes,
Sin duda alguna que es muerta,
Aunque no lo debe ser,
Pues que vivo yo en su ausencia.
»¡Pues he vivido diez años
Sin libertad y sin ella,
Siempre al remo condenado
A nadie matarán penas!»
En esto se descubrieron
De la Religión seis velas,
Y el cómitre mandó usar
Al forzado de su fuerza.

Allá darás, rayo

Allá darás, rayo,
En cas de Tamayo.
De hospedar a gente extraña,
O Flamenca o Ginovés,
Si el huésped overo es
Y la huéspeda castaña,
Según la raza de España,
Sale luego el potro bayo.
Allá darás, rayo,
En cas de Tamayo.
De muy grave la viudita
Llama padre al Capellán
Con quien sus hijos están,
Y Amor que la solicita
Hace que por padre admita
Al que recibió por ayo.
Allá darás, rayo,
En cas de Tamayo.
Alguno hay en esta vida,
Que sé yo que es menester
Que a su querida mujer
(¡Nunca fuera tan querida!)
Tomen antes la medida
Que a él le corten el sayo.
Allá darás, rayo,
En cas de Tamayo.
Con su lacayo en Castilla
Se acomodó una casada;
No se le dio al señor nada,
Porque no es gran maravilla
Que el amo deje la silla,
Y que la ocupe el lacayo.
Allá darás, rayo,
En cas de Tamayo.
Opilóse vuestra hermana
Y diola el Doctor su acero;
Tráela de otero en otero
Menos honesta y más sana;
Diola por septiembre el mana,
Y vino a purgar por mayo.
Allá darás, rayo,
En cas de Tamayo.